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sábado, febrero 26, 2005

La gente

Recuerdo a mi amigo Hugo que se agarraba la cabeza a dos manos sin entender porqué un subalterno no solo hacia mal su trabajo, con todas las consecuencias no menores del hecho, sino que además había discutido con vehemencia que estaba en lo cierto y no aceptada cuestionamientos.
En resumen, sentía profundamente no poder confiar ni contar con su gente y sufría por el perjuicio causado. Además estaba cansado de esto.

Lo quedé mirando y le dije: que querís puh h .. mira como trabajan, las oficinas que usan, el hascinamiento en que están, la jornada que trabajan (horas al día).
Recuerdo cuando hace poco tiempo conseguimos que la compañía pagara un entrenameiento y el requisito era que fuera después del horario de trabajo.
Él me contó que la compañía no había aceptado el gasto de un almuerzo anual para premiar el esfuerzo desplegado, que en general no es menor.

No cuidamos a nuestra gente.

Menos nos preocupa su vida familiar, el tiempo que reservamos para que destinen a su vida privada. Es casi un lujo.

Como resultado de ello, criamos hijos con padres ausentes, como si el aporte del padre en la formación de sus hijos no fuera relevante; que gran ceguera.

Yo creo que se acerca el día en que caeremos en cuenta que el humano es central. Y no solo para el éxito de los negocios.

Leía un artículo en el Harvard Business Review sobre la importancia de los talentos en la causa del éxito de EEUU y de como hoy pierde talentos en relación a otros países que promueven su incorporación, su inmigración (Australia, por ejemplo), versus EEUU, que con su política de Seguridad está inhibiendo que la gente, y los talentos, viajen para allá.

La gente, la promoción de la gente; leía ahí también que hay empresas que bonifican a las personas que se entrenan porqué están conscientes que con ello le aportan más a la empresa. Nosotros en cambio estamos atrapados en no entrenar a nuestra gente, pues al valorizarse se nos irán donde le paguen mejores sueldos, ahora que saben mas.

miércoles, febrero 23, 2005

Vacaciones

He salido a vacaciones por 3 semanas !! gran cosa después de mucho tiempo; y esta vez como empleado.

He disfrutado leyendo libros ajenos a mi trabajo, incluso novelas. Estoy ahora precisamente atrapado por un libro de James Michener, Centenario, de 1450 páginas, que cuenta la historia del estado de Colorado de EEUU, desde que se formó geológicamente hasta nuestros días, y me siento sumido, sumergido en él, como hacia tiempo no tenía esa experiencia.

He descansado, he disfrutado.

La experiencia de leer tiene que ver muy profundamente con uno mismo, pues me pone en contacto con mis reacciones, con una especie de participación en los hechos que van pasando, que es muy singular y me permite como olfatearme, sentir quien realmente soy, con la mente, las emociones y quien sabe que partes del ser ahí activándose.

He vuelto a la ciudad y ya estoy entrando en el tráfago loco del trabajo, sus tensiones, sus obligaciones, sus irritaciones, y también sus placeres.
Y me quedo pensando que esta vida que llevamos requiere una pensadita, un rediseño quizás, donde haya mas de uno mismo vivido y disfrutado. Necesito pasarlo mejor, necesito ver a mas gente pasándolo mejor.

Necesito mas tiempo y ese mood necesario para leer sumido (sumergido).