Páginas

lunes, febrero 21, 2011

La iglesia va destapando a sus Karadima

Me cuesta dejar pasar el tema Karadima, pues me toca en lo más profundo.
Un cura, prócer de una vasta comunidad, representante de la iglesia, casa de lo valores más altos, lugar de cobijo de muchas almas, lugar de verdades.
un lobo disfrazado de cordero
Y resulta que el tal Karadima resultó ser un depravado, un abusador desde la autoridad de una institución hasta hace poco sagrada, un criminal en definitiva. Un depredador vestido de cura.

Yo lo conocí cuando tenía asumo unos 9 a 10 años, y mi madre nos llevó a la iglesia colorada de El Bosque, para que formáramos parte ahí de un grupo scout y no en nuestro colegio el Grange, donde las cosas podrían ser menos santas. Ahí conocí al cura Karadima, y también conocí al jefe scout puesto por él me imagino, que tuvo en esos años conductas poco santas también, con algunos niños de esa tropa; lo se porque él mismo estuvo recorriendo años después a esos ya no tan jóvenes, pidiéndoles perdón.

Hice la primera comunión y confirmación con Karadima. Recuerdo que alguna vez incluso fue a nuestra casa, a no recuerdo que evento de familia, al cual él daba su bendición. No recuerdo que se hubiera ganado muchos de nuestros afectos, pero por ahí pasó.

Karadima estuvo en nuestra vida. Recuerdo que en esos scouts nos obligaban a rezar el rosario, antes de nuestras reuniones propias de los scouts, cosa que era para mi una reverenda lata.

Leo en la prensa de estos días que alguien denunció tempranamente los actos de Karadima al alto mando de la iglesia, donde nombran a Fresno, del que no tenía malos recuerdos como personaje importante de la iglesia, el cual rompe y bota la carta de denuncia, destruyendo con ese acto el juicio de santidad que pudiera haberle tenido.

Hoy miro enojado a esta iglesia, como una mafia corrupta; se movilizan en mi sentimientos y reflexiones fuertes en su contra. Y durante los años de mi vida, he sabido de primera boca varios otros actos bastante poco santos de otros curas.

Siento lo que ha pasado con esta iglesia, como la caída de otro muro de instituciones que ya no daban más.

Una institución que metida en los colegios se metió en nuestros tuétanos valóricos y nos configuró y dio la estructura desde donde muchos sostienen su equilibrio y que sospecho deben estar sufriendo lo indecible.
caída de muro

Como recuperamos el poder que esos personajes corruptos muchos, nos instalaron dentro. Como recuperamos el poder de nuestra integridad sin derrumbarnos.

Vivimos una época de cambios y confusión sin igual. Pero debo decir, tengo la mayor de las esperanzas, pues los valores son intrínsecos a nuestra naturaleza, a la cultura que hemos construido, y el mundo que emerge trae los gérmenes de lo nuevo que hace falta. Hay que estar atentos, hay que estar abiertos, flexibles a los cambios y en buena onda.

Y a los Karadima, detectémolos a tiempo por favor, y a sus mafias protectoras también..

miércoles, febrero 16, 2011

Exposición de cuadros de Caco Salazar en Cachagua

paisaje Zapallarino
Este fin de semana estuvimos con Andrea, mi mujer, en la inauguración de la exposición de cuadros de nuestro amigo y ex compañero de colegio, Caco Salazar, en el Club Ecuestre de Cachagua.

Caco Salazar
Se juntó un buen lote de gente, con algunos próceres como era de esperar, en un balneario de este tipo, críticos de arte y buenos amigos comunes de Caco, como Fran Vogel y Jorge Bascuñan.

Presente estaba toda la familia de Caco, su mujer Loreto, sus tres hijos, entre ellos Raquel. que había conocido esa mañana en casa de Caco, la que había viajado desde EEUU donde estudia, coincidiendo con esta exposición de su padre.

Los precios de los cuadros iban desde $ 480.000 a $ 2.400.000 el más caro, el que se usó en el folleto que Caco se encargó de repartir entre amigos, conocidos y el territorio vecino al evento.

Los cuadros de Caco producen en mi un efecto de calma, de relajo, de quietud contemplativa, incluso reflexiva.
Son paisajes, naturaleza, mar, embarcaderos, casas. El manejo del color me llega grato a la vista; está bien seleccionado, bien puesto, incluso con unos arrebatos de tonos más llamativos que vienen a hacer lo suyo con precisión de especialista. Manchas, golpes de color, que a cierta distancia producen el efecto deseado.

Pero para mi lo más importante de este artista, no son sus cuadros ... es la persona del artista. Un tipo notable, profundo, buscador, generoso, con una historia que algún día debiera contar. Con un eje espiritual, verdadero, que he visto pocas veces; hay que tener presente que Caco fue cura evangélico en alguna época pasada. El tema espiritual no es un tema ajeno a las preocupaciones de Caco, incluso en el presente; tenemos un espacio de conversación ahí que se las trae.

Por eso creo que solo ver los cuadros de Caco, uno se queda corto. Hay que conocer al artista, Pero Caco no es de las personas que se quiera marketear, ni menos florear. Es de una notable acogida, y un profesor de pintura de esos a los que llamaría verdaderos maestros, pero maestros de vida.

Caco hay uno solo, y de eso darán que hablar sus hijos que más parecen norteamericanos pues los he pillado hablando en inglés entre ellos ( y son más chilenos que los porotos) y están algunos de ellos estudiando temas de comunicación y de la multimedial. Ya veremos, como nos muestran al artista que es Caco, y al hombre que es Caco.

Caco con Ignacio Walker
Loreto, Caco, Andrea y yo

Otros links de Caco:
Exposición Entre sombras
Caco en Subecerros

martes, febrero 08, 2011

Libro El Secreto del Eneagrama de Klausbernd Vollmar

Este libro atrapó mi atención durante las vacaciones; aparte de que varios de los que me rodeaban en esos días querían indagar acerca de su número del Eneagrama, así que fue una entretención grupal.

Su autor nos pasea por diversas miradas de esta figura geométrica, medio mágica, que viene de tiempos ancestrales.

El ruso Gurdjieff es quien lo trae a occidente en una modalidad bastante secretiva, pero que poco a poco se ha ido abriendo y propagando su aplicación.
Gurdjieff lo usaba como un mapa representativo de los pasos de los procesos que vivían sus alumnos en "el trabajo" a los que los sometía, que se caracterizaba por su rudeza, recorrido por la sombra, sufrimiento, todo ello en la ruta hacia la libertad, la conciencia y el fluir en el presente atento.

Hay un capítulo acerca del Eneagrama y las figuras geométricas en el inscritas. Empecé a ver el punto central, el círculo, el triángulo equilátero y la otra figura de 6 puntas o hexagrama. Vi que 1 / 7 es 0,1428571428571 que sigue los números exactos de la secuencia de integración de los tipos psicológicos de la parte del hexagrama.
Sitúan también a los chakras en las 7 puntas de esa otra figura geometrica más interna, asociando los chakras a los tipos de personalidad, cosa que me pareció interesante y de cierta lógica, por ejemplo al ver que el comunicativo 7, gravita en el chakra de la garganta o Vishuddha.

Durante esos días vi como una persona se asentaba en el 2, después de años de haberse visto en el 4; esto por lo Planificador del 2, lo estético, lo volcado a la acción, lo aterrizado, con los pies en la tierra, y que mira al 4 y al 8, según las líneas del hexagrama, y en particular esta sintonía con el 4 que la había confundido por años.

Descubrí al 5, asentado en el territorio de las emociones, con un torbellino que vive por dentro, que trata de amainar a través del intelecto y del estudio, mezcla que lo pone retraído, apartado o aislado, lo que por lo menos a mi, me lo mostraba más bien como un retraído emocional.

Vi que el 4 era efectivamente un derrochador de la plata y que es tanta la intensidad con que vive su mundo interior de las emociones, dándole al pasado y al futuro en un verdadero drama, que su salvación es entrenar el aquietar la mente a través de estar en el presente, obviamente con la meditación como santo remedio, tranquilizador y sanador.

Vi a los 1 y 2 como los aterrizados, volcados al mundo material que los rodea; a los 4 y 5 revueltos en sus emociones del mundo interior, y a los 7 y 8, como los más simbólicos, comunicativos e intelectuales, y poderosos también. Y vi a los 3, 6 y 9 como pasos intermedios, tanto en los procesos de la dinámica de Gurdjieff como en los tipos de personalidad intermedias.

El libro me ayudó a ver más la ayuda que puede llegar a ser el manejar este tipo de conocimiento, pues nos permite tomar conciencia de nuestras conductas automáticas, tomar un poco de distancia de ellas en algunos casos, y probar otras opciones, lo que nos dará más libertad y más conciencia.

El Eneagrama y los colores, con el azul en el 3, el amarillo de la luz en el 6 y el brillante rojo en el nueve, anima y colorea este instrumento, que debe verse no solo con la mente, sino con todo el ser.

Y para terminar, los puntos del Eneagrama, es decir los tipos de personalidad y los planetas, me dejó a mi un supuesto 9, ligado al distante Plutón.

Un libro entretenido, instructivo, que te muestra distintas interpretaciones del instrumento, más la del autor, dándote una buena herramienta para la reflexión, para los que gustan de estas elucubraciones.

Nota: un agradecimiento especial a Hernán Duval, que puso este libro en mis manos.