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martes, febrero 13, 2018

Libro De naturaleza liberal, de Alvaro Fischer

Alvaro, fue compañero de curso en el Grange y muy apreciado. Sobresaliente siempre. Recuerdo una vez que caminando al colegio, llevaba un libro de matemáticas puede haber sido, del curso siguiente, del año siguiente; él era así, se adelantaba. Y en la vida ha seguido destacando.

Su libro me pareció profundo, claro y bien documentado. Sin ser él un científico, pues es un Ingeniero Matemático, mira las materias donde ha puesto el foco, con sesgo científico, casi en exclusividad.

Los bordes entre la ciencia y las humanidades se han ido atravesando y son ramas de la primera, como la psicología evolucionaria, de las que Alvaro se nutre para hacer su planteamiento.
Tenemos que mirar nuestra naturaleza, vista y dicha por la ciencia, para ponernos a diseñar el tipo de ordenamiento político que más nos conviene.

Alvaro es un evolucionista, Darwinista, al punto de considerar la idea de la selección natural, como "La mejor idea jamas pensada", titulo de otro de sus libros.
Y desde esa perspectiva pone a firme, impulsores que tenemos grabados ya sea en el ADN o en nuestra circuitería neuronal ancestral, como son el altruismo, entre grupos pequeños, familias, amigos, y el egoísmo, cuando nos relacionamos con otro grupos, o personas anónimas.
Si tratamos de ser altruistas más allá de los límites que traemos grabados evolucionariamente, yéndonos a ideologías como la socialista, la probabilidad del fracaso es muy alta.

Otro impulsor grabado en nuestros registros evolucionarios, es la pertenencia a ciertos grupos, que llaman psicología coalicional. Con los miembros de nuestro grupo hay sentimientos fuertes de solidaridad, lealtad y colaboración, pero con los miembros de un grupo contrario o que está mas allá y distinto, la hostilidad es rápida.

Otro impulsor o potente motor motivacional, es el deseo de destacar en mi grupo, de tener status, de diferenciarnos. Este factor evolucionario también, dificultará enormemente cualquier deseo de igualdad que queramos promover en los grupos sociales.

Me llamó la atención el ejemplo de los idiomas en las poblaciones del planeta. Porqué hay tantos y tan diferentes idiomas. Al parecer hay algo que tenemos, que hace que queramos ser distintos, distintos al del lado e incluso distintos a nuestros antecesores y por eso vamos agregando modismos y palabras nuevas. Si, incluso, un tipo intentó construir un idioma común para toda la humanidad, el esperanto y fracasó.

Alvaro Fischer
Hablando Alvaro de los tres imperativos de la vida, me trae a colación a mi profesor Donald Kerrigan de Termodinámica, terminando con Alvaro de entender la importancia del segundo principio de la Termodinámica, que dice que si no le metemos energía a estos organismos complejos que somos, la entropía crece y morimos. A este lo llama el imperativo físico.
Señala un segundo imperativo de la vida, que es el de la reproducción, o imperativo biológico. Debemos reproducirnos y por eso, pienso, tanta energía también que se activa tras este objetivo, que no siempre somos capaces de tomar conciencia de lo que está detrás evolucionariamente.
Nombra un tercer imperativo, económico, que es ese impulso que nos insta a buscar la forma de trabajar, emprender, lo que sea con tal de hacernos de los recursos necesarios para nuestra sobrevivencia y la de los nuestros, en un mundo de escasez.

La vida, desde el punto de vista evolucionaria, es aumento de complejidad por selección natural y nada más, señala Alvaro. No hay nada sagrado en ella.
Aquí es donde mi estructura cultural ha de ser, se detiene y duda. Se, tengo certeza, de que no todo lo que la ciencia puede ver, detectar, es lo que existe. La conexión a distancia con otros, es experiencia que todos, mas menos, hemos tenido. Cosas que me pasaron cuando mi padre murió, etc.
No todo lo que somos capaces de medir o detectar es lo que existe.

Eso por una parte. Por otra, cuando en un buen curso online estudio el ojo, con todas sus partes y piezas, más las ramificaciones hacia el cerebro y como la imagen que vemos se construye ... Me cuesta creer que es pura evolución, trial & error, construcciones aleatorias por miles o millones de años. Me cuesta.
Charles Darwin
Más bien pienso que hay una voluntad, una conciencia en la materia, orgánica e inorgánica, que primero desea ver, porque anda a golpes y porrazos, y luego empieza a dirigir un proceso increíble, que llega a esta maravillosa capacidad de ver que tenemos.

Eso no quita que coincida con Alvaro en su conclusión liberal para la concepción política que nos debe regir, de manera de lograr que las máximas capacidades humanas se pongan en movimiento para el bienestar colectivo, con mano invisible o sin ella. Aquí puede haber otro sesgo con Alvaro, pues él pone la búsqueda del lucro, que conlleva al status, como el driver fundamental; yo en cambio he señalado el hacer un aporte al bien común, como el impulsor.
Bueno, parece que el mercado y su mano invisible, ha de jugar y seguir jugando un importante rol en el futuro. Es lo que se ve. Basta con mirar a China y sus últimos pasos, para no dudar de ello.

Por muy materialista que sea la perspectiva de Alvaro, sus conclusiones en cuanto a acoger el aborto, el matrimonio homosexual, la eutanasia y legalizar las drogas, son políticas que también apoyo.

Alvaro usa la fuerza argumental de la ciencia, la marca de fábrica que nos ha dejado la evolución y concluye, que debemos priorizar a la libertad respecto de la igualdad. Chao con las ideas socializantes, chao con todo tipo de dictaduras y vamos tranquilos y firmes con el liberalismo.
Siempre con un Estado, que cubra, proteja, ahí donde el liberalismo no lo hace perfecto o descuida.

Y eso sería. Estas son mis impresiones de este último excelente libro de Alvaro Fischer, que destaca por su claridad, lucidez y precisión de las ideas. Un imperdible.