Páginas

martes, junio 03, 2025

Libro La tonalidad del pensamiento de Byung-Chul Han

Byung-Chul Han no escribe libros, compone variaciones. Cada uno tiene su propia música, su color, su tono. No se repite, aunque a veces uno escuche ecos. Pero en La tonalidad del pensamiento hay algo más: el pensamiento no solo se deja atravesar por la música, sino que la necesita para volar. Sin flores –dice Han– no puede pensar. Y uno sospecha que tampoco sin una buena sinfonía.

Hay textos, dice, que están muertos. ¿Por qué? Porque no tienen voz interior. Porque no resuenan. Porque no vibran. Y, la verdad, ¿quién quiere leer pensamientos mudos?

Vivimos una época extraña. Competimos por no ser nadie. Nos creemos más conectados que nunca, pero en realidad solo hemos eliminado la distancia. ¿Y qué pasa cuando ya no hay distancia? Que tampoco hay cercanía. El otro desaparece. Se vuelve cosa. Avatar.

La comunicación digital es una comunicación sin cuerpo, sin mirada, sin tacto. Todo es palabra sin carne. Simulación de encuentro. Un simulacro amable, eficiente… pero vacío.

Han va más lejos: el animal neoliberal ya no necesita látigo. Se azota solo. Porque cree que eso lo hace libre. Y así nos transformamos en empresarios de nosotros mismos, explotadores de nuestra propia vida. Creemos que nos estamos realizando, pero en realidad nos estamos explotando.

En ese paisaje sin fiestas ni divinidad, el tiempo se vuelve plano. Puro rendimiento, pura productividad. La vida se vuelve un Excel eterno. Todo se mide. Todo se monetiza. Todo se produce. ¿Y el alma? ¿Y la comunidad?

La fiesta, dice Han, crea comunidad. Y no cualquier comunidad: una que vibra, que se entrega, que trasciende. Pero si no hay fiesta, no hay intensidad. Y sin intensidad, tampoco hay esperanza.

La esperanza… ¡ah! Han le da un lugar sagrado. No es optimismo barato. No es pensar que todo va a salir bien. Es saber que algo tiene sentido, incluso si no sale bien. La esperanza es la matrona de lo nuevo. Lo que nos empuja a cruzar la noche. Es profética. Nos conecta con el futuro, y a veces con lo divino. Y claro: el capitalismo, que todo lo digiere, también quiere digerir la esperanza. Pero esta resiste.

El miedo, en cambio, sí le sirve al sistema. Es el combustible perfecto para producir más, competir más, rendir más. En el fondo, lo que Han dice es brutal: el régimen neoliberal es un régimen del miedo. Y el miedo aísla. Divide. Nos vuelve enemigos unos de otros. Por eso las redes sociales –paradoja final– están desintegrando lo social.

Al final, uno cierra el libro de Han con una sensación extraña. Como si hubiera escuchado una pieza de Bach en una ciudad invadida por notificaciones. Como si la filosofía fuera eso que uno apenas escucha en medio del ruido. Como si pensar, hoy, fuera un acto de resistencia. O mejor: una esperanza con tono propio.


Nota: with a little bit of help from chatGPT, a partir de mis notas del libro.

5 comentarios:

  1. Anónimo9:35 a.m.

    Hola Gabriel, es curioso como todos parecemos estar de acuerdo en el diagnostico y sin embargo cada día profundizamos más en el mortal silencio de las redes.
    Recuerdo que alguna vez conversamos, de como la esperanza se construye cada segundo, como pese a escenarios adversos, cuando una persona actúa con sentido de humanidad la esperanza renace y es fuerte.
    Para esto un ejercicio muy simple:
    Pregunta a una persona que generalmente es egoista, ambiciosa, envidiosa, competitiva, cual es su visión del futuro de la humanidad, lo mas probable es que su escenario futuro sea macabro y lleno de miedos, peligros y trampas.
    Si consultas en cambio a una persona que generalmente es colaborativa, empática, afectiva y amorosa; muy probablemente su visión del futuro sea mucho mas amable, incluso si las condiciones de vida de esa persona son desfavorables en el presente.
    Asi entonces, la solución a la falta de esperanza, estaría mucho más en nosotros, vinculado directamente al que hacemos y como lo hacemos, al que somos y como somos, que en los entornos y contextos, físicos o virtuales.

    ResponderBorrar
  2. Anónimo10:11 a.m.

    Gran escritor que viene asombrando la mundo desde hace tiempo, un gran libro que leí de él es "La Expulsión de lo Diferente", que retrata perfectamente lo que suceded con las redes "sociales", donde los algoritmos "unen" a los que piensan lo mismo, cualquier divergencia en esos grupos es literalmente "expulsado", porque incomoda.
    Gracias Gabriel por este interesante comentario de Han que acaba de recibir un premio lietario importante a nivel internacional.

    Pablo Vidales
    pablo@vidales.cl

    ResponderBorrar
  3. Anónimo1:55 p.m.

    Interesante el comentario sobre Han. Hoy la comunicación entre la personas es muy fácil a través de los medios de que se dispone, pero eso no indica que lo que se dice sea real, para apreciarlo tiene que haber presencia, porque el "lenguaje corporal" afirma o desmiente lo que se está diciendo.

    ResponderBorrar
  4. Anónimo6:56 p.m.

    ¿Qué puede darle "tonalidad al pensamiento"? desde mi punto de vista antroposófico, el calor del corazón y eso solo se logra en forma presencial.

    Pablo Viales
    pablo@vidales.cl

    ResponderBorrar
  5. Anónimo10:14 a.m.

    El pensamiento sin experiencia, no tiene tono, es solo divagar mental.
    Es lo que ocurre en tictok, Instagram, divagar de la mano de un algoritmo que desentraña lo oculto, lo íntimo y te retroalimenta. Los algoritmos un demonio digital. Siempre los algoritmos se mueven en el plano horizontal, en el mundo de la formas efímeras. El algoritmo es incapaz de transportarte a la dimensión vertical, donde apareces tu de verdad.
    Las redes son la TV de los 60, tienen poder hipnótico, cuidado, es para perderse divagando. Que terrible la esclavitud digital, que te persigue con basura inconducente. Los algoritmos son el demonio invisible del siglo XXI. Ojo con lo que “piensas y buscas” hay un demonio espiando, que te ofrecerá mas, cual droga te crea adiccion, pobres cabros chicos.

    ResponderBorrar

Los comentarios de este blog son moderados; eso significa que antes de ser publicados, serán vistos y aprobados por el autor de los posteos (anda mucho bandido por las redes).
Disculpa las molestias