Intento verme como alguien que va por ahí con una como nube que lo acompaña, casi como la propia sombra, una nube que es un espacio de interpretaciones de como es el mundo, como son los otros y de que se trata todo esto de la realidad. Ahora, intentar entender todo esto como una construcción personal, distinta a la nube de ese otro que viene ahí a mi encuentro.
Cuando ando en esta, se me hace patente como el otro trata de convencerme de su visión de lo que sea, incluso de como me ve a mi.
Y mas aun, ponerle atención a las emociones, las que me poseen en cierto modo y entenderlas como predisposiciones del cuerpo a la acción o la no acción. E intentar maniobrar de manera de repensar el paradigma en que quiero estar, sabiendo de antemano que ya quiero moverme al constructivista a lo Maturana, esto en contraposición al cartesiano del mundo que está ahí y que a ver quien anda con la verdad mas verdad de lo que de verdad está ahí.
Y para que todo este enredo ? porque ? es una sensación de un mundo que se queda corto de algún lado o de todos los lados, y busco casi desesperadamente una reinterpretación que me de esperanzas y ganas de algo grande como un nuevo sueño de mundo.
Y hay olor a todo eso para mi, en los discursos de Humberto Maturana, Francisco Varela, Fernando Flores, y ahora Carlos Vignolo en el artículo "El Desarrollo como un Proceso Conversacional de Construcción de Capital Social" en el número de Julio de este año de la revista Ingeniería de Sistemas de la escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile (aun no le se link a este artículo).