Ayer fui al circo con la Andrea y mi hija Emilia. Fuimos a un buen circo, al cirque du soleil.
Recuerdo sus caras con sus cuerpos echados para adelante, con esa expresión sonriente y asombrada a la vez.
El circo se me aparece como una gran fantasía, de disfraces y colores, donde personajes de la mas variada apariencia deambulan haciendo sus malabares.
El circo también es un gran juego, donde la diversión está a la orden del día.
La música acompaña los distintos despliegues de los actores con una presencia esencial.
Pero lo que mas fue el circo para mi es la invención de cuentos sacados de la nada, incluso, estoy viendo a un tipo que saca a alguien del público y lo lleva al escenario. Todo lo que pasa no existe. Son mímicas de puertas que se abren chirreando, donde los sonidos son producidos ya sea por el mismo actor o por el equipo de sonido situado mas atrás. Al abrir la imaginaria puerta se escuchan ruidos de objetos que se caen y empieza a tomarlos uno por uno y a representar situaciones y elaborar escenas de lo más cómico muchas veces. Una realidad imaginaria, vivida, sentida, y disfrutada minuto a minuto y completamente sacada de la nada haciendo como que existe, totalmente metidos todos como si estuviera pasando; fantástico.
El circo es una construcción de la imaginación para nuestro deleite. Y que bien lo hace este equipo venido de Canada con actores, me entero, de todas partes del mundo, con sus particulares destrezas notables fruto muy probable de horas y horas de entrenamiento.
Que importantes visitantes son estos que nos visitan, y alegran nuestro escenario de vida con sus colores de fantasía.
Muy recomendable espectáculo.
La magia del circo es única y si este es de calidad, mejor aún.
ResponderBorrarLogré comprar entradas, así que espero muy pronto poder comentar al respecto. Saludos
Gabriel,
ResponderBorrarfuí con mis hijos a ver el espectáculo y es dificil saber quien quedo más maravillado con la magia. Tal como tu lo pones en tu post. La creación de esa ficción que no es ficción desde el momento que la estamos viendo y desde nuestro yo es tan realidad como cualquier otra; sin embargo nios parece mágico porque no se parece a lo que vemos todos los días y al comparar con los estándares de otros espectáculos esto sale de la "realidad".
La magia tuvo que ver con la música, los vestuarios, la alegría y la risa, la simplicidad de lo complicado - como subían y bajaban de los tubos, o colgaban de los columpios como si fuera lo más natural del mundo-, las máscaras y también con la actitud y emoción con que el público se enfrenta a este espectáculo. ¿cómo llevar ese estado emocional a otros ámbitos de nuestro quehacer a fin de mejorar nuestra calidad de vida?
¿podemos gozar y emocionar, simplificar y transformar en mágicos los momentos en el trabajo, en la casa, en la calle, en los tacos, en la política...?