Encuentro de ex alumnos del Grange

Con Juan Aviñó quedamos de encontrarnos en el Tavelli de Príncipe de Gales para llegar dos en un auto al colegio y así entrar a estacionarnos adentro sin problemas. Resultado de ello mi auto quedó cerrado en el recinto del Tavelli y Juan tuvo que llevarme hasta mi casa a primeras horas de la madrugada.

Sobre 3.000 personas se congregaron en los recintos del colegio y bajo una enorme carpa blanca puesta justo frente al frontis del edificio. Había gente de todas las generaciones y una de las sorpresas que vivimos los que nos tocó que el colegio fuera solo de hombres, fue ver muchas y estupendas mujeres deambulando, que también eran ex alumnas. De algo nos perdimos sin duda.
Salimos el 69 los de mi generación y las mujeres empezaron a aparecer en el colegio el 71, solo dos años después.

La experiencia fue más que nada emocional. Encontrarme con personas que no veo nunca, que el solo vernos moviliza emociones que terminan en apretados abrazos y miradas cercanas de reconocimiento y chequeo de no se que, de algo que tenemos en común remoto, de nuestra infancia ya lejana.

Nombres de personas que impactaron mis emociones y alegraron mi estar ahí son primero Juan Aviño, viejo amigo de coincidencias de visiones, Carlos Fernández, de recientes encuentros, Carlos Salazar, con el que quedamos de vernos, Felipe Cadiz, con el que profundizamos en como su profesión de arquitecto debiera moverse con esto de la web 2.0, Eduardo Vera, enorme humanidad, apasionado por el avance de la tecnología de las fibras ópticas y la optimización de los procesos, Enzo Cozzi, con el que siento una cercanía de encuentros pendientes, Gustavo Contesse, amigo cercano, Peter Pollak, viejo amigo, José Comadari, pelusa reformado en hombre aparentemente serio, Tury Prado, cariñoso y distante, Domingo Caram, de afectos persistentes, José Gabriel Aldea, de converación imparable, Felipe Prado, de sueños sureños, Cristian Nielsen, convocador nato, eje de tantas cosas, Pancho Lizana, que no estuvo, lo mismo que Alvaro Fischer y Jaime, si de Larraechea, afectado por una grave enfermedad, Hernán Duval, afectuoso amigo, Arriagada, un descubrimiento ahora ya viejos, artista y aviones controlador, Milton Egaña, vendedor de corbatas, Buguña, presente y sufriente, Castagnoli, italiano, apasionado, sentido un poco, Guillermo Nun, te vi pasar, Jaime Lama, mi afectuoso actual socio y tantos otros, que llenaron ese día de emociones y recuerdos que espero no olvidar muy pronto, ahora con la ayuda de este blog.

El mundo de la idolatría del dinero tambalea y nos afecta a muchos. El mundo deseado con el centro en la persona, se ve venir vaga y dificultosamente. Muchas conversaciones versaron sobre estos epicentros de los tiempos que corren.

John Scott aparece como el gran organizador para mi de una cita de gran despliegue de servicios a la entrada y en la infraestructura, y algunos olvidos en la experiencia del cliente, específicamente en los comestibles y bebestibles. Pero la experiencia global compensa y agradezco la instancia memorable.

Fue un verdadero gusto, disfruté de punta a cabo y un fuerte abrazo a los nombrados y a los no nombrados en este posteo, con los que disfruté el encuentro.

Algunas fotos son de Victor Lamas, como esta: