Qué es lo que me atrapa de este video de la Brené Brown, una doctora norteamericana en Servicio Social, que lo veo una y otra vez, como si intuyera que está hablando de cosas que son de verdad importantes.Se declara una hacker de esas cosas enredosas de nuestra interioridad, decodificarlas y entregarnos el código fuente para nosotros mejor operar.
Pone nuestra habilidad de conectarnos con los demás en el centro de lo que nos da sentido y propósito en la vida.
Inmediatamente después dice que la vergüenza es esa conducta que refleja nuestro desajuste con cumplir lo que hace falta para merecer el que el otro conecte conmigo, me quiera, decimos normalmente. Parece todo muy obvio, no?
De ahí pasa a la vulnerabilidad, esa manera de andar como en riesgo, pisando huevos quizás, no defendido, expuesto.
Y señala, solo cuando tenemos el coraje de mostrarnos de verdad como somos, confiados en que merecemos la conexión de los demás, su afecto, su valoración, es que esta se da, la conexión.
Pero hay tanta incomodidad en esta forma de andar, hay tantos sentimientos desagradables, que desarrollamos la conducta de entumecer, inhibir, todos esos sentimientos incómodos.
Y qué es lo que pasa cuando reprimimos todas las emociones dolorosas, incómodas? Bueno, que las anheladas, las de sentirse dichoso, feliz, creativo, amoroso, también se ven afectadas.
Vivimos en una cultura que adora la perfección, la guagua perfecta, el niño precioso, la persona exitosa, que se saca puros sietes. Nos sacamos grasa del trasero y la ponemos en la cara para que se vea perfecta (cirugia estética), todo ello para tener éxito en el conectar con otros, más confiadamente, sin inseguridades.
No, no es por ahí la cosa, señala ella. Imagínate si logramos de verdad aceptarnos imperfectos, equipados para arreglarnosla y salir adelante en diversos escenarios, y suficientes para merecer el ser acogidos para experiencias de conexión, nuestra verdadera ansia tras la experiencia religiosa (conexión con Dios)
Se produce también paz y armonía dentro de sí, porque se aprende a ser uno mismo en todas partes, sin necesidad de andar con caretas especiales.
ResponderBorrarEl común de las personas tiene una manera de ser en su casa, otra en la oficina, otra con los amigos, etc. Al final, la persona (que significaba máscara originalmente), ni siquiera sabe quién es.
Una vez que nos atrevemos a ser lo que somos, se acaban muchas tensiones por tratar de jugar roles según donde estemos y por mantener imágenes de lo que no somos.
i saw something similar at music search engine
ResponderBorrar