Contrata un bloguero

Para los que no lo saben, hay una nueva forma de dar a conocer lo que hace y ofrece una empresa, que es a través de un blog.

Es otra cosa, si pensamos en los habituales sitios web.

encienda la conversación

En el blog, se trata de abrir al menos la posibilidad de un diálogo con nuestros clientes, potenciales clientes e interesados, que pueden ser potenciales empleados, proveedores, incluso inversionistas.

En el blog, quien escribe es una persona con nombre y apellido. Aquí se suscribe la frase “todo lo escrito es escrito por alguien” y en este caso la identidad de quien escribe no se esconde.

Y de qué escribimos?

Normalmente partimos por presentar la empresa, que suele consistir en contar la historia desde las personas que la crearon. Puedes ver este ejemplo.

Entradas de blog que son entrevistas a clientes, normalmente clientes satisfechos, que estén dispuestos a dar la cara por la calidad de lo que han recibido.
Estas entradas son de alto impacto, a la vista de nuestros nuevos prospectos. Esto lo digo de verlo y escuchárselo a los beneficiados. Un par de ejemplos: uno y dos.

Luego, entradas de blog que reflejan una conversación con el especialista de algunos de nuestros productos, que es una forma más coloquial de presentar nuestra oferta. Siempre los brochures se pueden linkear desde ese posteo (entrada de blog), pero no es la idea que el blog sea un lugar donde colgar nuestros brochures como entradas del blog.
Un ejemplo es este.

el crecimiento de los blogs

Y así, hay otras entradas como cierres de negocios, noticias de la industria comentadas por los principales actores de nuestra empresa, reflexiones de para donde van las cosas en nuestra industria, reuniones sociales, encuentros con clientes, etc.

“Contrate un bloguero”, es una alternativa. Y que este se haga cargo de llevar este frente de difusión de lo que hace la empresa. Un frente humanizado, interactivo. ¿Sabes la potencia de los comentarios de nuestros clientes en nuestro blog?

Habrá un momento, muy probablemente, que el que contrate diga, “puedo seguir solo”, gracias. Y hasta ahí llegan los servicios del bloguero, salvo que después lo vuelvan a contratar por que solo no lo logran (ya me ha pasado).