No es fácil leer a Maturana.
Pero cuando lo logras, su valor es enorme.
Humberto Maturana |
Bueno, esa es la primera presa a digerir de su planteo. La realidad no es tal. La vemos como la vemos desde la cultura en que estoy parado, desde el lenguajeo en que estoy inmerso. La realidad la producimos en el lenguaje; es una construcción mental.
Cuando logramos entender este concepto, que se asienta en una aguda reflexión respecto de la biología que nos constituye como observadores, dejamos de pelear sobre quien tiene la razón y pasamos al paradigma del observador entre paréntesis, en el lenguaje de Maturana.
Un trabajo, en este sentido, el de pasar de ser un observador sin paréntesis a un observador con paréntesis; es tal el cambio, que los problemas actuales desaparecen (otros probablemente aparezcan), el mundo y sus posibilidades cambian.
Otro punto central del planteamiento de Humberto Maturana es el hecho de estar inmersos en una cultura occidental, que sobrevalora la razón y desprecia las emociones.
Siendo que son las emociones el motor de todo lo que hacemos, incluso de como pensamos. Y de ello no somos conscientes. Grave.
El coaching que realizo, después de la lectura de este libro, lo profundizaré en la toma de conciencia de las emociones que andan siempre por ahí solapadamente.
Tomar conciencia de ellas, nos hace más responsables, si además las entendemos como nuestro motor motivacional.
Y no se si aun logro darme cuenta que el excesivo explicar mis decisiones y acciones desde la razón, me hace ser irresponsable de ellas, pues es la razón su justificación, razón que es independiente de mi, y no mis emociones. Mas responsabilidad; interesante.
Y para terminar destaco otro aspecto del planteamiento de Maturana y que tiene que ver con el tipo de pensamiento que usamos, que es el causal ingenieril, que se especializa es buscar la eficacia en el actuar local, en la cosa ahí. Y nos falta el pensamiento holístico, que él llama analógico sistémico, que nos regala revelaciones más allá de la circunstancia particular, al que también llama pensamiento poético.
Nuestra manera de pensar, sublimada probablemente por la revolución científica, nos alejó de la sabiduría de la mirada global, sistémica del cosmos del que formamos parte, y de nuestro origen constitutivo, del tipo de mamífero en el lenguaje que somos, asentados en la emoción del amor.
Hay mucho que hacer sin duda, después de esta voz de alerta de Maturana, así que puedes empezar por bancarte este arsenal de pistas que nos deja Humberto, grande y sabio pensador chileno.
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