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lunes, febrero 03, 2014

Proceso de salir del closet

Nos reunimos por primera vez, a instancias de su hermano, que estaba preocupado por él, pues no lo veía bien. Ahí me confesó que el hermano no sabía que su drama es que había iniciado el proceso de salir del clóset y asumir su condición de gay; finalmente, a sus cuarenta y tantos años.

Un buen tiempo después, es un hombre feliz como pocos, enamorado y diría, completamente asumido.

Acompañar un proceso de este tipo, ha sido una de las experiencias más potentes y satisfactorias que he tenido en mi actividad como coach.

El sufrimiento, el vivir escondiendo el ser, sabiendo que "está mal" y no solo eso, sino que puede ser agredido, ofendido, humillado, lo hacen de las disposiciones vitales más duras.

He llegado a la conclusión, que la metáfora de salir del clóset sirve para muchos casos. Personas que no saben quienes son, salir del clóset es descubrirse, descubrir su pasión por ejemplo, descubrir que es lo suyo, que quiere en la vida, a quien quiere de verdad, son salidas del clóset diversas.

Lo medular del proceso de ser acompañante de este proceso es ser una real instancia de aceptación del ser que es el otro; un alentador, una voz a atreverse, a aceptarse él mismo, que diría es quizás lo más difícil y duro del proceso. Habiéndose aceptado él mismo, tiene el 60 o 70% del trabajo hecho.

Pero esto no es solo un proceso personal, por lo social que somos. Serán las conversaciones con los cercanos, con la familia, los amigos, los colegas en el trabajo. Lo bueno es que en los tiempos que corren, las sorpresas son una detrás de la otra, en el sentido que no todos rechazan al gay; ya está bastante propagado en estas latitudes, una acogida verdadera al homosexual. Esto es una gran cosa.

Los más duros de bancarse, son los padres, que normalmente diría, dado que fueron adoctrinados en otra época, no les será nada de fácil acoger a un hijo gay. Habrán frases tan duras como, muerta antes de aceptar tener un hijo homosexual, no te das cuenta que es anti-natura.

Pero los tiempos han cambiado y las conversaciones de esos padres con sus amigos, cercanos, pueden causar un milagro. Como fue el caso de este coachee con que trabajé.
Después de este padre haber renegado, haber amenazado, haber expresado la perdición que esta condición implicaba, llega un día en que nos sorprende a todos, con una invitación a comer, con todos sus hermanos con sus parejas; ah, y ven con tu pololo ... guau !

A la distancia, honro el proceso de ese padre, que fue capaz de ese gesto, con quien sabe que proceso interno, por el que le saco el sombrero y espero tropezarme con él para abrazarlo y felicitarlo, sin más.

Una de la etapas más importantes quizás de este proceso, fue la relación de pareja que logró, pues esta pareja si que está asumida y fue yo diría, el mejor apuntalador de todo el proceso. El amor es más grande, decía alguien, y gracias a él todo se logra.

Me siento feliz y honrado de haber acompañado este hermoso proceso de salir del clóset y facilitar un proceso profundo de abrazar al ser que pecha, ansia, grita, por ser. Lograrlo fue maravilloso.

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