Un punto ciego que tenemos en este tiempo de la ciencia y la tecnología, es desde donde hacemos lo que hacemos; desde que posición de consciencia.
Yo puedo estar encerrado en mi mismo, parapetado en mis creencias y miedos, y desde ahí operar en el mundo.
Puedo también ir soltando mis certezas, atento a lo que mis sentidos perciben, aguachando los miedos que la cultura podría haberme instalado, descubriendo cosas increíbles, como que mirando por un telescopio, queda claro que giramos alrededor del sol y no al revés.
Este punto de consciencia que abrió la ciencia, lidiando con la iglesia, fue un salto de consciencia histórico, que nos permitió entrar de lleno en la era industrial.
Esa fue una apertura de mente, que nos hizo dar el salto.
Después viene la apertura del corazón, que nos permite ir más allá y ponernos en los zapatos del otro, de los otros.
Esto es un poco más complicado, en una cultura individualista en que cada uno rema para lo suyo y los winners de un mercado competitivo, la llevan.
El salto de consciencia que significa ser capaz de empatizar con los otros, para ver la escena desde otras perspectivas distintas de la propia … lo cambia todo.
Cuando somos capaces de ponernos de verdad en los zapatos de los otros, lo que suele llevarnos a ejercicios de indagación, con preguntas, para saber más acerca de cómo ve el otro la realidad, no nos deja indiferentes. Sucede que el impacto sobre el otro de lo que yo haga, o incluso cuan feliz es no es, termina afectándome, me importa.
Esta transformación de nivel de consciencia, es difícil de detectar. No la vemos a simple vista, desde donde el otro, los otros, están operando.
Hay un nivel más profundo aún, de nivel de consciencia; ya lo podemos llamar así sin tapujos. Que es cuando, en el presente, en silencio, escuchamos, solos o en grupos, que quiere emerger aquí.
Esta perspectiva, este nivel de consciencia o de cachativa (awareness), requiere un nivel de soltar prejuicios, juicios, cerrazones, arrogancias, cinismos, de tal nivel, que sea posible que seamos instrumentos, sujetos, de lo que quiere emerger. Entendiendo que esto es algo de un nivel superior y busca un bien superior para el todo. No solo para los otros, sino para el planeta también.
El tema de la conciencia, que es ese punto desde donde hacemos todo lo que hacemos, que a su vez es como invisible, imperceptible, somos ciegos a ello, porque la ciencia no ha podido dar cuenta de ello, porque no es pesable ni medible, es la consciencia, que es central y determinante en todo lo que hacemos y en todo lo que logramos.
Hola estimado Gabriel. Si tienes tiempo, te recomiendo, como a todos los que te siguen, ver y escuchar a Emilio Carrillo, un economista español que tiene muchos vídeos y entrega mucha información de sabiduría.
ResponderBorrarAquí te dejo un link de un vídeo donde habla justamente de consciencia.(con s).
https://youtu.be/V86s4nNhTw8
Un abrazo
Edgardo Vogel
Gracias por este link Edgardo.
BorrarFantástico lo que escribes Gabriel, muy cierto todo
ResponderBorrarUna vez sintonizados creamos algo asi como una supraconciencia donde comenzamos a tocar una obra maestra quizas sin darnos mucha cuenta de ello? Y un escalon mas arriba seria que los miedos temores y prejuicios de cada uno se vayan diluyendo en la medida que comenzamos a escucharnos entre todos?
ResponderBorrarMuy interesante Gabriel.
ResponderBorrarSaludos