Pero no es así. Vemos mundos distintos y a veces impresionantemente distintos.
Otto Scharmer |
La conclusión es que al mirar al mundo, no debemos excluírnos de la escena. Somos parte de lo que estamos viendo.
Y si queremos cambiar el mundo, parece ser que tenemos que partir por cambiar nosotros.
Nos hemos descuidado tanto de vernos a nosotros mismos, que no sabemos quienes somos, ni qué es lo nuestro, y ni siquiera que nos pasa a nosotros con todo lo que vemos, aprendemos y enfrentamos. Aprendemos para obtener certificados para el mundo y no por la transformación de la experiencia que nos aporta.
Tenemos que dar vuelta la punta del telescopio y enfocarlo en nosotros por un tiempo, si queremos dar el paso que hace falta, que es cambiar este mundo, que se nos está yendo de las manos.
Cómo esta ceguera ? Muy simple; cómo saber que estás viendo tu, si nuestros instrumentos de medida solo aplicaban al mundo y no a como vemos. No hay manera de saberlo.
Si tu y yo estamos escuchando un concierto, como saber de la experiencia auditiva que cada uno está teniendo ? Cual es nuestra experiencia de escuchar, no hay manera de medirlo.
Y en nuestro paradigma, “si no se puede medir, no existe”. Y nos quedamos ciegos de todo aquello.
Nos hemos pasado la vida peleando con los otros, que insisten en posiciones tan absurdas, que no entienden ?
No pues, como van a entender si ni ellos ni tú han considerado que ven la realidad de distinta manera, porque son observadores distintos.
Y por eso el conversar suele ser tan agotador. Incluso evitamos conversar en serio y nos dedicamos a solo hablar superficialidades, lugares comunes o lo que dice la prensa, medio al que le damos autoridad, porque a nosotros no nos la damos.
Te imaginas lo que sería conversar teniendo en consideración que cada uno de los presentes ve y escucha la realidad de distinta manera ?
Bueno, te anticipo dos cosas, que conversar teniendo eso presente, con una buena calidad de escucha, podría ser tremendamente generativo y nadie saldría cansado de ello, e incluso, no te extrañe, si las personas salen de esas conversaciones, transformadas.
No se porqué me tinca que las empresas empezarán a querer desarrollar estas habilidades conversacionales, más temprano que tarde. Y para eso, los coaches son los más preparados.
Excelente reflexión Gabriel........muy de acuerdo....bueno , desde mi mirada personal
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