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miércoles, enero 17, 2018

Libro Aprender a aprender y la navegación de los Estados de Ánimo de Gloria Flores

Este libro se lo escuché en primer lugar a Fernando Flores, padre de Gloria, en una conversación a la que asistí entre Flores y Cristian Warnken, en la casa central de la universidad Católica.
Recuerdo que le hizo bastante publicidad y usó el argumento de este libro para basurear a Harari, pues con su libro Homo Deus, él consideraba afectaba el estado de ánimo de la peor forma posible.
Puso a los estados de ánimo en el radar de mi mirada.

Y fue poco tiempo después, que Isaquino Benadof me ofreció prestado el libro de Gloria Flores, a cambio de otro libro que habíamos estado comentando.
Lo empecé altiro y le di la segunda pasada a la orilla del lago Pirihueico, en mis vacaciones que acabo de terminar.

Este libro me recordó una época en que visualicé que la pasión por aprender la habíamos perdido en la formación escolar y hacia falta recuperarla, por lo que salí a ofrecer a las empresas una oferta que consistía en ayudar a las personas a recuperar la pasión por aprender. No vendí nada, recuerdo.

Gloria desmenuza lo que nos pasa dentro cuando vamos, o intentamos ir, en la dirección de aprender algo. Hay dos cosas pasando adentro, una son emociones, que muchas veces ni recabamos mayormente en ellas, sino en el pensamiento que gatillan. Claro, el hilamiento mental, racional, que hacemos, pareciera explicar porque avanzamos o retrocedemos, en esto de ir al proceso de aprender.

Pareciera que en algún momento de nuestras vidas se establecieron ciertos estándares. Qué es ser bueno para las matemáticas, por ejemplo, ocurre tempranamente, cuando vemos que comparativamente con nuestros compañeros de cursos, somos más rápidos o más lentos en comprender un nuevo concepto. Algo nos hace decir, no, soy malo para las matemáticas. Vi que era más lento o me costaba más que a mis compañeros. Ahí se fija el estándar. Y de ahí salta de inmediato el juicio: soy malo para las matemáticas.

Ese juicio, estaría detrás de cierta disposición emocional, cierto estado de ánimo, que me invade cada vez que detecto que para seguir adelante en un aprendizaje, necesito disponer de habilidades matemáticas.
No, esto no es para mi, pues soy malo para las matemáticas, dirá nuestro pensamiento. Y lo que estará ahí presente con fuerza, es un cierto estado de ánimo.

Necesitamos mirar, poner atención, a los estados de ánimo que experimentamos y que generamos.
Ellos son la causa principal de como nos va, en muchas cosas, y el aprender es una de ellas.
Hay estados de ánimo que favorecen los logros y estados de ánimo que simplemente los bloquean.
Gestionar estados de ánimo, pasa a ser una habilidad posible poderosa.

En el proceso de aprender, del que en el libro se habla bastante, aparece este gráfico que me parece muy ilustrativo, tanto de las etapas del proceso de aprendizaje, como de los estados de ánimo que favorecen avanzar como de los que lo perjudican:


La ambición, el asombro, la autoconfianza, la determinación, la paciencia, la serenidad, la perplejidad, son estados de ánimo que favorecen lo que sea que estamos emprendiendo, incluso el aprender.

En cambio, la confusión, el aburrimiento, la impaciencia, la arrogancia, la resignación, la desconfianza, la frustración, la inseguridad, el agobio, son estados de ánimo que perjudican lo que sea que estamos emprendiendo, incluso el aprender.

Ahora, el punto es cómo nos movemos del uno al otro ? Bueno pues, mirando los juicios y estándares que subyacen. Cuestionándolos, revisándolos, a veces yendo al pasado, hasta desafiarlo y transformarlo.
Necesitamos el estado de ánimo adecuado para avanzar. Sino, seguiremos pegados. Por eso, pienso, Fernando Flores le dio a Harari. No me lo explico de otra forma.

Un libro, el de Gloria Flores, que me parece excelente. Incluso pensé en que sería bueno ponerlo en los currículos escolares, pues muchas cosas serían distintas, si supiéramos de estas cosas y tuviéramos las habilidades que en este libro se promueven, para gestionar estados de ánimo.

Referencia:

2 comentarios:

  1. Yo creo que ud.haría bien con algunas sesiones en mi escuela. Yo soy un busquilla. Me gustaría aprender más sobre el tema.

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