Cerca de 600 páginas de lectura, de un Thomas Frieman locuaz y enterado del mundo que habita, desde su trabajo como columnista de amplio espectro, del NewYork Times.
Es un libro que te sitúa en la época en que vivimos. Aparece Trump, en su primera etapa de gobierno y aparece el Brexit. Osea bastante actual además.
Estamos en medio de una época de aceleraciones; no hay tiempo para nada y por eso el título del libro, "Gracias por llegar tarde", porque me has permitido unos minutitos para mi, que si no es por ello, no tengo.
Por eso también digo, que quien en estos tiempos tiene tiempo, es el verdadero rico. Y yo soy uno de ellos.
La tecnología crece a la velocidad de la Ley de Moore. Osea, cada 18 meses, el doble por el mismo precio. Esto de el doble y luego el doble, nos recuerda esa historia de un rey de la India que le ofrece al que inventó el ajedrez, con lo que le hizo un gran servicio, que pidiera lo que quisiera. Y él pide, arroz; tanto como pueda poner en un tablero de ajedrez, partiendo por un grano en el primer casillero y luego el doble cada vez. La cifra era imposible, por la aceleración que esta matemática produce.
A ese ritmo venimos estando y ya hace rato, en cuanto al desarrollo tecnológico en tantas áreas.
Que implica eso ? Que lo que aprendiste en la universidad, si tienes mi edad, seguro, completamente seguro, está todo obsoleto. Por lo tanto el título de Ingeniero que en esa oportunidad obtuviste, hoy vale literalmente, nada. (link)
25 millones de puestos de trabajo se esfuman de aquí a 10 años; algo así. Serán reemplazados por robots, software, algoritmos. Punto. Preocúpate.
Lo primero es despabilarse. Los reacios a la tecnología, que se la piensen; serán barridos, quedarán obsoletos, muy probablemente. Salvo que sean artistas o algo así.
Esto de ir al colegio y luego a la universidad a aprender y luego a trabajar y producir; se acabó. Tendremos que aprender, sin parar, toda la vida. Mantenernos en permanente formación.
Otra aceleración es la de los flujos, de los mercados, de la globalización. Trump está pisando el pedal del freno aquí, pero a nivel planetario, parece que la velocidad de los flujos acelera más y más. Pienso en la información que fluye por las redes, el comercio que hoy amenaza incluso a los Malls, cuando puedes comprar todo online, incluso desde China. Me compré una cuchara de pesca en China por dos chauchas y me llegó; demoró, pero llego.
Y qué decir de las migraciones.
El mundo se está poniendo cada vez más complejo. Tenemos que aprender como resolver problemas en sistemas complejos; por ejemplo en una ciudad.
Otro frente de aceleración, señala Thomas Friedman, es la de la desestabilización climática. Aprendí en este libro que la guerra de Siria partió con una gran sequía que transformó tierras cultivables, de un amplio territorio, en un desierto. La gente se fue a las ciudades y el gobierno no pudo, no supo, lidiar con esto. Y esa gente se radicalizó. Anda metiéndole ingredientes a ese escenario y la cosa llegó a como está, en cuanto a la guerra que ahí se libra y a las migraciones que desencadenó hacia Europa.
Misma cosa en África. Sequías en la zona subsahariana, aumento de la pobreza, e incluso aumento increíble de la población (cuesta entender esta parte), para que las oleadas de migración hacia Europa desde países como Libia, tengan a gobiernos del sur de Europa, colapsados.
Todo empieza, según este enfoque con el cambio climático, un tema que Trump se niega a asumir.
Thomas Friedamn, aparte de locuaz es optimista. Interesante combinación en el contexto de esta convulsionada visión del planeta.
Pone su optimismo en el desarrollo de las comunidades y en sus lideres. Lo ve tanto y en tantas partes.
Apunta al legado que la naturaleza nos ha dejado en su largo trayecto, pues ha sabido sobrevivir a tantos avatares. Las comunidades debieran aprender de la naturaleza como se hace para lidiar con la complejidad.
Toma como ejemplo su ciudad de origen, Minneapolis, en el norte de EEUU. Ahí se formó, en medio de una comunidad judía, integrada con varias otras culturas, gracias a la activa participación de la comunidad, los empresarios y las entidades de gobierno. Y de ahí se fue al mundo a trabajar como periodista en Medio Oriente. Y apara allá volvió, para terminar este libro, después de haberse recorrido el centro sur del país, que más votó por Trump.
Y viendo la diversidad de ciudades, unas prósperas y otras en franco deterioro, cómo las personas, su nivel de integración y su capacidad de constituirse en nutritivas comunidades y sus líderes, son capaces de enfrentar cualquier adversidad.
Un libro para entender mejor el mundo en que vivimos, que aparte te deja un enterado optimismo, que vale la pena.
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