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jueves, noviembre 05, 2020

Sergio Herrera, compra venta de autos

Lo conocí porque me lo recomendaron. Le había ayudado a vender el auto a mi suegra. Muy confiable y económicamente razonable, fueron las señas que me llegaron.

Lo abordé (julio 2018). Quería vender tres autos y comprar uno de mejor nivel.
Se hizo cargo de todo, impecablemente. A mi entera satisfacción. Por eso lo recomiendo y por eso, lo entrevisté para este posteo.

Sergio Herrera Rojas, tiene en este momento 74 años, felizmente casado con María Inés Valenzuela Palomo, dos hijos, que lo han hecho abuelo de tres nietos ya adultos: Lucas (21), Pedro (18) y Juan (15). Estos nietos son muy importantes para él.

Estudió en el colegio Calasanz, de los curas escolapios. Era un porro rematado, cree que por una fuerte dislexia, nunca diagnosticada. Repitió tres veces cuarto año de humanidades, así que terminó sus estudios escolares, después, en forma vespertina. Mucho influyó para que lo hiciera, su mujer.

Se ha pasado la vida vacacionando en los campos de su familia y luego de los de la familia de su mujer; ambos, en el vecindario de Rancagua. Por eso tiene un tipo, un estilo, de huaso de campo, a mi parecer. Mientras lo entrevistaba me lo imaginaba vestido de huaso.
Lo que más le gusta es arrancarse al campo, a pesar de ser nacido y criado en Santiago.

Allá en el campo, cuando joven, operando una máquina desgranadora de maíz, en un descuido tremendo, pierde dos medios dedos de la mano derecha.
Bromea un poco con esta herida de guerra, pero me muestra como lo le impide escribir sin problemas con lápiz a pasta.

Su tío Boris Blanco, en ese tiempo gerente general del Banco Sudamericano, tenía una pequeña Distribuidora de electrodomésticos, en el paradero 18 de Gran Avenida. Lo invitó a trabajar para él y para allá partió. A la venta se dedicó, oficio qué nunca jamás abandonó en toda su vida; el oficio de la venta.

De ahí pasó a trabajar en Abastible, también en ventas, donde estuvo más de 20 años. Vendía gas e instalaciones. La empresa se divide en dos y él sigue en Enadi.

Nombra a Juan Manuel Richuili, gerente general de Colun, pues de Enadi pasa a trabajar a Colún, donde se va enterando del mundo de la comercialización de quesos. Partió vendiendo a locales comerciales y terminó haciéndolo a cadenas de supermercados.

Estará en Colún unos 4 años para pasar a continuación al Tattersall, donde trabajó muy cerca del martillero Carlos Portaluppi.
Fue desde esta experiencia y las redes que ya disponía que se le despierta el bichito por ser empresario y se independiza.

Y se dedica a la comercialización de quesos. Ahí descubrió la importancia de lo que era tener una marca, cosa que él no tenía. Tuvo que empezar a dar crédito y fue esa variante la que lo fue estrangulando. Destaca haber sido proveedor exclusivo de La Fuente Suiza de Irarrazabal, qué consumía muchísimo queso.
Bueno, a los dos años, tuvo que evacuar el barco, pagar todas las deudas y dedicarse, como buen jubilado ya, mal pagado, a lo que está en la actualidad.

La compra venta de autos, gota a gota, la venía ejerciendo, desde hace unos 20 años, me dice.
Esta historia le permite conocer todo el teje y maneje del negocio. Publica la información de los autos de que dispone en Chileautos (le cobra el 1% del valor del auto) y en Yapo ($ 8.000 por auto). Y tiene una red de maestros, económicos, que le ayudan a dejar el auto en la mejor forma, para su venta.

Sergio es un tipo afable, confiable y cercano. Se declara feliz y agradecido de la vida.
Políticamente de centro, es muy religioso, de los pocos que van quedando en su familia, de misa dominguera, muy afectado por todas las chambonadas de la iglesia.

Veraneó toda su vida en Lican Ray, donde tiene un tío cura, de los buenos, Arnoldo Castro Iturriaga.
Ah, y es ministro de comunión.

Recorta un 5% de comisión para él del valor de la transacción y con ello paga sus costos de publicación. No tiene local de ventas propiamente tal. Opera, se podría decir por las redes sociales.
Es un tipo honesto, que recomiendo sin más. Me cuenta que recién, un cliente le pasó su auto, con todos los papeles firmados, para qué se lo vendiera y se fue a vivir fuera de Chile. Así confían en él sus clientes y amigos.

Sergio, fue un gusto conocerte.

(para contactarlo: 9 9757-5816  herrerarojas.sergio@gmail.com)

6 comentarios:

  1. Gran hombre, que de acuerdo a tus comentarios no le ha sido fácil su caminar. Muy esforzado y trabajador y eso debe tener su recompensa y que hoy sus nietos son una de las razones de vida.
    Indudablemente quedará en mis contactos para que cuando tenga que comercializar autos sea él el que pueda llevarse esa "comisión".

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  2. Otra cosa, su nieto Lucas Silva (9 7795-2724) se hace el trámite de la revisión técnica. Tienes que confiar en él puedes debes pasarle el auto con as llaves, por supuesto. Esta es una economía de la confianza, un recurso escaso en Chile.

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  3. me habría gustado saber antes! justo en estos días compré un coche nuevo porque no tenía en quien confiar para comprar un coche usado. en todo caso bueno saberlo! si lo recomienda gabriel, estoy seguro que es confiable! un abrazo!

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  4. Interesante cómo se confía en la recomendación de alguien que declaramos confiable, me surgió del comentario de Rodolfo

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  5. Muy buen dato. Lo tendre en cuenta en el proximo cambio que pronto quiero hacer.

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  6. Gracias Gabriel por el dato. Lo contactaré, pues quiero vender mi viejo, pero impecable BMW 328i.

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