Vuelvo a decirlo, aquí no hago un resumen del libro, sino que comparto lo que me pasó con el libro, lo que se me adhirió, las cosas que me provocó pensar.
In libro denso, espeso, académico, con demasiadas referencias a lo que otros autores piensan de esto y aquello.
Imagino a Carlos Peña como un académico, ratón de biblioteca, que se lo ha leído todo y puchas que sabe.
Por eso mismo, fue para mi una clase magistral de muchos temas, de los que no sabía. Es un libro por el que pasé dos veces y podría pasar una tercera, para capturar aún más sus contenidos.
Yo escucho que trata de dos temas básicamente: porqué tuvimos el estallido social del 18/Oct/2019 y de qué estamos hablando cuando nos ponemos por delante re escribir una Constitución para nosotros.
Lo que produjo el estallido social es un movimiento social, nos dice Carlos Peña. Los movimientos sociales se producen cuando un sentimiento, con alguna reflexión, llega a un cierto nivel, que no resiste no salir a la calle a vociferar su protesta y consigue la masa crítica para que esto prenda.
Somos un país que ha logrado muchas cosas en los últimos treinta años, suficientes para que muchos simplemente, cuando la cosa estalló, no entendiéramos nada. Qué es esto ? Por qué está pasando ?
Y nos pusimos a escuchar noticias, conversar y leer literatura que fue saliendo, intentando explicar lo que había pasado y estaba pasando.
Peña nos enseña que la modernización Capitalista, crea una forma de colaborar abstracta, de reducida interacción humana, moviéndonos hacia la prosperidad y la vez destruyendo los lazos que conforman la comunidad.
Nuestro mundo nos obliga ahora a editar, dice él, nuestras vidas; a diseñar el tipo de vida y el tipo de personas que se nos ocurra, de acuerdo a nuestra subjetividad. Una tarea la verdad enorme, con la que cada uno debe lidiar bastante solo.
Ello ya conlleva un malestar.
Otra variable de este modelo de economía y sociedad, es la meritocracia. Básicamente, a mayores esfuerzos y capacidades, mayores logros. Logros en posiciones, poder y riqueza.
Peña reflexiona mucho sobre los diversos bordes de esta meritocracia, llegando a decir que ella nos puede llevar a decir que los que están arriba se lo merecen y los que están abajo, también se lo merecen. Osea, si te va mal, es culpa tuya.
Más malestar.
Cuando ya empieza a hablar de la nueva Constitución y a ilustrarnos sobre sus bemoles, me entero que hacia atrás no se cultivó una sociedad multicultural, sino que se creó una educación básica y media, para todos por parejo, aunque fueras pueblo originario, bastante buena, pero alineada a una sola y exclusiva forma cultural. Eso para mi fue nuevo.
Y claro, la nueva Constitución, debiera, según nuestros actuales ideales, promover el multiculturalismo y la inclusión.
Tema aparte fue tratar el tema de las elites, los más favorecidos. Autores a los que refiere, dicen que siempre ocurre, que pequeños grupos se van haciendo del poder y subyugan a la gran masa. Y nosotros no seriamos excepción.
Antes, los que accedían a esa elite, eran los que tenían atributos adscritos, dice él, por herencia, apellido y cosas así. Hoy sería por mérito, trabajo duro y capacidad.
Pero, lo que no dice Carlos Peña, o si lo dice no lo dice suficientemente fuerte, es la existencia creciente en Chile, de prácticas de abuso, favoritismo, o simplemente, el robo o usurpación.
Lo vimos tantas veces, por los medios de comunicación. Instituciones antes prestigiadas, en que sus altos mandos, simplemente robaban, abusaban sexualmente. Empresas que se coludían, robándole en definitiva a los clientes, a los pobres. Personas poderosas, que financiaban a los políticos, para que diseñaran leyes a su pinta. Y nosotros, tipos de a pie, mirando así nomás, sin decir ni pío, o quizás algún comentario a un amigo.
Hasta que la cosa estalló, se salió de madre, se fue a la cresta.
Qué hacemos ?? Hagamos una nueva Constitución ! Y parece que eso calmó las aguas.
La idea es que en esa nueva Constitución, entre otras cosas, a todos estos coludidos o sobornadores de la política, se los trate de verdad duramente, y no solo se los mande a clases de ética, lo que en definitiva fue una burla para la población, que por mucho menos, lo pasa realmente mal.
Aprendí que la Constitución regula cómo se accede al poder. Y que la Constitución pone normas que restringen .. a las mayorías. Cuida ciertos principios o valores, que los avatares políticos de algún momento, quisieran transgredir. Por ejemplo, los derechos humanos.
Y que el Tribunal Constitucional, que regula o controla, que los qué hacen las leyes, o las ejecutan, no transgredan la Constitución.
Estamos en el medio de una pandemia, buena parte de la población guardados en sus casas, y por ello la crisis social en suspenso.
La pandemia y las mejoras en el clima que nuestra restringida contaminación favorece, nos están haciendo, a todos, reflexionar, sobre el tipo de vida, el tipo de sociedad, que queremos tener o mantener, cuando estemos de vuelta.
En definitiva, el libro de Carlos Peña, te demanda cabeceo, te enseña mucho, te hace pensar, una cosa que dice, en nuestros tiempos poco se practica.
Interesante tus apreciaciones y comparto varias. Gracias x compartir
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