Leer este libro es meterse de lleno en un campo de concentración alemán de la segunda guerra mundial.
El protagonista de este trance, es Viktor Frankl, un médico psiquiatra austriaco, nacido en Viena. En septiembre del año 42 es deportado junto a su mujer y sus padres, a un campo de concentración; estará ahí hasta el final de la guerra (1945).
Su relato comienza con la llegado a Auschwitz, donde describe la experiencia de shock del arribo, en que hay un alemán que de pie, con una mano apoyando por el codo a la otra, que a la altura de la cara indica a cada persona que pasa frente a él, si va a la derecha o a la izquierda. Está seleccionando a los aptos para el trabajo duro y a los no aptos, qué se van directo a la cámara de gas y crematorio. Se les dice que van a bañarse, para lo cual incluso a cada persona le pasan un jabón, después que se han desnudado y dejado todas sus pertenencias afuera.
Macabro. Dice que 1 de cada 28 personas que entran a estos campos, sobrevive. Es una moderna industria del exterminio.
Cómo fue eso posible ??
Fueron 6 millones.
La segunda parte del libro, trata de cómo es la vida, el día a día en el campo. Tremendo. El maltrato es brutal. Los golpes e insultos son diarios. Visten verdaderos harapos. Duermen tirados en barracas, apiñados unos con otros para retener parte del calor humano. Deben estar listos muy temprano, para caminar hasta los lugares distantes donde deberán trabajar 12 horas al día. Zapatos sin calcetines; muchos a pata pelada, sobre la nieve en invierno. Una sopa aguada y media marraqueta dura al día; los mantenían en la inanición. Cualquier traspié, es una golpiza.
Frankl describe como la psiquis se adapta a este entorno. La apatía emocional, la irritabilidad contenida, con el foco solo en sobrevivir.
Todos los días muchos mueren, enferman o se suicidan.
La tercera parte, la liberación, ocurre en el campo Dachau, donde fue trasladado. Cómo logró llegar hasta ese día es un verdadero milagro. Los alemanes querían matar a todos los prisioneros antes de que el frente de batalla pasara por el campo. Se llevaron a muchos pero él zafó.
Los primeros momentos de libertad, son catatónicos. No saben adaptarse, la psiquis no computa, incluso se desorientan y pueden hacer cosas peligrosas para ellos mismos.
Leer este libro es tremendo, durísimo. La mujer de Viktor y sus padres mueren; se entera después.
Viktor Frankl desarrolló un producto de esta experiencia, una teoría o más bien una metodología de psicoterapia, que llamará Logoterapia. Logo tiene que ver con sentido, propósito, espíritu.
En vez de mirar al pasado y hurgar en la profundidad del ser presente, lo que hace es mirar hacia el futuro.
Viktor Frankl |
Se dio cuenta que los que tenían un propósito en el campo de concentración, los que le daban un sentido a sus vidas o al sufrimiento, eran los que sobrevivían. Los demás morían simplemente. De ahí la importancia que le dio a esta dimensión de la vida humana.
Después de establecer nuestro propósito, es importante hacerse responsable de el. Lo dice con tanta fuerza, esto de la responsabilidad, que recomienda poner en Nueva York, frente a la estatua de la Libertad, una estatua de la responsabilidad.
Cuando nuestra voluntad de sentido flaquea y no damos con un propósito, solemos irnos por la voluntad de poder, que puede derivar en la voluntad de tener dinero. Cuando estas también fallan, la voluntad de placer, toma el territorio, y cuando el vacío existencial es muy grande, la líbido sexual puede ponerse obsesiva.
Un libro pequeño, potente, que te hace pensar y sugiere pensar en la línea del propósito de nuestras vidas, que no deja de ser trascendente. Por eso lo recomiendo.
Ah y el propósito no está nunca dentro de uno, sino en el mundo. Cosas como la auto realización o la felicidad, son subproductos. Ojo.
Gracias por recordarme esta "joya". El Hombre en busca de sentido ha sido siempre una inspiración...y una pregunta que me he hecho cada vez que las fuerzas flaquean: cuál es mi propósito?, y al recuperar la nublada visión, automáticamente la fuerza, el coraje y la voluntad se alinean.
ResponderBorrarGracias Gabriel. Cuando este libro llegó a mis manos fue por un regalo de un amigo psicólogo que me vio deprimido y me dijo: léelo y encuentra tu propósito.
ResponderBorrarEl libro es una terapia en sí mismo!
Y es cierto: el propósito está en el mundo, con otros y no solo!
Gracias Gabriel. Excelente comentario a un notable libro. Solo revelarte una lamentable omisión, señalar que el autor y experimentador de la vivencia estuvo ahí por haber nacido en una familia judía. Te invito a escribirlo. El lapsus podría tener una lamentable y espero que errónea interpretación,. Abrazo. Teodoro Wigodski PD: afortunadamente mis ancestros vivían en Polonia en la frontera con URSS y fueron trasladados al campo de trabajo forzado en Omsk, Siberia y sobrevivieron, hasta ser liberados. La historia desde ese punto es muy larga hasta llegar mi Padre con los suyos a Santiago de Chile, obviamente registrándose como de religión Protestante.
ResponderBorrarGracias Teodoro; ya tu lo has dicho. Veo que estos temas están también en tu historia, lo que te da ciertas perspectivas, sin duda.
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