Páginas

lunes, noviembre 23, 2020

Libro Manifiesto de Gastón Soublette

Enfrentamos una megacrisis, osea una crisis a nivel planetario.
Es la civilización industrial que se está viniendo abajo, con estruendo. Y lo que la está volteando es el tipo humano que esta civilización ha producido.

Todo parte con Francis Bacon en el siglo XVII en Inglaterra. La idea es más o menos la siguiente: la verdad está en la Biblia, así que deja de buscarla en otra parte. Y concentra tus capacidades racionales para cosas útiles y concéntrate en la ciencia y la tecnología, para aumentar el bienestar de las personas y lo más importante, tu riqueza. Porque la medida de tu riqueza, es la medida de cuánto Dios te ama. 

En la pasada se mató la cultura judeo cristiana que nos daba sentido y trascendencia. Pasamos a ser masa individualista, enfocada en producir e intermediar, para luego consumir y ser usuarios pasivos; si, pasivos. Lo que impera es la racionalidad y el cálculo.
Nos transformamos en máquinas enfocadas en el rendimiento y la productividad. Es el mito del progreso.

El ser humano que somos por naturaleza, se ve escindido, anulando muchas de sus dimensiones, como la sensible, la que busca sentido y trascendencia; incluso la que piensa, se ve minimizada.
El tipo humano que esta civilización ha cultivado, es una versión muy degradada, que como tal, elige líderes que los gobiernen también de bajo nivel, muchas veces, con altos niveles de corrupción.

Este sistema favorece el negocio más que nada y por ello prospera la desmesura de grandes poderes económicos, que aparte, con sus recursos manipulan al mundo político, para que las leyes los favorezcan.
Esto produjo un desequilibrio gigantesco, con poderes económicos enormes y globales muchas veces, y una masa que nunca experimentó el progreso prometido.
Gastón Soublette, se pregunta porque este estallido social no había sucedido antes. 

Ve, en el saqueo de la naturaleza por la actividad industrial extractiva, un acto de violación semejante al de los saqueos de supermercados a lo largo del país, en los días del estallido.
Y ve también que las bondades de este progreso que a algunos favoreció, no le llegó nunca a multitudes que son los que ahora sienten los mejores ejemplos del progreso (el Metro), como algo hostil, para aquellos desplazados.

La cultura nace de un acontecimiento espiritual, señala Soublette. Así pasó con Mahoma y el mundo Árabe y Confucio en el mundo Chino clásico. El germen de nuestra cultura fue Jesucristo, que fue capaz de voltear al poderoso imperio romano, junto con sus conquistadores los pueblos bárbaros del norte y este.
Nuestro problema entonces, es un problema del interior, del espíritu, nuestro problema es de dimensión espiritual.

La modernidad es mecánica; necesitamos pasar a un esquema orgánico.
Le hemos dado prioridad al orden construido y hemos desechado el orden natural dado, al que hemos reducido a recursos naturales, para su explotación sin límite.
Hasta que el equilibrio del planeta que nos sostiene, empezó a reducirse, extinguirse, contraerse. No será que la pandemia es una expresión del organismo vivo que es el plantea, para extinguirnos a nosotros, el principal problema ?

Termina diciendo que tanto el Capitalismo, como el Marxismo, son expresiones de una misma cosmovisión, materialista en primer término, que usan el conocimiento para ejercer un dominio sobre las cosas conocidas para sacar provecho de ellas. En ambas el fundamento es económico.

Necesitamos iniciar una conversión espiritual y un trabajo de autosuperación psíquica, para salir de este modelo de civilización puramente económico y tecnológico. Urgentemente.

martes, noviembre 17, 2020

Libro La historia universal de Rudolf Steiner

No he soltado la hebra de Rudolf Steiner. En este libro lo dice, que es la razón de mi persistencia con él: “al parecer, las fuerzas del universo exigen una suerte de revolución, cuyo resultado tendría que ser la aspiración a una nueva espiritualidad”.

Creo, que lo que hace falta en la mega crisis en que estamos, es un cambio en el nivel de conciencia, o una nueva espiritualidad. Y es lo que decía Steiner, a principios del siglo XX, pues él murió en 1925.

En este libro, sobre la historia universal del alma, curiosamente, parte de la Atlántida. De donde migramos hacia Asia fundamentalmente, siendo Grecia una colonia tardía de esa enorme colonia que es Asia hoy día.
Esos primeros hombres no pensaban como hoy pensamos, ni tenían la memoria que hoy tenemos, que se guarda en la cabeza. Cuando algo importante sucedía, dejaban unas marcas en el lugar donde eso había sucedido, las que al volver ahí, les recordaban lo que ahí había sucedido. Es el nacimiento de los monumentos.

En ese mundo de Asia, se vivía de imaginación e imágenes. Los hombres estaban insertos en la naturaleza y convivían con los dioses. Los dioses se les aparecían, de verdad; los experimentaban. Si un tipo se echaba al suelo, cansado o a flojear, era Saturno que lo hacía hacer eso.
El yo estaba asociado a la dimensión espiritual de la persona y no al cuerpo.
Todo era espíritu.

En Grecia solo quedaba una sombra de todo esto. Eran imágenes de dioses con los que interactuaban en un tiempo pasado; solo eso. Pero sabían que más allá, en otro lado, que ya no veían, estaban esos dioses.
Las guerras de conquista de ese tiempo, eran mandadas por los dioses. Alejandro Magno, confabulado con su maestro Aristóteles, invade Asia Menor, hasta India y Egipto, para llevar de vuelta, esa espiritualidad, que ellos aún conservaban en esta forma y Asia había perdido.

En Roma, a partir de cómo el año 361 DC, gobernado por el emperador Juliano el Apóstata, simplemente la espiritualidad se extinguió.
Desde el siglo XV vivimos encerrados y aislados en lo que llamamos el alma consciente, habiendo perdido la conexión con el espíritu de la naturaleza.

Steiner postula que debemos recuperar los órganos sensibles del mundo espiritual. Para ello creó un templo en Suiza, llamado Goetheanum, donde funda una Escuela de lo que llama la ciencia espiritual.
Los nazis le queman la primera edificación, que les tomó 10 años construir. Luego construyeron la que existe en la actualidad, cerca de Dornach, en Suiza.

En esta escuela se cultiva la contemplación, la meditación y el cultivo de una medicina, agricultura y educación, bajo el paraguas de lo que hoy se llama la Antroposofía.
Han puesto al hombre al centro y a su representante, Cristo Jesús, como el símbolo que reemplaza al símbolo de la diosa que antes existía en el templo de Éfeso, Grecia.

Un libro que me costó bancarme, pues parece que mucho del conocimiento ahí vertido, viene de sus capacidades de vidente, que sospecho Steiner tuvo.

domingo, noviembre 08, 2020

Qué escucho de Gastón Soublette entrevistado por Cristian Warnken

Que esta civilización industrial, que nació en el mundo anglosajón hace cuatro siglos, se está desplomando. Enfrentamos una mega crisis, que es global.

Se trata de una ideología basada en la economía y la técnica, que ha prestado servicios innegables, pero al costo de destruir el tejido social que conforma la cultura humana y está próxima a destruir la posibilidad de la vida humana en el planeta.

Transformó el tejido social de los pueblos con sus culturas, en masas de trabajadores consumidores, de individuos egoístas.
Con ello dañó una forma de vida verdaderamente humana.

Toca un cambio de paradigma. Un cambio de paradigma que no se puede planificar.
Se producirá, de hecho se está produciendo, en la base, en el pueblo.
Es la vida que se defiende a sí misma.

Una nueva Constitución, siendo un paso necesario, no producirá el cambio de paradigma que hace falta.

Perdimos la cultura, que es la estructura espiritual de los pueblos. Se nos evaporó la espiritualidad. Es tras ella que debemos ir y ella ocurre en nuestro interior exclusivamente.

La cultura que nos gobierna, que es racional, centrada en el interés, el rinde y el cálculo, nos tiene atrapados en el mito del progreso, de crecimiento sin freno, que nos está llevando a la destrucción.

Tanto el comunismo como el capitalismo están basados en concepciones de dominio, que buscan sacar el máximo provecho a los recursos naturales y a los recursos humanos.

Hace falta una conversión espiritual que se gesta en el corazón humano.

Nuestra civilización está gravemente enferma y parece que empezamos a darnos cuenta de ello. Los procesos de transformación se mueven en dos planos, el consciente y el inconsciente. Algo sabemos del consciente; pocazo del inconsciente.

¿ Comparto esto ? Si.

Referencia:

sábado, noviembre 07, 2020

Libro Un verdor terrible de Benjamín Labatut

Venía recomendado, en nuestros almuerzos quincenales, por Osvaldo Schaerer; no podía dejar de leerlo.
Genios de las matemáticas y la ciencia, de principios del siglo XX, que cambiaron la historia, ganaron premios nobeles, que Labatut expone con un fuerte componente de la humanidad que eran, lo que lo hace de lo más entretenido.

Labatut
Nadie se salva de zonas oscuras y algunas muy oscuras.
El peor para mi gusto es Fritz Haber, un genio de la química, que logra sintetizar el salitre sintético, extrayendo el Nitrógeno del aire. Y nos cagó; el negocio chileno del salitre se fue a las pailas. Gran impacto. Fue la presión de la primera guerra mundial y el bloqueo naval de Alemania por Inglaterra, que impidió llegara el salitre por mar. Bueno, de esas dificultades los hombres, y las mujeres, salen adelante con inventos impensados.
Pero Haber aparte, inventó el pesticida Zyklon, que en su versión B, fue utilizado para exterminar a todos los soldados enemigos de las trincheras, junto a todo ser vivo, del tamaño que fuera, que fuera tocado por esta terrible neblina verde.
Su mujer, también doctorada en química, no soportó que Fritz organizara una fiesta para celebrar la matanza y se pegó un tiro.

Schrodinger
Aparecen matemáticos increíbles como Karl Schwarzschild, que desde las trincheras de la guerra del frente ruso de Alemania, le manda la solución exacta de las ecuaciones de la teoría de la relatividad general a Albert Einstein, que no era tan buen matemático como físico.

Otro matemático notable es el japones Shinichi Mochizuki, que desarrolló una teoría matemática nunca antes vista; aparte de resolver una de las conjeturas más importantes de la teoría de números, conocida como a + b = c
Un tipo rarísimo, aislado total, que no quería ni publicar sus inventos, salvo en su blog, ni hablar con nadie de sus temas.

Otro matemático es Alexander Grothendieck, hijo de un anarquista ucraniano y una revolucionaria, que terminan peleando en la guerra civil española por la república. Este niño crece más bien huérfano y resulta ser un verdadero portento. En la universidad, un profesor le pasó 14 grandes problemas matemáticos no resueltos, para que eligiera uno para resolverlo para su tesis de grado. Cuando volvió tres meses después, los había resuelto todos.

Heisenberg
La última mitad del libro trata de los científicos que lideraron el nacimiento de la física cuántica. En particular Werner Heisenberg y Erwin Schrodinger.
Cada uno de ellos un personaje, con altas dosis de desquicie, con historias muy sabrosas, en el caso de Heisenberg, en la isla Heligoland de Alemania, que es donde desarrollará las matrices que describirían el comportamiento del interior de los átomos. Y en el caso de Schrodinger, en un sanatorio para enfermos de tuberculosis, donde el efecto de una joven, hija del médico jefe, le activó la creatividad total, para inventar las ecuaciones de ondas que describían el comportamiento de los electrones en los átomos.
Y después, en Munich, el año 1926 (qué es el año en que nace mi padre), en que estos dos genios locos se enfrentan ásperamente.
Después se sabría qué ambas metodologías llegaban a los mismos resultados.

Un libro muy entretenido, especialmente si los temas de la ciencia y las matemáticas, y la vida de sus protagonistas, te interesa.

Yo me quedo cavilando con esta relación entre la matemática y la realidad de la naturaleza, que parece ser no falla en que las elaboración con ellas, dan en el clavo de cómo es la realidad misma.
Es muy bueno saber mucha matemática, parece.

jueves, noviembre 05, 2020

Sergio Herrera, compra venta de autos

Lo conocí porque me lo recomendaron. Le había ayudado a vender el auto a mi suegra. Muy confiable y económicamente razonable, fueron las señas que me llegaron.

Lo abordé (julio 2018). Quería vender tres autos y comprar uno de mejor nivel.
Se hizo cargo de todo, impecablemente. A mi entera satisfacción. Por eso lo recomiendo y por eso, lo entrevisté para este posteo.

Sergio Herrera Rojas, tiene en este momento 74 años, felizmente casado con María Inés Valenzuela Palomo, dos hijos, que lo han hecho abuelo de tres nietos ya adultos: Lucas (21), Pedro (18) y Juan (15). Estos nietos son muy importantes para él.

Estudió en el colegio Calasanz, de los curas escolapios. Era un porro rematado, cree que por una fuerte dislexia, nunca diagnosticada. Repitió tres veces cuarto año de humanidades, así que terminó sus estudios escolares, después, en forma vespertina. Mucho influyó para que lo hiciera, su mujer.

Se ha pasado la vida vacacionando en los campos de su familia y luego de los de la familia de su mujer; ambos, en el vecindario de Rancagua. Por eso tiene un tipo, un estilo, de huaso de campo, a mi parecer. Mientras lo entrevistaba me lo imaginaba vestido de huaso.
Lo que más le gusta es arrancarse al campo, a pesar de ser nacido y criado en Santiago.

Allá en el campo, cuando joven, operando una máquina desgranadora de maíz, en un descuido tremendo, pierde dos medios dedos de la mano derecha.
Bromea un poco con esta herida de guerra, pero me muestra como lo le impide escribir sin problemas con lápiz a pasta.

Su tío Boris Blanco, en ese tiempo gerente general del Banco Sudamericano, tenía una pequeña Distribuidora de electrodomésticos, en el paradero 18 de Gran Avenida. Lo invitó a trabajar para él y para allá partió. A la venta se dedicó, oficio qué nunca jamás abandonó en toda su vida; el oficio de la venta.

De ahí pasó a trabajar en Abastible, también en ventas, donde estuvo más de 20 años. Vendía gas e instalaciones. La empresa se divide en dos y él sigue en Enadi.

Nombra a Juan Manuel Richuili, gerente general de Colun, pues de Enadi pasa a trabajar a Colún, donde se va enterando del mundo de la comercialización de quesos. Partió vendiendo a locales comerciales y terminó haciéndolo a cadenas de supermercados.

Estará en Colún unos 4 años para pasar a continuación al Tattersall, donde trabajó muy cerca del martillero Carlos Portaluppi.
Fue desde esta experiencia y las redes que ya disponía que se le despierta el bichito por ser empresario y se independiza.

Y se dedica a la comercialización de quesos. Ahí descubrió la importancia de lo que era tener una marca, cosa que él no tenía. Tuvo que empezar a dar crédito y fue esa variante la que lo fue estrangulando. Destaca haber sido proveedor exclusivo de La Fuente Suiza de Irarrazabal, qué consumía muchísimo queso.
Bueno, a los dos años, tuvo que evacuar el barco, pagar todas las deudas y dedicarse, como buen jubilado ya, mal pagado, a lo que está en la actualidad.

La compra venta de autos, gota a gota, la venía ejerciendo, desde hace unos 20 años, me dice.
Esta historia le permite conocer todo el teje y maneje del negocio. Publica la información de los autos de que dispone en Chileautos (le cobra el 1% del valor del auto) y en Yapo ($ 8.000 por auto). Y tiene una red de maestros, económicos, que le ayudan a dejar el auto en la mejor forma, para su venta.

Sergio es un tipo afable, confiable y cercano. Se declara feliz y agradecido de la vida.
Políticamente de centro, es muy religioso, de los pocos que van quedando en su familia, de misa dominguera, muy afectado por todas las chambonadas de la iglesia.

Veraneó toda su vida en Lican Ray, donde tiene un tío cura, de los buenos, Arnoldo Castro Iturriaga.
Ah, y es ministro de comunión.

Recorta un 5% de comisión para él del valor de la transacción y con ello paga sus costos de publicación. No tiene local de ventas propiamente tal. Opera, se podría decir por las redes sociales.
Es un tipo honesto, que recomiendo sin más. Me cuenta que recién, un cliente le pasó su auto, con todos los papeles firmados, para qué se lo vendiera y se fue a vivir fuera de Chile. Así confían en él sus clientes y amigos.

Sergio, fue un gusto conocerte.

(para contactarlo: 9 9757-5816  herrerarojas.sergio@gmail.com)

martes, noviembre 03, 2020

Libro La Iniciación de Rudolf Steiner

Esto de leer libros de Rudolf Steiner parece un afiebramiento que me ha dado. Si, es el sexto, una tras otro.
Por qué ? Porque pienso que lo que hace falta en los tiempos que corren es una elevación del nivel de conciencia, o acceder a una "nueva espiritualidad", cosa que me pareció detectar en Steiner. Un Steiner que murió el año 1925, así que el tema tiene su tiempo.
Bueno, todos los temas de espiritualidad tienen todo el tiempo del mundo.

Este libro, te enseña, te guía en un proceso de develamiento del ser espiritual que llevamos dentro. Una dimensión del ser, que ha estado escondida, más bien negada, por la preponderancia que ha tenido la ciencia, que es básicamente materialista, que se transformó ya hace un buen tiempo, en la única fuente de verdad.

Bueno, la ciencia y el mundo que nos ayudó a construir, parece estar haciendo agua por muchos lados, sino por todos. 
Degradación moral transversal. Tejido social pulverizado. Inequidad excesiva. Crisis climática o ambiental. Crisis social. Y para rematar, crisis por una pandemia global.

Necesitamos, nos dice Steiner, una disposición de veneración y devoción, hacia este conocimiento, que se encuentra en nuestra interior.
Necesitamos abrir un claro, un espacio y un tiempo diario, de confinamiento interior. Donde atender, escuchar nuestros pensamientos y sentimientos internos. Esto con la máxima calma y silencio mental. Una verdadera meditación.

En paralelo, practicaremos ejercicios de contemplación, de observación con fuerte atención y concentración. 
Miraremos una semilla en esta forma contemplativa, quedándonos en ella y viendo su pequeñez, lo que esconde en sus entrañas, que con un poco de agua, tierra y sol, explotará en formas de alta complejidad y belleza.
Haremos lo mismo con una planta. La contemplaremos en lo que es en este momento, en su muerte inminente en algún momento del tiempo futuro y de esos botones, flores y frutos, que son la forma en que ella se otorga continuidad en el tiempo.

Observaremos con mucha atención y calma, los sentimientos y pensamientos, que estas observaciones, contemplaciones, nos generan.
Lo que Steiner asegura, es que con perseverancia, paciencia y las disposiciones del espíritu recomendadas, se irán despertando los ojos y oídos espirituales que dormían en nosotros.
Y empezaremos a andar por la vida con ojos y oídos que no parecía tuviéramos, que nos permiten ver aspectos de la realidad, que hoy más que nunca necesitamos empezar a ver.

Hemos estado demasiado volcados hacia el exterior. Estas enseñanzas de Steiner nos invitan a desarrollar una interioridad desconocida, un poner el epicentro de nuestra existencia en nuestro interior, en nuestros pensamientos y sentimientos profundos, en esta, una nueva espiritualidad.

Steiner señala que los sentimientos y pensamientos a este nivel, son tan reales y de alto impacto, como una silla y una mesa en el mundo material en que solemos andar.
Oír y escuchar con el alma, serán realidades con sentido. 
Y el conocimiento que iremos adquiriendo con estos ejercicios, necesariamente irán en beneficio de la humanidad y no solo del bienestar personal.
Iremos desarrollando además una capacidad de observación mucho más aguda. 

El libro tiene partes que mi nivel de conciencia no me permite absorber; espero que más adelante la cosa sea distinta.