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lunes, enero 31, 2022

Libro The visionary window de Amit Goswami

Quinto libro que leo de Amit Goswami. Se trata de un hombre de las tradiciones espirituales del oriente, que se va a occidente a mirar los avances de la ciencia, en particular de la física cuántica. Y lo que ve, lo interpreta distinto que los occidentales. A estos les ha costado bancarse a Goswami. No sé porque a mi me resuena bien toda su perspectiva.

La física cuántica llegó a demostrar que la materia no era tan material. El átomo de Bohr resultó ser espacio vacío, gobernado por unas funciones de onda que daban la probabilidad de que un electrón se materializara aquí o allá. Pero que en lo fundamental no había nada. Era necesario que apareciera un agente consciente para que la materia apareciera. Y nadie entiende nada.

Amit Goswami

Goswami se pega el salto cuántico y dice, lo que pasa es que el universo es pura conciencia, pura posibilidad, y la materia es solo una manifestación de la conciencia. Trágate esa.
Está diciendo  que la materia es un epifenómeno de la conciencia y no lo que nosotros venimos pensando, que la conciencia es un epifenómeno del cerebro; de la materia.
Pienso que esta es una mega transformación de paradigma. Lo que viene es ir viendo todas las implicancias de esto.

Vivimos en un mundo materialista, te cabe alguna duda ? La ciencia la lleva, con teorías como la de Darwin, que ven una evolución aleatoria sin sentido, propósito o dirección. Ni Dios.
Con esa mirada hemos venido degradándolo todo, desde la naturaleza, hasta los valores y la convivencia. La cosa se ve bastante fea en general. O no, cómo lo ves tú ?

Los electrones hacen saltos cuánticos; de un orbital al otro, desapareciendo de este y apareciendo en el otro; así de golpe.
Goswami dice que nosotros también podemos hacer saltos cuánticos de creatividad, de golpe, de una. Solo hay que seguir su proceso. Necesitamos tener acceso a nuestro yo cuántico, sin abandonar al ego.
Primero preparación, que consiste en estudiarse toda la materia del tema donde queremos ser creativos. Luego pasamos al proceso de incubación, donde no hacemos nada; descansamos, nos distraemos, simplemente somos (be). Volvemos a la preparación, seguimos indagando, conversando, del tema que nos ocupa y luego, de nuevo a la incubación, donde cosas pasan a nivel del inconsciente, dice Goswami. Y de repente, salta la liebre, de cualquier parte. Nos surge decir Ahá. Viene de algún lado la idea genial, la idea creativa, el insight. Y luego terminamos con la fase de la manifestación, en que le damos forma útil a la idea creada. 
La preparación y la manifestación son gobernados por el ego, y la incubación como el salto cuántico de la conciencia, son del yo cuántico, que conecta con la conciencia superior.
La racionalidad solo sirve, opera, en las fases del ego, de la preparación y la manifestación. Es necesaria, pero no es la gran cosa, como venimos pensando.

El pensamiento, puede procesar información o significados. Son los significados los importantes. La información se la está llevando la tecnología, las máquinas, los computadores. Goswami dice que el pensamiento, es cuántico. Pues se puede transmitir de una persona a otra sin señal en la comunicación (telepatía). Eso es lo que hacen las partículas elementales entrelazadas (entangled), se comunican sin mensaje, a velocidades superiores a la velocidad de la luz. (experimento de John Bell)
El pensamiento ocurre en la conciencia, en el cuerpo mental, que es sutil, está fuera del espacio tiempo y es inmaterial. Empiezas a sentir los mismo mareos que yo ?

Según Goswami esta es la mejor imagen de la leve conexión entre el ego y el yo cuántico (adivina cual es cual):

Si el universo es pura conciencia, el equivalente al Big Bang, es el evento cuándo la materia  se materializa o manifiesta.
Según lo que la física cuántica ha descubierto solo la presencia de un agente consciente, es capaz de colapsar la materia desde el espacio de posibilidades donde permanece como potencia.
Se ha descubierto la existencia de un plano de realidad en que el espacio y el tiempo no corren, un espacio sin materia, donde el pasado, el presente y el futuro están ocurriendo al mismo .. no tiempo.
Y la idea de que el universo se podría crear en retrospectiva. Aquí me tuve que tomar un mariamín, porque el mareo era excesivo.

La célula sería el primer ser vivo capaz de distinguir hasta donde llego yo y que no soy yo. Conciencia se le podría llamar a eso. Y con la vida de esta célula, nace el tiempo de verdad. 
La aparición de la primera célula fue un salto cuántico evolutivo, con propósito, algo completamente fuera de pauta de la teoría de la evolución de Darwin, según Goswami.

Coherentemente con esto de que el universo es conciencia y que la materia es una manifestación de la conciencia. Nosotros, según Goswami y las antiguas tradiciones orientales, tendríamos cinco cuerpos. Uno material y cuatro etéreos, no locales (donde no corre el espacio-tiempo), de conciencia. El primer cuerpo sutil es el vital, que tiene los programas y mapas del cuerpo y le da la vitalidad; ahí habitan las emociones. El segundo cuerpo es el mental, donde transitan nuestros pensamientos y significados. El tercer cuerpo sutil es el intelectual donde residen los arquetipos, los valores se podría decir. Y el cuarto, es el espiritual, del gozo de sentirse uno con el universo.
Cuando nos morimos, obviamente muere el cuerpo físico, pero hay cuatro cuerpos más que siguen cascando. Hemos sido célula, planta, lagarto y ahora humano. Y quien sabe que seguiremos siendo.
No será mucho ?

Desde esta perspectiva, el trabajo de transformación personal es central. Lo primero es desplazarse desde el ego al yo cuántico, o tenerlo muy a la mano, pues parece que al ego siempre lo necesitaremos.
Goswami recomienda cuatro vías de trabajo para esto: el trabajo a través de las buenas obras, la devoción, el estudio y la meditación. Cada uno elige a su gusto y puede probar varias sendas simultáneamente.
Esto te saca del ego y te pone a disposición de la creatividad fundamental, de alto vuelo, de la que estamos hechos constitutivamente.

Bueno, esta ciencia de la conciencia, como la llama Goswami, conecta a través de una ventana visionaria (título del libro), el mundo de la ciencia con el mundo de la espiritualidad, de la conciencia. Dos mundos que producto de los descubrimientos de la física cuántica debieran empezar a conversar en serio y encaminarse hacia una espiritualidad científica ????
Y de ahí a la conversación entre todas las religiones, un paso.

Un libro removedor de paradigmas, que puede generar muchos anticuerpos, pues nuestro cableado apunta completamente en otra dirección. Si te resuena bien, podrás terminarlo, sino no.

martes, enero 25, 2022

Tirando líneas de una iniciativa ciudadana comunitaria en torno a talleres y cursos de Juan Vera

Juan Vera, sin querer queriendo, ha conformado una comunidad en torno a sus talleres de lectura, cursos para formar articuladores y su última creación, talleres de lectura donde el libro qué se lee es la historia de cada asistente al taller, que ha resultado un notable acierto y descubrimiento.

Citó a un encuentro, con su colaboradora Irene Torres, en un local en Providencia, a ex alumnos de estos cursos y talleres, adonde llegamos unas 20 personas.
El encuentro fue alegre, íntimo y especial, pues Juan pidió qué en unos 5 a 10 minutos, todos nos presentáramos. Muchos de los presentes no nos conocíamos. Este hecho generó una vinculación y un interés por conocer más a unos y otros.

Esa noche le mandé un mail a Juan diciéndole que había visto a un grupo efervescente, con muchas ganas de interactuar y conocerse, gente además con historias interesantes, vidas atractivas.
Hay aquí, le dije a Juan, materia prima para hacer algo. Hay aquí ganas de más.
Pero no sabía la forma de ese más, la forma de articular ese algo que se percibe. Tal vez algo basado en grupos que sesionen periódicamente y comparten sus avances y descubrimientos en alguna plataforma de redes sociales ad hoc.

Posteriormente nos reunimos cuatro de los presentes en un delicioso café en Vitacura, llamado Rita Roux: Juan Vera, Irene Torres, Isaquino Benadof y yo, Gabriel Bunster. La idea era ver qué inventábamos.

Se habló de comunidad, una necesidad presente en todas partes, a las claras, quizás por el boquete dejado por una iglesia replegada, recogida y silenciada.

Se habló de una academia de habilidades para el futuro.

Se habló de audiencias hacia donde enfocar una oferta, que incluyera a aquellos qué están en torno a los 35 años, la generación que entra al gobierno de Chile. Que son distintos, cuánto, de la edad promedio presente en nuestra reunión original en Providencia, en la que estimamos su edad promedio en 50 años.

Hablamos de desplazar el foco desde los logros, al proceso de desarrollo personal y profesional que esas articulaciones generan. De desplazar el foco hacia el desarrollo interno, la expansión interna, del observador que se es, etc.

Juan Vera, Gabriel Bunster, Isquino Benadof e Irene Torres

Y Juan propuso que abriéramos el tema al aire, para allegar la participación de otros, muchos otros, pues queremos crear algo con posibilidad de crecer, de ampliarse a la masividad incluso. Para que otros digo, nos den ideas, nos sugieran cosas.

Se nos vino a la mente Balloon Latam, que forma “agentes de cambio” en zonas rurales, que mucho nos impresionó a Isaquino y a mi, en un evento masivo en Vichuquen al qué asistimos, adonde llegaron del orden de 1.000 asistentes.
Agentes de comunidad, propuso alguien.

Bueno, qué dices tú que lees este blog, se te ocurre algo que sugerirnos ?

lunes, enero 17, 2022

Libro Meditacion Trascendental de H Van Doren (Silo)

Un libro breve, que se aboca al tema de la conciencia de sí y de la meditación trascendental. Basado en cuatro conferencias, dos de ellas ejecutadas en Chile, por allá por el año 1972.

Silo es claramente un tipo destacado, algo vidente podría ser, por la lucidez y sapiencia que despliega sobre los temas que aborda. Le gusta bromear, poner un poco de humor a sus charlas, que a mi me llegan con cierta suficiencia y a ratos ironía.

La meditación trascendental la estructura en una secuencia de 12 pasos de aprendizaje. El primer paso es aprender a ver. Ahí la idea es distinguir la cosa vista, la intervención de nuestros sentidos y lo que se arma en lo que llama la estructura de nuestra conciencia.
Nuestro ver “objetivo” es interferido por velos “distractivos” a los que llama ensueños. Parte del trabajo de aprender a ver es percatarse de estos ensueños e intentar ponerlos a un lado.

Avanzando nos encontramos con lo que llama el núcleo de ensueño, que cada uno de nosotros tendría y que orienta y le da sentido a nuestras vidas. Detectar esto, comprender esto, es de suma importancia en nuestro desarrollo personal.

Me pareció entender, que al ver, nos identificamos o nos perdemos en lo que vemos, como cuando vamos al cine y nos sumimos en la película. Desaparecemos.
Cultivar la “conciencia de sí” consiste en ir al cine, a ver una buena película y nunca perder contacto con nosotros mismos, con quién está viendo la película, como algo distinto, persistente, que está viendo la película que ocurre aparte de mí.
Lo he intentado, no me ha resultado fácil y no se si quiero ir al cine a hacer ese esfuerzo. Pienso que me falta comprender el valor de hacer eso.
Puede tener que ver con desarrollar una habilidad para no dejarse hipnotizar por este mundo qué quiere tantas cosas de ti y para lograrlas nos hipnotiza. Si mantienes conciencia de sí permanente, no habría hipnosis posible.

Silo promueve la experimentación propia, siempre. No te pretende meter data en la cabeza para que creas en ella. Haz tus pruebas y saca tus propias conclusiones, es la guía de él.

La meditación trascendental, con sus 12 pasos sugeridos, busca que avances en tu desarrollo personal, en tu expansión, en tu evolución de estados de conciencia.
Me pareció entender que nada de lo que hagas, busca conseguir los logros que crees que persigues. Todo lo que haces persigue tu propio aprendizaje y desarrollo.
Inicias un startup, un emprendimiento. Diseñas, desarrollas y vas perfeccionando tu producto o servicio. Lo vendes y vas acumulando riqueza. Si crees que todo es por la riqueza, no has entendido nada. Se trata de tu desarrollo personal, se trata de tu evolución como persona. No debes olvidar esto.

Claramente vivimos en un mundo que perdió el norte centrado en la persona. Creamos un colegio para generarle rentabilidad a los accionistas. Creamos un servicio de salud para generarle rentabilidad a los accionistas. Hasta los cementerios maximizan la rentabilidad de los accionistas. Has visto lo caro que es morirse ??

Sin duda necesitamos instruirnos de estas enseñanzas que nos aporta Silo y recuperar el norte, centrado en el desarrollo y evolución del ser humano, de la persona.

lunes, enero 03, 2022

Libro El infinito en un junco de Irene Vallejo

Antes que nada recomiendo conocer a la autora de este libro, Irene Vallejo.
Es un libro notable de la historia del libro y del alfabeto o el lenguaje escrito.
Antes del libro y del alfabeto, todo era oral. La Iliada y la Odisea, las historias de envergadura más antiguas conocidas, estaban dichas en verso, para mejor memorizar y se transmitían de boca en boca en forma oral.
La oralidad tenía formas y estilos propios del relator.

Las primeras formas de escritura, fueron en base a signos que representaban figurativamente, de lo que estaban hablando. Jeroglíficos, con miles de signos distintos. Y cada pueblo tenía el propio.
Imagínate, muy pocos eran capaces de manejarlos. Se requería mucho estudio, memoria y habilidades para escribir.
Al principio la escritura tenía solo objetivos contables, de transacciones comerciales e inventario.

En esas ciudades Estado en la costa Fenicia, hoy Líbano e Israel, transitaba mucho comercio. Los comerciantes de esos puertos vivían serias dificultades lidiando con tanto símbolo distintos. A alguien de ahí se le ocurrió crear un lenguaje basado en el sonido de las palabras, creando el primer alfabeto de la humanidad, con 22 signos.
Tenía un problema, no tenía vocales. Sácale las vocales a una frase e intenta deducir qué dice ahí. Te encontrarás en serias dificultades.

En todo, este alfabeto sin vocales, fue un gran adelanto y se empezó a propagar por el mediterráneo. En Grecia, a alguien desconocido, se le ocurrió agregarle las cinco vocales .. y el mundo cambió.
Se escribía en tablillas, en papiros y en cueros tratados.
Con el alfabeto, la oralidad que dominaba la escena, empieza a recibir el influjo del texto escrito. Toma tiempo y tiene muchos contradictores. Entre ellos Sócrates, que nunca escribe nada y al contrario se refiere mal al texto escrito.
Jesucristo tampoco escribió nada.
Bueno, la verdad es que el texto escrito pierde todo lo que el orador le pone al texto. Y el texto oral era público, incluso de multitudes. El escrito podía ser leído a solas.

La palabra, es aire expelido por la boca. La palabra escrita, son voces que permanecen en silencio, hasta que los ojos de un lector pasan sobre ella y le dan vida. Al principio sólo se leía en voz alta. Mucho tiempo después, se empieza a leer en voz baja.
Alejandro que viajó siempre con una copia de la Ilíada, valoraba los textos escritos, debido quizás principalmente a que su maestro Aristóteles, fue uno de los primeros hombres que colecciona libros; que tiene una biblioteca.
Fue él el que ordenó la creación de la biblioteca de Alejandría, en Egipto. Esta biblioteca llegó a su cúspide, muchos años después de Alejandro muerto, cuando sus sucesores, los emperadores Ptolomeos, gobernaban.
Salían de Alejandría grupos de soldados y expertos en libros a recorrer los territorios buscando libros. Pagaban lo que fuera necesario, muchas veces los copiaban o simplemente se los robaban.
El incendio de la biblioteca de Alejandría fue una de las grandes pérdidas de la humanidad.

La autora se pasea por los libros, sus tipos, sus historias, sus avatares. Me ha atrapado la historia de Umberto Eco en su novela El nombre la rosa, en que llega a un monasterio medieval a indagar crímenes sucesivos que estaban sucediendo. Efectivamente descubrió a un asesino, que asesinaba a todo monje que intentara leer un libro de Aristóteles, que ensalzaba a la risa. Lo hacía pues temía que todo lo sagrado se desvanecería degradado por la risa.
Mil y una historias de libros y autores, como Virgilio, que por alguna referencia a una hija casquivana del emperador Augusto, termina exiliado sus últimos años en un pueblo perdido de la actual Rumania.

Más tarde llegará por las vías del comercio con China el papel y los tiempos estarán listos para la invención de la imprenta, con la explosión que eso significó.
Y después Internet, donde las letras serán luces en pantallas. La cantidad de libros que se publican por minuto en el planeta hoy en día es impresionante. Nuestro mundo ya es otro.

Un libro fascinante, con mucha historia contada, dónde esta Irene Vallejo, despliega su amor y pasión por los libros y su historia.
No te lo pierdas.


Texto de otra lectora de este libro, que me lo hizo llegar escondido entre las páginas de este, mi libro que le presté:

“El infinito en un junco”
Portentoso relato y testimonio del nacimiento del libro.
Narrativa cautivante, maravillosa urdimbre con hilos del pasado remoto, del ahora y del infinito, que irradia un elevado tejido. Tejido que nos desentierra historias, conocimientos y añoranzas; demostrando, que en lo nuevo siempre hay algo que lo precede.
La autora nos da varios ejemplos de aquello:

  • Alejandro, visionario y precursor de la globalización
  • Grecia, entrega todo su hacer y este cabalga por todo el mundo
  • Antifante, creador de la palabra sanadora.

¿Quién no ha recibido alguna vez en su vida, sinceras palabras de consuelo?
Sin los libros “las mejores cosas de nuestro mundo se esfumarían en el olvido”.
Todo viene y se va, Riqueza, Juventud, Gloria, Fuerza física; pero nada ni nadie podrá quitarnos lo que sabemos.
Gabriel, interminables gracias, por colocar en mis manos tan bello libro.

Y firma con el nombre de Aspasia (la amante en ese tiempo legal de Pericles, de la que se enamoró, siendo ello un escándalo en la antigua Grecia)

Soy del siglo pasado y prefiero el papel y lápiz para expresarte lo que sentí al leer este hermoso libro.

P.S.