Esta joven matemática y bioquímica francesa, Jessie Inchauspé, nos ilustra en este libro con fuerte base científica, el daño que puede significar para nuestra salud física y mental, los excesos de glucosa en sangre.
Todo consiste en tomar conciencia en base a buena información, de cómo nos alimentamos, de cómo cambiar hábitos alimenticios, para aplanar las curvas de glucosa en sangre.
Ideal sería, y puede que ya exista, el disponer de algún artefacto tecnológico que nos permita medir minuto a minuto nuestra glucosa en sangre. Creo que hay unos relojes que prometen este servicio; sería maravilloso.
Antes nos ha enseñado los perjuicios en nuestra salud de esas cumbres de glucosa en sangre. Daños no menores, tanto en sobrepeso, apariencia cutánea, energía corporal, como estados de ánimo y efectos emocionales.
He llegado a considerar que en mi oficio de coach profesional, incluir una indagación de cómo son los hábitos alimenticios de la persona que tengo al frente, puede ser un factor determinante. Increíble.
Las moléculas básicas son tres: glucosa, fructosa y sacarosa (azúcar blanca común). Todas ellas son capaces de producir estos excesos en sangre, de los que nos debemos cuidar.
Jessie Inchauspé no nos recomienda eliminar de la dieta completamente estos azúcares; pone el foco en la glucosa. Sino saber cómo y cuándo comerlos para reducir al mínimo sus efectos nocivos.
Yo aprendí a empezar cualquier comida importante con verduras o alimentos altos en fibra (la fibra es una forma de la glucosa que no se descompone en glucosa en el aparato digestivo). Seguir con proteínas y grasas. Y cerrar con los azúcares en la forma de hidratos de carbono (arroz, tallarines, papas) y postres (pura azúcar).
Comer en ese orden no produce las cumbres de azúcar en sangre, de los que nos debemos cuidar.
Aprendí la importancia de leer las etiquetas de los alimentos que consumo. Y leer estas etiquetas con bastante desconfianza, pues el empresario no será lo sincero que quisiéramos, pues para él tu salud no está en el centro de sus intereses, sino el resultado de su negocio.
Pienso que esto último es el drama de nuestra civilización. No sé cómo esto se cambia y solo atino a pensar que elevando los niveles generales de conciencia, es la única vía.
Chao bebidas azucaradas en lo posible.
Bienvenido el vino blanco y tinto, el whisky y otros tragos, que no producen peaks de glucosa.
En el pan irse a aquellos altos en fibra, lo más oscuros posibles.
La fibra recubre las paredes intestinales, dificultando la absorción del azúcar, esa que hemos accedido a agregar al final de nuestras comidas.
Descubrí en este libro el valor del vinagre. Te recomienda tomarte vasos grandes de agua con una cucharada sopera de vinagre de manzana, antes de cualquier desorden azucarado.
Y muy importante para mi en estos tiempos, qué me he transformado en un asiduo visitante del gimnasio que queda frente a mi casa, es mover el cuerpo, hacer deportes.
Después de un desorden azucarado, 10 a 20 minutos de caminata puede ser santo remedio.
Bueno, este libro de como tomar conciencia del impacto de la glucosa en nuestra salud, me parece prácticamente una necesidad, sino un deber. Un libro de cabecera.
Hola Coach! Gracias por las impresiones compartidas sobre este libro, muy valioso. Cuando leí sobre considerar dentro de tu profesión consultar hábitos alimenticios, me hizo acordar algo que menciona el Psic. Jordan Peterson en uno de sus libros, acerca de una práctica de doctores japoneses, quienes visitan la casa de sus pacientes para evaluar cómo viven en su casa y determinar así posibles causas de sus afecciones por su estilo de vida cotidiano. Buscar una visión holística para servir mejor en nuestras profesiones me parece una gran práctica, incluso para dar mejores experiencias a nuestros clientes. Éxitos y gracias nuevamente!
ResponderBorrarGracias Jurek; gracias por pasar por aquí y dejar un cariñoso comentarios. Abrazo
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