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lunes, agosto 19, 2024

Libro El cuerpo lleva la cuenta de Bessel Van der Kolk

Este libro de Bessel Van Der Kolk me ha cambiado la mirada de manera significativa, al punto de empezar a pensar que en vez de la familia ser el pilar de nuestra sociedad, debiera pasar a ser la escuela.
Por qué ? Porque hay demasiado trauma que se origina en los hogares, con padres cada vez más ausentes, que aparte están estresados y bastante enfermos ellos.
El trauma es ahora nuestro problema de salud pública más urgente, termina diciendo.

El trauma se produce con experiencias abrumadoras, terribles, como ir con tu tropa por un arrozal en Vietnam y de repente desde los árboles ametralladoras empiezan a fulminar a tus hombres, que van cayendo uno tras otro a tu alrededor.
Trauma se produce en un accidente automotriz de múltiples autos, cuando una espesa niebla impide que un auto choque a otro y tú y tu pareja quedan atrapados en su auto bajo un camión y no sabes que falta para que perezcas.
Trauma se produce cuando esa mujer que viene a operarse para quedar estéril y la anestesia mal puesta, la despierta en mitad de la operación, inmovilizada para poder decir los terribles dolores que está sufriendo durante 45 min.
Pero quizás el trauma más duro es producto del maltrato que los padres dan a sus hijos y el abandono.

El trauma se localiza en el cerebro límbico, fuera del alcance del neocórtex de la conciencia. El problema es que sencillos estímulos desatan el recuerdo como si este estuviera pasando en el momento presente, sin ninguna posibilidad de que puedas intervenir.
Las personas viven aterrorizadas, pues la activación del recuerdo desata una experiencia similar a la original, terrorífica.

Las personas que cargan con un trauma, pierden el control de sus personas. Están desconectados del momento presente y sus sensaciones corporales. Están en miedo intenso, lidiando con el surgimiento en cualquier momento de algo incontrolable.

Se van haciendo expertos en reprimir sus sensaciones, bloqueando sus recursos para vivir conectados con el día a día.
Por eso, aparecen como descontrolados con cierta frecuencia y son un problema. 

Bessel Van Der Kolk partió trabajando con ex combatientes de guerras como Vietnam. Prácticamente todos los soldados que van a la guerra vuelven con problemas de este tipo.
Para las familias de origen es como si les hubieran cambiado al marido o al padre. Aparecen como desconectados, irritables, propensos a adicciones como las drogas o el alcohol. Si es que no permanentemente empastillados.

Los estudios han avanzado muchísimo y hay muchas vías de mejora en la actualidad.
Al parecer las terapias conversacionales no son las más adecuadas.
Los avances en neurociencia han sido de gran ayuda y una tecnología llamada neurofeedback está teniendo muy buenos resultados.
Me ha impresionado mucho como el teatro para los jóvenes con problemas carcelarios, que siempre son personas que acarrean traumas, están obteniendo grandes resultados.

Se ha avanzado mucho en la forma de proceder para salir del estado traumatizado. El problema es que el mainstream está tomado por el negocio de las farmacéuticas, que con sus recursos promueven el empastillamiento de la salud mental en desmedro de procedimientos menos onerosos y más eficaces.

Por otra parte, es parte de la cultura controlar a nuestros hijos con métodos traumatizantes, usando el miedo como nuestro principal recurso educativo.
El problema es que el miedo del traumado le resta buena parte de sus capacidades de ser él mismo y crecer y aprender. Con el miedo limitamos excesivamente a nuestra población y limitamos nuestra capacidad y potencial creativo y social.
Puede ser esta pandemia del trauma lo que nos mantiene subdesarrollados.

Miro lo qué pasa hoy en Venezuela y miro como la estrategia del régimen de Maduro es aterrorizar a la población induciendo trauma en la población, para así mantenerlos sometidos, reducidos, aplacados, para seguir imponiendo por ese medio su régimen ilegal.

Diariamente veo escenas de la guerra en Ucrania donde la producción de traumatizados en los jóvenes combatientes parece que a los gobernantes no les preocupara, sino que los favorece para tener gente sometida, neurótica, y de esa forma conservar sus regímenes autoritarios.
Tener a la población traumatizada parece ser la panacea para los regímenes autoritarios.

Desenmascarar nuestra cultura que nos forma para esconder lo que sentimos y de esa forma esconder la estrategia traumatizante que impera.
Por eso me parece este libro de Bessel Van Der Kork un libro necesario para avanzar en poner el potencial de la persona en el centro de nuestra mirada progresista.

6 comentarios:

  1. Hola Gabriel, partiendo por agradecer tus comentario sobre el libro (que siempre son un aporte), la verdad es que el título me parece mejor que el contenido. Es muy claro que todo lo que nos ocurrió, nos ocurre ahora y que imaginamos a futuro, tiene su correlato en el cuerpo. No puede ser de otra manera porque o si no, no tendríamos feedback de lo que nos pasa. En alguna parte del cuerpo registramos todo. Por lo que dices el autor se refiere a que todo registrado en alguna parte del cerebro. Esto no se si es es registrable al menos en forma inmediata, ya que no tengo registro del neocortex, del cerebro límbico, ni del cerebro reptiliano. Cuando no tengo registro es que no tengo experiencias, asi que debo limitarme a creer o no creer. Espero entonces, tal vez en forma ingenua, que el libro profundice en lo que pasa con las tensiones en la cara, en los hombros, en la espalda, en el aparato respiratorio o en el vientre. Por supuesto que esto es mucho menos vistoso, pero con toda humildad, me parece que es mas interesante para quienes hemos sufrido traumas (todos).

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    1. Gracias Juan por comentar. La falta de registro de las partes del cerebro es que no tenemos experiencia concreta con la neurotecnologia, de manera de ver en la pantalla las zonas de tu cerebro que se activan o encienden, según que estás haciendo. Esto ya se ha logrado en el laboratorio.

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    2. Anónimo12:14 p.m.

      100% de acuerdo, "las tensiones en la cara, en los hombros, en la espalda, en el aparato respiratorio o en el vientre", son el equivalente al sistema de registro del neurofeedback. Los traumados (todos) basta con que aprendamos a leer o tomar consciencia de las señales del cuerpo, y/o reflexionemos sobre nuestras reacciones a posteriori. Es mas económico que pagarle a un psicologo para que te conecte a una máquina, que te indica algo parecido a las señales que te da el cuerpo. Tomar consciencia, evitar vivir en "modo automático" es básico. Entiendo que es otra de las ventajas de "vivir el presente".

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  2. Muy interesante. El trauma lo comprendo como experiencia que instalan un red orgónica que genera mensajes supresores de la potencialidad del ser y de la innovación en el hacer ya que esa carga orgánica es un telón de fondo que genera emociones restrictivas o estados de ánimo. Leeré con paz y entusiasmos.

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  3. RICARDO KIRSTEN7:22 a.m.

    Me fascino el articulo Gabriel, gracias por tu siempre inquieta manera de ser , buscando y compartiendo tan desinteresadamente !

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  4. Anónimo12:28 p.m.

    El pilar de la sociedad la escuela ???? Te estas poniendo demasiado progre, por no decir de frentón comunista.

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