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sábado, marzo 08, 2025

Libro Viviendo con lo ineludible de Alfredo Ovalle

Alfredo Ovalle tiene esta inquietud por la muerte desde temprana edad. Es chileno y actualmente reside en EEUU.
Estuvo en Poona, India, donde se hizo seguidor o discípulo de Osho, su gran maestro. Este le puso el nombre Sanjiva.
Con maestros del ámbito de Osho aprendió a ser él facilitador de dinámicas grupales en torno al tema de la muerte.

Estudió Acuicultura y viene trabajando como intermediario de productos del mar, de los mares de las costas chilenas, en el mercado global.

La muerte; un tema incómodo. Un tema que solemos eludir.
En occidente somos parte de una cultura que no tiene incorporada la muerte como tema. Vivimos como si no nos fuéramos a morir nunca. La muerte es algo que le pasa a otros.
Los doctores hacen lo posible por mantenerte vivo. La muerte es para ellos un fracaso. Y también un negocio, un enorme negocio, mantenerte vivo lo más posible. No importa con cuánto sufrimiento, ni cuán solo vivas el proceso.

La muerte, no existe. Hay algo que sigue, que no muere. Lo que muere es el cuerpo, el ego y la mente.
Si estás identificado con la mente, es natural que pienses que cuando mueres desapareces, porque eso es lo que pasa con la mente; desaparece.
Pero hay otro aspecto, del que quizás no hayas recabado, que es el observador, la conciencia.
La mejor forma de acceder a ese aspecto, es a través de la meditación.
Meditar significa, no mente; apagar la mente. No es fácil, en general.

Si lo logras y logras poner tu atención en la respiración, está la respiración y está el observador de la respiración. Separa esas dos cosas y lo habrás logrado.
Bueno, ese observador, esa conciencia que te constituye en el núcleo de lo que eres, no muere cuando mueres.

Por eso, la mejor forma de morir, es conectarse con ese observador, con esa conciencia, que está en el núcleo de tu ser. Y la mente apagada.
Bueno, mirar la muerte de frente, permite tomar conciencia del regalo que es la vida. Vivir consciente de que morirás, un hecho ineludible, te cambia la forma en que vives; te cambia tu valoración de la vida.
Vives con más conciencia. La naturaleza adquiere otro carácter. La ves como algo que también está vivo; comparte contigo ese atributo.
Y vives más conectado con el aquí y ahora. 

Este libro de Alfredo Ovalle provee muchos datos de cómo abordar el proceso de muerte de uno y de personas cercanas, queridas, amigos.
Tener un testamento escrito, por ejemplo. Hacer una carta con tus deseos para tu proceso de muerte; quienes quieres que te acompañen; donde quieres morir (idealmente tu casa); música o silencio; qué música, qué aromas.
Recomienda además acompañar al moribundo en silencio, meditando, conectado con los sentimientos hacia la persona que se va.
Un libro que se me tornó indispensable. Y por ello, mucho lo recomiendo.


Datos:
Proyecto Mokita, busca naturalizar la muerte en las conversaciones de la vida.
Deathcafe.com, a Death Cafe is a safe space to talk about all aspects of death.
Ajeet Kaur, Ong Namo
Peter Kater/Snatam Kaur, song of your heart
Avahara, deep space

jueves, marzo 06, 2025

Mi experiencia con Veronika Hucke, mi primera clienta de mi nuevo servicio de coaching en inteligencia artificial

Partí escribiendo lo que llamo “la ficha” del cliente, donde registro aspectos relevantes de la persona con la que trabajaré, pues pienso que cada persona será una experiencia particular, pues los usos e implementaciones de la inteligencia artificial, serán muy personales, afines a la contingencia de cada persona.

Veronika Hucke (veronikahucke@gmail.com) es una renombrada corredora de propiedades del barrio alto de Santiago. Tiene años de experiencia en el arriendo y en la compraventa de propiedades y disfruta mucho lo que hace, pues es una persona intrínsecamente entusiasta, alegre y muy sociable.
En la parte arriendos, lo que menos disfruta es tomar y confeccionar los Inventarios de los diferentes inmuebles.

Tuve que hacer alguna investigación para implementar el escribir texto a partir de audio en nuestros celulares, para lo que usamos el procesador de texto de Google, Google Docs.
Tomamos ese texto, completo y se lo pasamos directamente a chatGPT, ante poniéndole el pedido de qué nos haga a partir de ese material un listado de Inventario.
Lo hizo perfecto y a la primera.
Después nos pusimos a jugar pidiéndole que lo hiciera más bonito y en colores, cosa que hizo muy bien. Luego le pedimos que lo tradujera al inglés, luego al alemán y finalmente al chino.
Veronika no podía creerlo. Tu no sabes cómo esto aliviará mi trabajo. Estaba feliz.

Imaginamos un blog para ella, donde publicara sus mensajes para promover sus servicios.
Le pedí de tarea escribiera un texto, sencillo, donde pusiera qué la movía a estar en lo que estaba y cuáles pensaba ella que eran sus principales atributos.
Lo hizo y le pasamos ese archivo a chatGOT para qué nos propusiera un artículo para su blog promocional.
Veronika no podía creer la calidad de lo qué entregó.
Hicimos de inmediato el blog y lo dejamos publicado.
Genial, dijo esta vez Veronika.

Después le mostré cómo podía pedirle resúmenes de videos de youtube a la plataforma de IA de Google, Gemini.
Entrega una lista de puntos relevantes del video, con un link al final de cada uno de ellos para ir directamente a la parte del video donde está hablando de ello.
Guau, qué fantástico, dijo Veronika; qué gran economía de tiempo esto puede significarme. Guau.

Vimos varias cosas más. La mayoría de ellas fueron tremendas sorpresas de la potencia de esta tecnología.
Llegó a decirme que con estas cuatro sesiones le había ampliado el nivel de conciencia.