La conexión

"Dos partículas emparejadas dentro de un sistema limitado a ellas dos. Si las separas a cualquier distancia - poniendo una en Nueva York y la otra en San Francisco - y a continuación cambias el sentido de giro de una de ellas, la otra cambiará su sentido de giro automáticamente".
Estas líneas se encuentras en la página 135 del libro Sincronismo de Joseph Jaworski, donde habla acerca de sus conversaciones con el físico cuántico David Bohm, y que refieren al llamado teorema de Bell, de un fisico suizo que lo estableció y fue probado el año 1964.

A mi me sorprendió considerablemente este fenómeno. Habla de una conexión de la materia a nivel de partículas elementales.

Eso me recuerda de inmediato la conexión que he visto en la naturaleza observando en las playas de la costa, unos pajaritos chicos que comen en el borde del agua por lo que deben correr de ida y vuelta, que cuando vuelan en bandadas giran todos al mismo tiempo sin ninguna manera visible que pueda explicar como saben cuando deben girar, y no fallan.

Esa conexión increíble pero real es lo que me hace poner la mirada en nosotros, las personas, que vivimos en una realidad resultado de nuestras interpretaciones vigentes, en donde el fenómeno de la conexión misma medio se esconde.

Sin embargo, a quien no le ha pasado que cuando siente el súbito impulso de llamar a su pareja y se dispone a marcar, es interrumpido por una llamada entrante de esa pareja ?

Que coincidencia, he escuchado decir. Que conexión, últimamente, un poco más.

Participo en un grupo de parejas, seis en total, donde hemos instaurado una práctica de diálogo, donde ponemos una pregunta y cada persona habla por turnos, y habla hasta que diga terminé; donde la conducta promovida es que todos los demás le regalen la escucha, atenta, presente, en silencio, sin interrupciones.
Y se ha venido produciendo una "conexión" ya a nivel grupal, que no puedo sino que llamar "sorprendente".
Una conexión, que podría aventurar, conecta al grupo en un organismo nuevo, potente. Un organismo pensante, acogedor, contenedor, inteligente, intuitivo, de más capacidad, incluso más, que el mejor individuo. Este es otro concepto, que aparece en el mismo libro de Jaworski.

Hay algo en el espacio entremedio de las materialidades que conectan, que es más grande que la realidad de cada materialidad individualmente. Esta es mi sospecha. Y como no sabemos, ni podemos, pesarla y medirla, de momento hacemos como que no existe.

Todos estos descubrimientos de la física cuantica acerca de la conexión de la materia, es sincrónico con la aparición de la Internet y las redes sociales, donde más de una vez he escuchado decir que la cosa, el conocimiento, lo relevante, está en la conexión y no en el nodo que se conecta. Un concepto que me ha costado abrazar, pero algo me dice que por ahí puede ser la cosa.

Me ha pasado que cuando hago coaching, es tal la concentración en el otro, sin perder conciencia de mi mismo, que la conexión no puede sino que ser de alto nivel y ello explicaría que a veces sepa incluso el número que me va decir a continuación la otra persona, de lo que costó algo o de la hora a la que llegó quien sea.

Mirar la conexión, buscar interpretaciones, incluso re interpretaciones de fenómenos que son de la conexión, como el amor por ejemplo, es parte de los temas en que ando.

La conexión de la materia, podría desbancar a esa otra conexión racional, discursiva, que tanto llena nuestras vidas y que muchas veces es más fuente de distanciamientso, peleas, y posiblemente ruptura de las conexiones. Y es muy posible que conectar, sea central en nuestras vidas. Una causa que todos buscan y no sabemos de que se trata. Hasta la religión busca la conexión.