El libro al final de cuentas es un libro de espiritualidad. Una espiritualidad que se asienta en el desarrollo personal, pues en ello está el avance y aproximación a esa cosa llamada espíritu.
Mario Rodríguez, alias Silo |
Cuando ya nacemos y vamos viviendo, las sensaciones tanto internas como externas, van constituyendo un registro, una memoria que nos confiere identidad. Ese registro se almacena en el alma, en el campo energético que se asienta en el cuerpo. Los límites de ese campo energético llegan más allá de los límites materiales del cuerpo y es visto por aquellos que tienen la capacidad de ver el aura.
Si te mueres, tanto el cuerpo como el campo energético llamado alma, se desintegran, desaparecen. Se acabó. La conciencia es o era un atributo del alma, del campo energético que anima, le da vida, al cuerpo.
Y, esa capacidad consciente, muere cuando muere el cerebro, ojo, no cuando se declara la muerte clínica, que es otra cosa. Dejó de respirar o algo así; de latir el corazón. Mientras haya actividad en el cerebro, hay conciencia.
Bueno, ahora viene lo bonito. Si quieres alcanzar la inmortalidad, debes abocarte al trabajo de desarrollo personal. Que consiste en eliminar las contradicciones, practicar el estar presente, minuto a minuto, de manera de fortalecer la conciencia hasta crear un centro de gravedad consciente, que sea capaz en el futuro de volar con alas propias más allá de su asiento material. Ese nuevo cuerpo energético de conciencia, con centro de gravedad propio, es el espíritu. Y este es inmortal.
Mario Rodríguez Cobos, llamado Silo, creó una escuela para este tipo de trabajo de desarrollo personal. Yo participé de sus entrenamientos por allá por los años 70. Ellos siguen funcionando hoy en día, completamente inmersos en el mundo, con decir que hasta tienen un partido político, el Humanista. Ahí está Tomás Hirsch.
En el proceso de trabajo de desarrollo personal, una pieza es encontrar qué es lo tuyo, a que has venido a este planeta. Y dirigir tus pasos con coherencia en ese sentido.
Parte de tu crecimiento tiene que ver con hacer el bien a los demás, por ello la importancia de este punto. Y mejor te irá en todo esto, si lo haces con otros, ojalá en comunidad.
Lo sagrado se encuentra en lo profundo de cada uno y no en otra parte.
Agradecer deja huella en tu interior, huella que fortalece ese campo energético de conciencia que hemos llamado espíritu.
Hay ceremonias en los ritos de la escuela Siloista, que buscan conectar a las personas a través del sentimiento. Te recomiendan valorarlos solo si sientes que te hacen bien.
El mundo y sus atractores, como el éxito y la riqueza, son ilusiones que sin el foco puesto donde corresponde, en el centro de la atención conciente, te pueden llevar al total sin sentido.
A mi me parece la propuesta de Silo sumamente interesante y abierta a todos los credos. Pone la espiritualidad en el contexto del trabajo de desarrollo personal, que no busca ser más solamente, sino que busca la inmortalidad. Se supone que ello le da el más profundo de los sentidos a la vida.
Con la muerte desaparece la identidad pero el doble se lleva la carga kármica que encarna en el próximo cuerpo, hasta alcanzar la inmortalidad donde no se perdería la identidad o Yo Superior.
ResponderBorrarMuy bueno!!
ResponderBorrar