Todo comienza en la experiencia que es a fin de cuentas lo único real.
La experiencia ocurre en la mente, cuya sustancia es la conciencia.
Rupert Spira define así la conciencia: la conciencia es eso donde la experiencia aparece, con lo qué toda experiencia es conocida y en donde toda experiencia se lleva a cabo.
La experiencia es una perturbación que le ocurre al que experimenta. Ocurre a través de los sentidos que nos permiten ver, oír, saborear, sentir al tocar; llamamos a esto percibir.
Lo único real es lo que ocurre en nuestra conciencia a través de lo que percibimos.
Rupert Spira nos dice que es la mente, la conciencia, la que crea ese objeto como una abstracción de la mente. Lo único real es la conciencia, los objetos frente a mi, el mundo frente a mi, es una abstracción de la conciencia.
Me pregunto en qué momento esa abstracción que es el mundo frente a mí, se transformó en lo más real de mi mente y se me nubló la conciencia y su perturbación, la experiencia.
El materialismo, que dice que la materia es lo único real, sería un cuento, un constructo mental, una abstracción.
Mi confusión se origina al creer que ese mundo que creo experimentar, ahí frente a mi, es la realidad misma. Cuando lo único real son las percepciones de mis sentidos que mi conciencia experimenta.
Vivo, vivimos, en una fantasía, en un sueño, que nos parece tan real como lo que vivimos en nuestros sueños.
La materia es una abstracción de la mente.
El electrón aparece cuando aparece un observador; antes no existía, es solo una posibilidad de un campo cuántico.
Yo soy un espacio vacío localizado en la parte alta de mi cuerpo, donde la experiencia de la percepción ocurre, donde la conciencia hace lo suyo.
Yo experimento a mi cuerpo como un objeto del mundo. Yo soy el que conoce a través de la experiencia perceptiva, los objetos del mundo; mi cuerpo entre ellos.
Mi mente hace esta maniobra de desdoblamiento entre el yo que observa y las abstracciones del mundo que crea. Ahí aparece la dualidad, que también sería una abstracción de la conciencia.
El tiempo es otra creación de la mente, de la conciencia. Lo único qué existe es el presente de la experiencia. El pasado y el futuro sólo los crea el pensamiento, otra perturbación de la conciencia, para fines operacionales. El tiempo no existe.
Tengo una reunión más tarde, a las 8 am, que ahora sé es una ficción de mi mente, que me permite coordinarme con la Pepa.
De la misma forma, el espacio es una creación de la mente, para localizar todos estos objetos, que son abstracciones de la mente.
Me estoy sintiendo mareado; mejor me voy a descansar.
Las experiencias (de todo tipo) son percibidas por uno o más de nuestros sentidos, los procesa la mente (consciencia) y los presenta nuevamente la mente (consciencia) en un visor mental, pantalla de percepción o si se prefiere panel de control (tb. Consciencia). Esta consciencia mia, es una desasociacion de la consciencia universal, al igual que la tuya. Nuestra vida se desarrolla atrás del panel de control, y para que podamos funcionar la mente (consciencia) secuencia las experiencias y aparece el tiempo, junto al tiempo está el espacio. Ambos son aspectos operacionales del panel de control. Así la vida nos parece que transcurre en lugares y lapsos. Todo esto es un fenómeno de la consciencia. Metafóricamente, podemos pensar en una nave con su panel de navegación (cuerpo con su sistema perceptivo), en la realidad nada de esto existe como lo imaginas, es solo un estado de la consciencia que al operar, hace que “aparezca” la vida. Toda una ilusión que ocurre atrás del panel de control.
ResponderBorrarLo impactante de todo esto es que la consciencia universal, desde donde sale toda la humanidad desasociada, está aquí mismo, inmediatamente después de nuestra piel. La realidad que vemos es la consciencia universal procesada por nuestra consciencia desasociada.
Al “morir” nuestra consciencia desasociada vuelve a unirse a la consciencia universal.
Todo esto que parece muy “loco” vale la pena intentar comprenderlo, puesto que tiene tremendas implicancias sobre nuestra vida. Partiendo por toda las precauciones que muchos tomamos, no tan solo para vivir, además de “guardar” para “eventualidades”. Increíblemente puras ilusiones.
"No vemos las cosas como son.Vemos las cosas como somos nosotros" Confucio.
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