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lunes, abril 24, 2023

Libro El Gen de Siddhartha Mukherjee

¿Qué me pasó leyendo este libro? Porque habla de lo que estás hecho, de tu constitución, de tu destino eventualmente.
Me afectó diría yo. Me veo con perplejidad. Cómo tanta complejidad. Cómo es que funciona todo esto tan a la perfección y yo aquí viendo televisión, por ejemplo.
Ahora me doy cuenta que una pequeña variación en un gen y tu vida cambió. Una variación inducida por un cambio epigenético, que hasta tu manera de pensar puede estar afectando.

Siddhartha Mukherjee se pasó. Escribió esta biografía del gen, movilizado por su preocupación personal, de cómo las enfermedades mentales de sus parientes cercanos podrían estar determinando el destino de sus hijos y descendientes.

Todo comenzó con Pitágoras por allá por el 500 AC, en que postuló que la persona completa iba en el espermio masculino y que al ser depositado en la mujer, esta solo lo alimentaba, lo nutría. Se podría llamar a este una elucubración patriarcal ancestral.
Habría sido Aristoteles unos 100 años después, quien dijo que había notado rasgos, características, de la madre y la abuela materna en los hijos. Razón por la cual el planteamiento de Pitágoras no era correcto.

Gregor Mendel (1822 - 1884) fue un monje agustino, que más que monje era un botánico, que en el huerto del monasterio se lo pasó haciendo pruebas con guisantes y observando sus características y cómo se propagaban de generación en generación. 
Mendel era tímido y reservado, por lo que dio a conocer sus resultados en el pueblito donde vivía, dejando su reporte en una parte que fue rescatada como treinta años después, por alguien al que le interesaba el tema y lo lanzó a la fama.

Se pensó en un momento que las proteínas del núcleo eran las que llevaban la información de la herencia. Fue después que se descubrió que esa materia poco clara que estaba por ahí, era donde se almacenaba dicha información. Cromosomas se los llamó y se pusieron a averiguar cómo estaba constituido molecularmente.
El lenguaje de codificación no eran ceros y unos, sino cuatro moléculas de bases nitrogenadas, que iban en pares.
Serían Jim Watson y Francis Crick los que descubrirían la estructura de doble hélice del ADN, la molécula fundamental de 3.000 millones de pares de bases, que constituyen los cromosomas del genoma.

En esa estructura están los genes, que son llamados a expresarse cuando se requieren, a través de un ARN, que logra salir del núcleo, para que en los ribosomas de la célula se produzca la síntesis de proteínas. Que son secuencias muy largas normalmente, de aminoácidos, determinados de acuerdo a cada tres bases.
Y cada proteína es una máquina funcional que realizará tareas de distinto tipo en el cuerpo.

Ya te vas dando cuenta de la complejidad de la que estamos hechos y como todas esta complejísima maquinaria, que somos nosotros, se va creando en la etapa de embrión, se mantiene o repara después y realiza sus tareas específicas.
Piensa tú que hay células que se transforman con estos procesos en neuronas, otras en músculos, en hígado, en corazón y en dientes !

Lo que sigue es cómo vamos metiendo mano en toda esta maquinaria, empezando para corregir errores que se producen, produciendo enfermedades, a veces terribles.
Parten descubriendo dónde está el gen que está alterado y produce tal enfermedad. Y los van descubriendo.
Cómo entonces, le metemos mano, como removemos ese pedazo de gen y lo reemplazamos con otro sano.
Y van logrando cosas, poco a poco.

Hasta que un par de mujeres, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, investigando cómo las bacterias se defienden de los virus, describen el método Crispr/Cas9 que es capaz de cortar un ADN en un lugar específico para luego insertar las piezas que se desean.
De aquí en adelante la pelotera es mayor. Pues es meterle mano a la evolución, pues es posible crear seres humanos de laboratorio.
La cosa está prohibida en Europa y EEUU, pero los chinos parece que ya lo han hecho. 

La experiencia de leer este libro es impactante, pues por una parte quedas tremendamente asombrado de lo que anda pasando dentro de tu cuerpo y por otro como el desarrollo tecnológico en estas áreas nos puede llevar a no sabemos donde.
Podríamos incluso, aparte de corregir gran cantidad de enfermedades, diseñar el tipo de hijos que queremos tener.
A mí me dejó la cabeza algo desestabilizada. Igual te lo recomiendo por ser un libro fascinante y escrito de una manera muy entretenida.

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