Le decía el otro día a alguien, mientras leía este libro de Mirko Macari, ahora entiendo este país.
La política se me puso entre ceja y ceja no hace tanto tiempo. Fue Juan Vera quien me convenció que dejara de ser un nerd en la materia; y me puse a estudiarla, seguirla, leer libros.
Un día le dije a alguien que de todos los temas en que me he metido en la vida, el más complejo es la política.
Para hacerse del poder, esta banda debe usar un relato, un discurso, una ideología, que sirva para atraer votos, que es la materia prima del éxito en el negocio.
Las otras bandas, los otros partidos políticos, son enemigos en este afán.
Necesitamos enfocarnos en las audiencias, en una especie de fiesta de disfraces, de manera de atraer voluntades, votos.
El que gana se reparte el animal, que son cargos bien remunerados, que durarán al menos por el periodo de gobierno de esa colectividad. Los cargos más atractivos y más riesgosos, son los de las cumbres, de los eslabones más altos de la pirámide del poder.
La pasión de Mirko Macari es el poder. Un poder que se agrupa en trenzas de personas que recorren el territorio en forma transversal. Trenzas que van de grandes empresas a grandes partidos políticos. Mirko no tiene asco de dar todos los nombres y ventilarlos a través de los medios en que trabaja.
Parte en la revista del Sábado del Mercurio, sigue en La Nación Domingo y termina en El Mostrador, un medio netamente digital.
Tiene la maestría de armar y mantener buenos equipos, creativos, apasionados, de carácter.
Las presiones para hacer lo que él como Director quiere, vienen de muchos lados, a veces de todos los lados, cuando se suma gente del Directorio de la misma empresa, que también presionan. Estamos rodeados dirán cuando esto ocurra. La mayoría de las veces salen con la suya y disfrutan con los estragos que causan.
Mucho me reí cuando en una reunión de pauta del Mostrador, con el presidente del diario presente, este pregunta, ¿a quién nos vamos a cagar esta semana ?
Aparte, el libro está lleno de historias sabrosas, que a más de alguno le va a volver a causar escozor.
Por ejemplo cuando desde el Mostrador nombran a los principales civiles que hicieron posible la dictadura de Pinochet. Y parten la lista con Ricardo Claro.
Por supuesto, Ricardo Claro los demandó, Macari incluido en lo personal. Fue una ardua lucha con los mejores abogados de la plaza.
En esa pasada demandó además a El Mostrador por MMUS$ 10, con el objetivo de quebrarlo.
En septiembre del 2008 Ricardo Claro perdió el juicio. Un mes después, murió.
Como dice, diluyen completamente el lingote moral que tenía la Iglesia. Su poder político y moral, prácticamente se extingue.
Mirko Macari dice que la Concertación termina de colapsar como posibilidad histórica cuando el presidente Eduardo Frei, las gestiones de José Miguel Insulza en Inglaterra y nada menos que Ricardo Lagos, lograron traer a Pinochet de vuelta sin ninguna posibilidad de un juicio posterior por sus faltas. Ahí se jodió la Concertación afirma Macari.
Entender lo que mueve a Mirko Macari, es un desafío, para estar en todos estos bochinches. Claramente la adrenalina es un elemento, mover los límites a más transparencia, más honestidad, es otro.
En la actualidad ha renunciado a ese mundo de la política, que piensa es una especie de Titanic con los días contados.
Su norte está en el futuro, que ve asociado al desarrollo personal (por eso se certifica como Coach), en cambiar la manera como nos relacionamos con la naturaleza y el desarrollo tecnológico, punteado en estos días por la inteligencia artificial.
Un libro que recomiendo mucho. Me permitió avanzar en comprender el mundo de la política. Y quedar con la preocupación por lo incierto que queda el panorama para adelante.
Gracias Gabriel, parto a comprar el libro!
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