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domingo, septiembre 10, 2023

Hay que o quiero que, that is the question

¿Tiene importancia decirlo de una forma o de la otra?
Hay que, lo digo yo, pero no viene de mí, viene de fuera.
Quiero qué. El querer es propio.
Puedo hacer lo qué quiera, pero no puedo querer lo qué quiera.
El querer brota.  Brota de adentro. De adentro de uno.

El hay que, es una imposición, un acuerdo colectivo, una ley, que viene de fuera, un afuera del qué yo soy parte, o no.
Bueno, me puedo identificar tanto con el hay que, que lo puedo sentir como propio.
Pero no tiene el origen en mí; lo adopté más bien.
El hay que tiene como origen un pacto social, debatido o por costumbre, al que le damos más peso que a mi mismo. Se supone que le lleva más sabiduría que la mía propia.

Si lo vemos desde la perspectiva del poder, en el hay qué, el poder viene de fuera, en cambio en el quiero que, el poder viene de mi.
Hay que votar si. Es la orden del partido.
Hay que parar en la luz roja. Es un acuerdo social, para que no queden descalabros en las esquinas. Paré en el semáforo en rojo a las 3 de la mañana, sin nadie a la vista. Reflexioné un instante y pasé con rojo; tenía una Cuca de carabineros atrás, que no vi. Me pararon y el carabinero me dijo, lo siento, no puedo no sacarle el parte. Es lo que debo hacer.

Está tan cargada la mano hacia el hay que, que estamos poco entrenados para escuchar lo que yo quiero. Sostengo que no tenemos muy entrenado el qué quiero yo. Y por eso tampoco el quién soy yo. Muchos no lo sabemos.

Qué te pasa a ti con esta pregunta. Porqué será que todos buscan la respuesta correcta. Lo que hay que contestar ante esa pregunta. Para que decir si es una entrevista de pega.
En mi oficio de coach me preocupo mucho de preguntar y tú qué quieres ? qué te pasa a ti con esa pregunta ? Pienso qué desarrollar ese músculo, es desarrollar el propio poder.

Y tú, qué piensas de esto ?

9 comentarios:

  1. Anónimo8:44 a.m.

    Muy buena nota Gabriel. Claro, “hay que” tiene una connotación colectiva y despersonalizada, desde fuera. Casi todos hablamos así “hay que”, así no nos compromete. Pensándolo bien, quizás el “hay que” debería ser una expresión censurada. Solo se podría usar “hay que” haciendo referencia a una ley o norma social existente y reconocida formalmente.
    De lo contrario, es “jauja” ir por la vida dictaminando “hay que” con las patas y el buche. Este es un problema de los chilenos y quizás de la humanidad, hablar sin hacerse responsable.
    Diferente es, como muy bien dices en el texto, “quiero que”, con esto asumes responsabilidad, te haces cargo del deseo o mandato.
    Es interesante notar que este “hay que” es más usado por adultos que por niños. Los niños son más inocentes, ellos no tienen dificultad en asumir, al extremo que si su “quiero que” no se cumple, gritan y les da pataleta.
    Educamos a los niños a no ser tan “jugados”, que se suavicen, que se transformen en adultos sociables. Surge así el “hay que”, adultos cínicos que hablan y hablan sacándole el traste a la jeringa. Por ejemplo, los políticos, especialmente los demagogos.

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    1. Gracias por el aporte .. enriqueces la conversación acerca del tema de mover el foco del exterior al interior.

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  2. Anónimo8:36 a.m.

    Mmm, el “hay que” también convoca, en cambio el “yo quiero” se acerca al berrinche de un bebé.

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  3. Anónimo8:55 a.m.

    Para mi una medida de cuan consciente soy de mi, es cuantas veces unos responde con un "hay que" y al contrario, "quiero que". Me gusta tu reflexión por que me hace tener encendida la luz de cuan consciente estoy siendo mi de mi, de mi ser, de por que hago lo que hago. Yo estoy en una importante fase de busca de sentido y estas reflexiones me ayudan. Gracias.

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  4. Buen post Gabriel. Me recordó a la típica expresión, muy usada por políticos y autoridades, "en este país" versus la que debiéramos usar "en mi país", donde el compromiso es absolutamente diferente. Un abrazo

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  5. Anónimo9:35 a.m.

    como se puede conseguir que tu propio quiero que llegue a ser transmitido para que pase a ser un hay que!!

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    1. Cuando se escribe en la Constitución y las leyes; saludos

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  6. Gracias Gabriel. Buen tema.
    De acuerdo con todo lo escrito menos esta frase inicial: Dices: "Puedo hacer lo qué quiera, pero no puedo querer lo qué quiera".
    Pienso que es al revés: "No puedes hacer lo que quieras, pero si puedes querer lo que quieras." El querer hacer, porque viene de adentro, no tiene límites...quieres el paraíso. "Hacer" en cambio es más complicado porque tiene límites externos --- no depende de tí (no siempre puedes hacer lo que quieras).
    ¡Abrazo! ¡Gran tema!

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    1. Tal vez no solo es porque viene de adentro, sino también porque viniendo desde adentro, lo he trabajado para que lo que quiera no esté movido por fuerzas externas a mi propio ser (deseos, instintos, necesidades) sino por el poder de elegir mi propia motivación....y eso requiere de ser libre de todas esas motivaciones que, viniendo de adentro, no han sido realmente elegidas por ese "mi mismo".

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