Stefan Zweig es un judío nacido en Viena, del imperio austro húngaro, el año 1881.
Muere en Brasil el año 1942, en plena segunda guerra mundial. Fue un escritor muy popular a partir del año 1920.
Los judíos han sido históricamente un pueblo errante, disperso por todos lados. Roma conquistó Jerusalén y se llevó este candelabro a Roma como trofeo de guerra.
En esta condición de pueblo disperso y errante, la única forma de sostener su nacionalidad fue a través de un relato potente, que incluía estos objetos sagrados de sus ritos.Cuando los vándalos se retiran de Roma con sus carretas cargadas con los productos del saqueo, un grupo de ancianos de sobre 70 años viajan de noche tras ellos, siguiendo a su reliquia sagrada. Llevan entre ellos a un niño de 7 años, para que sea testigo de lo que verán.
Este niño será el protagonista de este libro, hasta sus algo así como 88 años.
Pero más protagonista que el niño es el candelabro.
Una historia que te atrapa desde el principio. Te ubica en cómo eran las cosas en ese tiempo de los imperios romanos de occidente y oriente.
Y de cómo era la vida de los judíos, siempre despreciados y echados a un lado.
Un libro entretenido, que te muestra de alguna forma el alma del pueblo judío.
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