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lunes, febrero 19, 2024

Libro El mensaje de las lágrimas de Alba Payás

Notable este libro de Alba Payás Puigarnau, profesional de la psicoterapia, especialista en duelo, de España, Barcelona.
Un libro con el que me crucé circunstancialmente, lo compró mi hija psicóloga por Internet e hizo que llegara a mi casa, pues ella vive en Puerto Varas. Bueno, que me han dicho, lo leo antes de entregárselo, por pura curiosidad.

Cuando se muere alguien cercano, lo primero que pensamos es en los trámites y costos de la funeraria y el cementerio. Son platas que pueden ser no menores. El negocio de la muerte se ha transformado en un estupendo negocio en los tiempos desquiciados que corren.

El aspecto que aborda Alba Payás en este libro es lo que te pasa por dentro cuando se te muere alguien cercano. Se llama dolor, que puede ser muy intenso.
Qué hacemos con él, qué nuestra cultura nos ha enseñado a hacer y las consecuencias de ello.

Nos pasan cosas en el cuerpo, como embotamiento, cansancio, insomnio, decaimiento.
Emocionalmente, ganas de llorar, ganas de aislarnos quizás, sensación de sin sentido, ganas de morir incluso, rabia, angustia.
Y mentalmente, confusión, pensamientos críticos hacia Dios, por qué a él y no a mi, la vida ya no tiene sentido.

El pencazo puede ser fuerte, sin duda. Hay personas también que pasan sin mayor perturbación y siguen funcionando normalmente, incluso más enfocados, más trabajadoras.

Nuestra cultura, los médicos incluso, podrían intentar aliviar tus malestares, a punta de pastillas ansiolíticas, antidepresivas, y embotarte hasta el absurdo.
Alba Payas recomienda no hacer esto salvo en casos extremos, de personas con antecedentes psicológicos.
Y buscar ayuda de amigos, personas cercanas de confianza, con las cuales hablar de lo que te pasa, con los que puedas expresar tus emociones, sin que la persona se vea afectada, queriendo pararte para no sufrir ella.
Ponerle palabras a lo que te pasa, a tus emociones, las irá procesando y se irán atenuando.

La muerte de una persona cercana puede tener mucho contenido. Pueden haber heridas del pasado, resentimientos, cosas no dichas, que si se entierran, se mandan guardar, lo más probable es que años después emergan, pudiendo hasta causar algunos estragos.
Por eso el perdón, ojalá en vida, o incluso después que la persona murió, es clave y necesario para descargar aflicción que se instala y puede causar efectos en la salud.
Aprender, a través de este libro, los distintos aspectos del perdón fue clave para mi. Perdonar no significa quitarle culpa al culpable, significa que el dolor, el resentimiento, no siga afectándome en el día a día.
Cuando perdonas, te haces un favor a ti mismo.

Pensamos que somos una esencia. Hoy pienso que somos mucho más las relaciones que llevamos. Por eso, cuando alguien muere, una parte de lo que eres muere.
Te ves en el espejo de los otros. Cuando alguien muere es como si ese espejo se hubiera roto y ya no te puedes ver en él.
Por eso, reflexionar sobre lo qué esa persona te aportó en vida, te puede hacer traer eso que veías en el espejo allá, a tu conciencia de tus atributos.
Un buen trabajo del duelo permite resignificar lo que esa persona fue para ti y quien eres tu.

Una muerte bien procesada, te puede transformar, mejorar tu empatía hacia los demás, cuando ves que ellos también sufren y todo el mundo sufre con la muerte de sus cercanos.

Un libro que debería ser leído por todo el mundo, por lo importante que es la muerte de nuestros cercanos que tarde o temprano nos tocará a nosotros o nos ha tocado y hemos procesado insuficientemente.

1 comentario:

  1. Anónimo2:11 p.m.

    "Somos mucho más las relaciones que llevamos. Por eso, cuando alguien muere, una parte de lo que eres muere.":
    Tal vez somos solo una biografía en desarrollo, donde la evolución se construyendo con los otros en la medida en que podemos desapegarnos de nuestro ego para poder entrar en el otro: solo así es que podríamos "re-conocerlo".
    Y el fenómeno del duelo se podría homologar al de la salud: cuando estamos enfermos nos damos cuenta de la saluda o la valoramos. Cuando ella se va, es que podemos re-conocerla.
    En el duelo, dado que nuestro ego ya no puede querer o aspirar a nada más de la relación que se muere es mas habitual re-conocer lo que que perdí de mi mismo.

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