viernes, septiembre 17, 2004

Amores vehiculares

Caminaba ese día de vuelta de haber ido a Providencia en Metro, por el tercer subterraneo de los estacionamientos del terminal Escuela Militar y veo a esa niña, joven, de unos 18 años, abrazada a su auto como en un verdadero idilio romántico, en un abrazo prolongado y sentido.

Me acerco y al sentir mis pasos se separa, se da vuelta y me mira, y veo sus ojos levemente húmedos. Resulta ser mi sobrina, la Pili, hija de Eduardo mi hermano, un tipo noble, que ama a sus hijos y exigente.

Que te pasa, le pregunto, y me cuenta la siguiente historia:

"Venía de la universidad, y yo soy muy bolada, siempre lo he sido; me bajo del Metro y al ir a buscar el auto al estacionamiento que el Tata nos presta, tomo una ruta que me lleva a la otra ala de estacionamientos, que es idéntica pero del otro lado. Llego al sitio donde debiera estar mi auto y, el lugar está vacio. Al lado hay otro auto que confundo con el del Tata, por lo que figuro estupefacta, convencida que me han robado el auto.

Me siento en el suelo, me tomo la cabeza con las manos apoyada en las rodillas, lloro, sufro pensando que es el auto que el papá nos ha comprado a los hermanos para que nos movilicemos, que diré, porqué esto me pasa a mi, y así permanezco practicamente una hora, desconsolada.

En un cierto instante, un pensamiento fugaz pasa por mi mente; ¿no había otro sector del tro lado, de estacionamientos identicos? me paro y me pongo a caminar. Efectivamente había ese otro sector y al llegar al auto, siento una emoción tan profunda de alegría y de amor por ese vehículo, ver que él ahi estaba, ahi había estado todo ese tiempo mientras yo lloraba dándolo por perdido, que me vino una cosa, que lo abracé emocionada y descansaba en esa posición cuando llegaste".

Recordé cuando hace ya muchos años, en mi viaje de luna de miel, volví de Bariloche a Puerto Varas en el sur de Chile, y encontré mi auto estacionado donde lo habiamos dejado para irnos en bus a argentina, y sentí esa emoción de afecto, de cariño por ese auto que fiel y estoicamente, nos había esperado pacientemente en ese lugar; y al encendedor el motor volvió a estar generosamente a nuestra disposición y en nuestra compañía.

sábado, septiembre 04, 2004

Me han entrado a robar ... mi identidad !

Hace ya unos seis meses llegué de vuelta de una semana de vacaciones por el sur y me encontré con que habían entrado a robar a mi casa haciendo un forado en el vidrio del ventanal de mi pieza, la pieza principal de la casa.

Que fastidio, toda mi pieza revuelta; cosas tiradas por el suelo, closets abiertos, el cajón de los veladores abiertos y todo disperso por sobre la cama. Me sorprendió pues faltaban pocas cosas; un equipo de música que manejábamos en la pieza, todas mis poleras del closet, un lente de una cámara fotográfica; y muchas cosas que yo habría esperado robaran, estaban ahí. Y, ninguna otra zona de la casa había sido intervenida, aparentemente.

Llegaron los guardias del barrio, paz ciudadana y finalmente los pacos. Todos recabaron información y se fueron.

Nada mas pasó hasta hace unos cinco días en que me llaman de una empresa de arriendo de maquinaria industrial, retroescabadoras y esas cosas, y me dicen que habían sido estafados por un tal .. era mi nombre. Arrendaron una retroescabadora, dejaron al menos un cheque en garantía por $ 15.000.000 y una fotocopia de ... mi carnet de identidad ?? .. y de la máquina arrendada nada mas supieron.

Al recibir por fax fotocopias del cheque y carnet de identidad, veo todos mis datos de carnet de identidad en ese carnet, pero con otra foto y otra firma; y "yo" figuraba como socio o con poderes de firma de una tal empresa Daza y Cia o algo así.

Recordé que guardaba en mi velador el carnet de identidad anterior al que aun poseo en mi poder; que es el único vigente, según consultas que hice después en el registro civil. Me lo habían robado y estaban usandolo para estafar. Crearon una empresa con mi identidad como uno de sus socios probablemente y salieron a estafar ... y lo están haciendo por montos no menores.

No se que se me viene ni que puedo hacer para detener esta acción delictiva.