Libro El código de la vida de Walter Isaacson

Este nuevo libro de Walter Isaacson es la biografía de la premio nobel de química del año 2020, Jennifer Doudna.
Ella junto con Emmanuelle Charpentier dieron con el mecanismo que tenían las bacterias para defenderse de los virus, al que llamaron Crispr que con la enzima Cas9, cortan y destruyen los ADN de los virus invasores. Con pequeñas intervenciones y modificaciones desarrollaron una herramienta que les permitió cortar y pegar partes y piezas del ADN.

Walter Isaacson

Jennifer Doudna crece en Hawaii, donde hace paseos con sus padres y un amigo de su padre, que se encarga de responder sus preguntas y alentarla en su curiosidad respecto de la maravillosa naturaleza ahí presente.
Su padre le regala el libro La doble hélice de James Watson que la motivará fuertemente hacia la biología y las ciencias de la naturaleza.
La apasionante historia de estos dos científicos, Watson y Crick, sus dimensiones personales y las preguntas respecto de cómo habrá de ser que estaba hecha esta molécula (ADN), que ya se había determinado escondía en código de la vida.
Justo después de la revolución digital, vendrá la revolución del código genético, el código de la vida.

Todo parte desde el ímpetu exploratorio de la naturaleza, su constitución y su forma de operar. Personas muy inteligentes, estudiosas, ambiciosas y competitivas. Instaladas en distintas instituciones públicas y privadas, laboratorios ligados a la academia, la mayoría de las veces.
Los descubrimientos que se van haciendo tienen claros beneficios para la salud humana, por lo que brotan de aquí y de allá, empresas con fines de lucro.
La competencia por las patentes, quien las inscribe primero, es una lucha intensa, donde también merodea la colaboración. Las universidades crean departamentos legales no menores.
Esta pecha, esta competencia, esta tensión, incentiva la creatividad.
Es una vorágine que se encuentra en los congresos, donde todos exponen.
No todo ocurre en Estados Unidos.

Jennifer Doudna

Watson y Crick leyeron el ADN, la base de la herencia y la información para la construcción de los organismos vivos.
Doudna y Charpentier descubren la manera de escribir, si, escribir, modificar el ADN.
Y van descubriendo formas de cortar y pegar donde quieran y agregando y sacando lo qué quieran.
Es una revolución mayúscula. La evolución empieza a ser afectada por esta manipulación humana.
Esto desata enormes discusiones éticas y morales.

Son capaces de eliminar enfermedades, afectar dolencias como ciertas cegueras, seleccionar que embriones siguen el proceso de gestación y cuáles no.
Es el fin de la evolución azarosa y estamos pasando a una evolución gestionada por esta especie de homínidos ? Qué consecuencias insospechadas podría traer esto ?
Si eliminamos las enfermedades, ya no habrá más Vincent Van Gogh ? Ya no habrá artistas disruptores como tantos ? Queremos eso ?
Todas estas intervenciones serán de acceso exclusivo solo de los ricos ? Te das cuenta que podrían formarse razas de superhombres generando desigualdades mayúsculas. Queremos eso ? Será inevitable ?
Demasiadas preguntas, al punto que habrá fuerzas que quieran parar todo este avance y otras que buscarán una senda vigilada, pausada.

Y vendrá la pandemia del coronavirus, surgido de China. Rápidamente llega la descripción completa del virus y empieza una carrera primero para crear herramientas de diagnóstico y luego para ayudar a los enfermos. Y las vacunas.
Y cambian las reglas del juego. Todos colaboran. Se organizaron grupos enormes de colaboración. Y se avanza con una rapidez impresionante.
Qué gran lección. Este mundo competitivo monetarizado tiene sus ventajas y desventajas. Pero cuando llega una amenaza mayor, una pandemia, se abandonan las trincheras, se sueltan las armas y todos se suman en una gran colaboración.
Y lo logran. Instrumentos de diagnóstico, vacunas y medicinas para los enfermos.
Será el fin de más pandemias, se preguntan unos.

Un libro con foco tanto en la ciencia y los descubrimientos, como en la dimensión humana de todos los actores. Un trabajo enorme de investigación, que nos regala uno de los mejores libros leídos por Osvaldo Schaerer el año 2023 que termina. Por eso, llegó a mis manos como un regalo, que agradezco enormemente.

Te cuento del último taller de Team Building que facilité

Este mes de diciembre, terminamos el tercer día completo del taller de Team Building requerido por su gerente Daniel Alvarado para su área conformada por 12 personas, más algunos invitados de áreas con las que ellos tienen alta interacción.
Facilité la actividad en mi rol de Coach profesional.

El primer día lo dedicamos completo a presentarnos para conocernos y establecer vínculos afectivos profundos entre todas las personas del equipo.
Venían trabajando hace tiempo algunos de ellos y había cosas de unos y otros que no sabían, que profundizaron el aprecio y valoración mutua.
Yo como Coach soy el primero en presentarse, en parte para establecer el tono de la melodía que pretendo se produzca.
Es notable el fenómeno que se produce en términos de la atención y calidad de la escucha, que es muy alta. No estamos hablando ni de cosas ni de procesos, sino de las personas qué somos. Los laptops se cierran, los celulares se silencian.
Y el que habla entra en un estado alterado en que pierde la noción del tiempo; nunca había recibido una intensidad de escucha como esta.
Esta actividad suele ser la más potente para los presentes, según reportes qué he recibido siempre después.

El segundo día completo nos dedicamos a conversar, a aprender distinciones del buen conversar, como el observador y escuchador particular que es cada uno, a expresar nuestros particulares puntos de vista, aprendiendo cómo la diversidad enriquece la mirada de cada uno y del equipo. El coach se preocupa que nadie quede fuera y todos descubrieran que cualquiera fuera su aporte, era un aporte valorado y enriquecedor, por más dispar que fuera.
Lo central de todo lo qué vendrá será el conversar, pues en esas interacciones se irán desplegando, irán apareciendo, se irán conociendo más y más.
Toda enseñanza del Coach, toda charla de invitado, serán interpretadas como provocaciones para atender a lo qué le está pasando a cada uno con esta y ello sea el material, el estímulo, del conversar grupal.

Ese segundo día aprendimos también la potencia de pedir y ofrecer bien, la importancia de las promesas que adquirimos al comprometernos y como la forma en que ejecutamos dichas acciones, será factor determinante de la identidad pública que vamos construyendo en nuestra vida laboral y profesional.
Se va instalando la idea de qué no somos algo intrínseco, algo estático, sino algo qué puede evolucionar y de hecho evoluciona por ejemplo en el tipo de observador qué somos cuando vamos escuchando lo que otros ven ante la misma escena. Ello afecta lo qué yo veo, lo cambia.
Somos más bien el resultado de cómo interactuamos con otros y con las cosas.

El tercer y último día, seguimos conversando, repasando impresiones y aprendizajes del día anterior y entramos a mirar juicios y afirmaciones, cómo estas crean realidad, de su potencia y del cuidado que debemos tener al emitirlos, cuidando de sus fundamentos, en el caso de los juicios.

Trajimos tres invitados que nos presentaron sus miradas profesionales, uno del alto rendimiento en equipos deportivos y dos de incidentes importantes en la actividad minera, temas netos de la actividad este equipo tiene responsables en esta minera transnacional. Ello provocó preguntas y comentarios en el grupo que enriquecieron y le dieron contexto a la actividad y a la conversación, asunto central.

Terminamos el día con juicios que el equipo le regaló a cada participante, lo que fue una poderosa experiencia de constatación de cuánto y cuán bien somos vistos, lo bien valorados que estamos siendo, lo que profundizó aún más los vínculos del equipo.

Fue una actividad de team building de alto impacto, que muchos dijeron que nunca se había hecho en esta empresa y apreciaban y agradecían enormemente.
Aprendí además de la importancia del rol del líder en el equipo y de la oportunidad de estos talleres para desarrollar su capacidad de liderazgo.

Libro El viaje de Cilka de Heather Morris

Un libro duro, bien escrito, fascinante pues te mete de lleno en la vida y condiciones de los campos de concentración nazis y los gulags rusos.
Notable esta Heather Morris, de tomar esta hebra que es el relato de un sobreviviente de campo de concentración, sobre esta mujer Cecilia “Cilka” Klein, que le había llamado la atención por su valentía.

Cilka, vive en Checoslovaquia con sus padres y una hermana, una vida normal, feliz y relativamente próspera. Viene la guerra y Checoslovaquia es tomada por los nazis y los judíos como ella, pasan a ser perseguidos, apresados, mandados a campos de concentración y exterminados.
De la noche a la mañana viaja en tren largas distancias en vagones de ganado, como ganado. Destino Auschwitz. Ahí morirán su madre y su hermana. De su padre no sabrá más.

Cilka al llegar a Auschwitz tiene 16 años y es una mujer atractiva. La ponen a un lado y la convierten en la preferida de uno de los comandantes del lugar. Este la destina a un trabajo de arrear ganado al matadero y Cilka se convierte en una bestia deshumanizada. Sabe que de lo que se trata es de sobrevivir. Su aniquilamiento interior no la desquicia; zafa.

Hasta que el campo es liberado por los rusos. Los presos la denuncian como ayudista de los nazis, traidora, asesina y la mandan a otro campo de concentración en Siberia, al norte de Rusia, en la ciudad de Vorkutá. Se trata de un Gulag ruso de los cuales en la época de Stalin había cientos.
En este caso son prisioneros esclavos, que trabajan en las minas de carbón del lugar. Temperaturas de - 50 grados en invierno; nieve y frío en condiciones absolutamente inhumanas.

Veinte mujeres duermen en uno de los galpones para los prisioneros, donde las camas, si se pueden llamar así, figuran una al lado de la otra, con pequeños espacios entre medio, con una delgada frazada para cubrirse. Una pequeña estufa a carbón de escaso suministro en un rincón, donde con frecuencia se apiñan.
Cada dos o tres días, en la noche, las invaden un grupo de hombres que las violan a golpes si es necesario. A la mañana siguiente, temprano aparece la celadora que las tiene a régimen militar, para llevarlas a tomar lo que no se puede llamar desayuno y de ahí a los campos de trabajo a la intemperie. 

Ella establece un vínculo especial con uno de los atacantes nocturnos, que se ocupa de protegerla de otras embestidas; él será su único dueño. Lo curioso es que este hombre se irá enamorando de ella, pero ella nunca.
Por alguna circunstancia, relativa a una de sus amigas del galpón que ha quedado embarazada, la acompaña al hospital del campo y ahí una doctora la detecta como hábil y compasiva con los enfermos, la invita a trabajar ahí.
Su vida cambia y ella empieza a establecer una relación estrecha con esta doctora.

Todas las cosas que pasan son increíbles, por su sordidez, falta de recursos e inhumanidad.
Hay médicos que son lo peor. Y hay un grupo de prisioneros que se han hecho fuertes dentro del campo y la verdad ejercen dominio incluso sobre los cuerpos médicos, a los que obligan a suministrarles drogas, para satisfacer sus adicciones.
Cilka empieza a enganchar con un recadero de la administración. Se miran, le llama la atención algo en su mirada en sus gestos. Y se van gustando; se llama Alexandr.

Aprende a asistir operaciones y termina dedicando buen tiempo a ser la enfermera de la ambulancia del hospital.
En sus travesías a buscar heridos, arriesga su vida por los heridos dentro de las minas y llama la atención por su arrojo y valentía. Salva vidas y empieza a destacar. Llamar la atención puede ser lo peor que le puede pasar; ya lo ha experimentado, en un confinamiento de días, donde casi muere.
La brutalidad del lugar es conmovedora. Las condiciones de vida imposibles. 

Finalmente, intempestivamente, muerto ya Stalin, Jrushchof al mando, empiezan a liberar a los presos. Un día la liberan y debe irse sin despedirse. Ella está convaleciente de un accidente. Su hombre también. Se va sola. Pierde el primer tren y debe esperar al día siguiente. A duras penas logra introducirse en ese tren repleto y en el momento de casi perderlo, aparece él, también moviéndose a duras penas.
Vivirán 50 años felices, sin hijos, en Checoslovaquia.

Un libro que no puedes parar de leer, terrible, emocionante, donde las peores atrocidades se entremezclan con hermosos destellos de bella humanidad.
Un libro muy recomendable, por su humanidad dentro de la inhumanidad extrema a la que los hombres podemos someternos.

ChatGPT como mi asistente de IA en mi oficio de Coach

 De un tiempo a esta parte vengo utilizando de vez en cuando los servicios de chatGPT o Bard, en mis sesiones de coaching.

Surge una pregunta, nos quedamos cavilando y, porque no le preguntamos a chatGPT ?

Y ha funcionado bastante bien. En el sentido que lo que aporta chatGPT o Bard, lo hemos calificado de bueno y de un aporte de valor.
De hecho, con uno de mis clientes, con el que siempre nos sentamos con una mesa de su oficina entre medio, partimos encendiendo el computador que trae y dejando listo Bard o chatGPT activado en pantalla.

Ejemplos.
Llegamos con un cliente a la conclusión de que siendo un destacado profesional y padre de familia, siempre se había obviado a sí mismo. Nunca había puesto el foco de la mirada en él, para hacerse preguntas, preguntarse qué con él en todo lo que hacía.
Guau, recuerdo lo que dijo y se quedó mudo mirando al frente.
Y qué hago, me pregunta. Me lo quedo mirando y le digo, preguntémosle a chatGPT.
Esa vez prendimos el computador que estaba ahí y tipie la pregunta.
La respuesta fue muy rápida. Una breve introducción felicitando por el descubrimiento y luego listó, ocho o nueve puntos de acciones posibles a tomar.
Las leímos y quedamos los dos sorprendidos.
Una de las proposiciones era contratar los servicios de un Coach o similar.
Imprimió la respuesta y el cliente se la llevó para la casa.

Tengo un taller en una empresa con una buena audiencia. Preparo una powerpoint para proyectar. Tomo un artículo que escribí antes sobre el tema del Pedido y otro de los tipos de conversaciones. Copy paste al chatGPT y le pido me haga una lámina de powerpoint a partir de ese contenido. Retoco algunos detalles y está lista. Hago lo mismo con el otro documento y zas, otra lámina de la powerpoint lista.

Tengo que leer un documento de 15 páginas y tengo poco tiempo. Copy paste a chatGPT y le pido que me haga un resumen. Lo hace rápidamente y el resultado lo contrasto con algunas lecturas por aquí y por allá del documento y listo.

Libros completos que alguien nombra en una conversación, de los que tomo nota, después le digo a chatGPT me haga resúmenes y los hace bastante bien.

Una vez le pedí a chatGPT un resumen de un libro antiguo que acababa de terminar y gentilmente me entregó algo que califiqué de erróneo. Le dije a chatGPT que estaba mal, se disculpó e hizo otro intento de resumen. Me fui a Bart de Google y obtuve mejores resultados.
Hoy pinponeo entre estas dos herramienta de IA, chatGPT y Bard y debo decir que pucha que me sirven.

Estoy convencido que estas nuevas herramientas entrarán con fuerza ayudándonos mucho y probablemente dejarán obsoletos ciertos trabajos, como atención de clientes y call centers.
Imagino que estas herramientas serán una herramienta fenomenal para aprender cualquier cosa o para guiar nuestros estudios.