sábado, abril 29, 2006

Espermatozoides y colaboración

Los espermatozoides corren como desaforados por los recovecos húmedos de la vagina para lograr ser el ganador en la anhelada meta que es el óvulo. Solo uno vencerá y todos los demás serán loosers.
Así me contaron el cuento, ya no me acuerdo cuando, en el pasado remoto de mi adolescencia.

Vivimos en un mundo cuyo mercado se mueve en una forma bastante parecida a esa. La competencia despiadada, los vencedores se están llevando más y más de la torta, y ya son solo pocos actores verdaderos imperios globales los que reinan en el territorio.

Sin embargo Jodorowski nos trae una nueva lectura o interpretación de esta carrera de los espermatozoides. Dice, que los espermatozoides vienen tranquilamente navegando por las aguas cuando a la vista extrasensorial del óvulo, entraban una curiosa plática resultado de la cual. el óvulo designa cual es el espermatozoide que desea sea su príncipe consorte. Y, el esto de los espermatozoides, "colaboran" con ese espermatozoide, para abrirle paso y sea él quien penetre las paredes dando inicio a una nueva vida.

Esto significa entonces que todos nosotros fuimos elegidos y no los vencedores de una competitiva lucha.

Me cuesta creer este cuento que un amigo me contó que Jodorowski había contado en una reciente charla en su visita a nuestro país.

Alguien tiene mas antecedentes, porque si esto llegara a ser cierto, tendremos que revisar un lote de prácticas y costumbres que habitan nuestro sentido comun.

viernes, abril 14, 2006

La tecnología y la visita al Museo Tate de Londres

Por las señas que me da José Luis Orihuela llego al sitio de los Oscares de la Web (mejores sitios Web del mundo) y de ahí al Museo Tate de Londrés. Doy con esta página y de ahí hago clic sobre el mapa del Museo y empiezo a navegar de sala en sala viendo todas las obras a las que puedo entrar individualmente y ver la imagen mas y mas grande y leer sobre la documentación de la obra.

Increible ! se los recomiendo.

Preparar un viaje y una visita a un museo con este tipo de material en forma previa será otra cosa.

jueves, abril 13, 2006

¿Qué está pasando en Binaria, del grupo CGE ?

Con anterioridad me he referido a esta empresa en este blog, pues desde que la conocí me sorprendió por su sobresaliente manera de resolver sus asuntos tecnológicos y mas que nada por la cultura ahí instalada, en donde el talento, la creatividad y la buena onda, campeaban.

Parece que finalmente la empresa dueña de Binaria logró deshacerse de su capitán, Ricardo Ríos, quien fuera despedido la semana pasada después de 18 años ahí, con juicios entregados por una consultoría aparentemente mal fundamentados, aparte del hecho que el estilo de Ricardo se salía del lineamiento que la compañía quería tener.
Nada fuera de lo normal y corriente; una empresa se deshace de alguien que ya no es de su confianza, no importa la razón.

Ricardo Rios hacía tiempo que quería abrir el ámbito de acción de Binaria hacia el exterior, pero la empresa madre CGE no le aprobaba esta iniciativa. Me pareció entonces una buena oportunidad para él para finalmente abrir un negocio con la cobertura y foco que él quisiera, sin las ataduras propias de estar gobernado por un holding.

¿Pero, que pasó? Unas doce personas y aparentemente las mas importantes del equipo renunciaron voluntariamente y dejaron sus cargos, sin mas. Las razones por las que tomaron esta medida, es que les parece injusto y arbitraria la decisión y no estaban dispuestos a seguir en una empresa que muy probablemente dejaría de ser ese espacio realmente notable que ahí se había construido bajo el liderazgo de Ricardo. Y quizás también querían seguir con él en lo que fuera él quisiera montar.

Esto generó una crisis no menor en Binaria a mi parecer, que no se como se resolverá. Me sorprende este nivel de arrastre de un líder, pero si veo un asunto valórico importante en discusión. Se está confrontando el negocio con el talento. La fuerza ha estado del lado del negocio, pero el talento quiere decir, yo empiezo a ser relevante en el mundo que se viene y no pueden hacer y deshacer conmigo.
(foto de Chuck Babbitt)
Es posible que salga de todo esto una nueva empresa, centrada en el talento de su gente, y ojalá que esta empresa pueda avenirse con el negocio e ir a ayudar donde sea se requiera su capacidad y valores para mejor hacer en beneficio del negocio y de nuestro país.

Invito a la calma a los tomados por la emoción del momento y construyan en el diálogo, respetando los sueños también.

Nota
: han creado un blog que han llamado "por el derecho a pataleo", donde en los ya 46 comentarios de su único post, se refleja la dinámica que se ha producido

domingo, abril 09, 2006

Cirque du Soleil

Ayer fui al circo con la Andrea y mi hija Emilia. Fuimos a un buen circo, al cirque du soleil.
Recuerdo sus caras con sus cuerpos echados para adelante, con esa expresión sonriente y asombrada a la vez.
El circo se me aparece como una gran fantasía, de disfraces y colores, donde personajes de la mas variada apariencia deambulan haciendo sus malabares.
El circo también es un gran juego, donde la diversión está a la orden del día.
La música acompaña los distintos despliegues de los actores con una presencia esencial.

Pero lo que mas fue el circo para mi es la invención de cuentos sacados de la nada, incluso, estoy viendo a un tipo que saca a alguien del público y lo lleva al escenario. Todo lo que pasa no existe. Son mímicas de puertas que se abren chirreando, donde los sonidos son producidos ya sea por el mismo actor o por el equipo de sonido situado mas atrás. Al abrir la imaginaria puerta se escuchan ruidos de objetos que se caen y empieza a tomarlos uno por uno y a representar situaciones y elaborar escenas de lo más cómico muchas veces. Una realidad imaginaria, vivida, sentida, y disfrutada minuto a minuto y completamente sacada de la nada haciendo como que existe, totalmente metidos todos como si estuviera pasando; fantástico.

El circo es una construcción de la imaginación para nuestro deleite. Y que bien lo hace este equipo venido de Canada con actores, me entero, de todas partes del mundo, con sus particulares destrezas notables fruto muy probable de horas y horas de entrenamiento.
Que importantes visitantes son estos que nos visitan, y alegran nuestro escenario de vida con sus colores de fantasía.

Muy recomendable espectáculo.

sábado, abril 08, 2006

Cultura de montaña

Estos paseos que he posteado antes, han tenido conversaciones y reflexiones que me gustaría compartir. Una de ellas tenía que ver con la cultura de montaña y otra con el turismo o la actividad humana en estos parajes.

¿Porqué vamos a estos lugares, y, porque no vamos a estos lugares?

El primer pensamiento que se me viene a la mente con esta interrogante, es observar "que hace de mi la montaña". Que versión de mi aflora, cuando camino por esos cerros, esas laderas, o esos cajones.

Por alguna extraña razón, mi mente sufre una especie de vaciado de los rollos propios de la ciudad, las irritaciones del tráfico, la voluptiosidad de las irrupciones de señales que quieren llamar mi atención para que compre esto o aquello, para que cumpla esta o aquella indicación del tránsito; la ciudad, no nos damos cuenta, nos tiene locos de tanto ruido mental, por vía visual o auditiva. La montaña produce un relajo de la mente, una calma mayor, en que solo los mas gravitantes asuntos de real interés aparecen; y es un espacio de reflexión, sin igual.

Cuando logro estar ahi, aquietar mi mente y estar ahí, es cuando más disfruto, pues emergen mis sentidos, mi capacidad de ver que ve esos paisajes, mi capacidad de escuchar que escucha el sonido del viento, del agua, del silencio. Detenerse en un lugar, cansado el cuerpo, y conectarse con el pasiaje y uno mismo ahi presente, es lo mejor.

Le decía a la Catherine en Juncal, que el turismo son cuentos, emociones, y no construcciones de edificios, servicios, etc. Cuando abordemos iniciativas de inversión de montaña, tengamos presente de que emociones de las personas que vendrán nos queremos hacer cargo; con que dimensión del ser queremos conectar.

Voy a la montaña porque me conecto con una versión de mi mismo que me gusta y desde la cual me gusta conversar con otros.

lunes, abril 03, 2006

Paseo al glaciar Juncal

Salimos de Santiago a un cuarto para las 8, quince minutos después de la hora planeada. Un jeep Suzuki y 5 personas a bordo.
La salida de Santiago está espectacular con las autopistas concesionadas; incluso la que nos llevaba en la dirección de los Andes, pues nuestra ruta era el camino internacional que pasa por Portillo.
Estaba nublado y eso nos hacía dudar del pleno éxito del paseo. Lo habiamos planeado hacía unas tres semanas y lo concretabamos finalmente, ese día domingo 2 de abril.

Internarse en la cordlllera de los Andes por esa ruta que va a Portillo es toda una experiencia. Tanto camión bajando, incluso en domingo, nos sorprendía.
Cerca ya de la primera curva de ascenso a Portillo, el cartel que decía al Glaciar Juncal nos hizo desviarnos por un camino de tierra que tuvimos que retornar tras la indicación de un lugareño que nos indicó la pasada, unas casas mas arriba.

Buen camino de tierra, de unos 9 kms de extensión nos llevó al punto de partida de nuestra caminata. En la ruta nos llamaron la atención ruinas de diverso tipo, que hablaban de actividad minera e industrial que había dejado de ser rentable por variaciones de precios de los minerales o saturación de las minas. Una ruta de tren, sus puentes, pedazos de la línea literalmente arrastrados por la corriente del rio que iba por el cauce del fondo del valle; construcciones de diverso tipo, incluso adivinamos lo que fue una estación de ferrocarril. ¿Qué historias guardaban esos restos?

Breve conversación con los dueños del lugar y algunas indicaciones para nuestra ruta fueron escala suficiente para iniciar nuestra extensa caminata. El premio final era el avistamiento del glaciar Juncal que se nos aparecería allá al fondo, justo a la vuelta.
El paisaje ya era glorioso; qué lugar para montar ese campamento de construcciones en proceso de refacción.

Tomamos el sendero que partía bajando para cruzar ese cauce pequeño pero caudaloso, por ese puente y esas veredas escarpadas que me hicieron pensar que los caballos pasarían con difcultad si fueramos montados. Y a caminar se ha dicho, por una ruta que ascendía muy lentamente desde esos mas menos 2.300 mts sobre el nivel del mar del punto de partida.
Al poco andar, pasamos un piño de ovejas que en un número quizás superior a 700, pastaban en una ladera inclinada, verde por la humedad de una bajada de agua desde lo alto. Ovejas de cara negra y ovejas de cara blanca, gritaban sus notas desafinadas y emprendían movimiento en masa para arrancar a estas visitas amenazantes. Divisaba por aquí y por allá corderos mas jovenes que me hicieron pensar en los siete meses desde un probable septiembre de alumbramiento.

Cristobal caminaba adelante sacándonos distancia con su paso esforzado; detrás a cierta distancia, la Bárbara su polola; distancia que a medida que avanzabamos se iba ampliando. Yo seguía a la Bárbara a distancia estable de unos cincuenta metros. Sabiamos que debiamos caminar unas tres horas a buen tranco para lograr ver el glaciar, y esa oportunidad, al menos los tres que ibamos adelante no nos la ibamos a perder.
Humedales mas adelante, al otro lado de los cuales se veia ganado del tipo vacas y toros de gran tamaño.
La vista de los cerros enormes que ascendían escarpados con formas y colores diversos hacían del espectáculo una maravilla.

Lejos mas atrás, venían Raimundo y la Pili, los cuales mas tarde veo con mis anteojos de larga vista, que se esperan y caminan juntos.
Era una carrera por llegar a la meta, mas bien. Mas adelante vimos tres carpas de alta montaña agazapadas en los bordes de un humedal. No se veia a nadie en la vecindad así que supusimos que andaban escalando por algún lado.
Y derepente la ruta se ve interrumpida por un curso de agua, agua helada, de caudal incómodo. Subimos aguas arriba hasta encontrar unas piedras que nos permitieron a brincos exigidos, capear el obstáculo. La Bárbara exploró el territorio buscando algo mas fácil, lo que demoró a Cristobal y me puso a la cabecera de la marcha.

Finalmente doy la vuelta al cerro y empiezo a ver, encima ya, el imponente glaciar. Camino por arriba de tierra y piedras revueltas, entre gigantescos pedazos de hielo que dejan ver sus flancos, ascendiendo poco a poco hasta lo blanco del ventisquero. Me cruzo con un grupo de unas cinco personaa que bajaban volviendo y me dan indicaciones de la ruta entre las grietas. Llego hasta un alto y me siento a contemplar el hielo detenido del glaciar que se encumbra cerro arriba ante mis ojos. Unas nubes revolotean en lo alto y descienden amenazantemente hasta que empecé a sentir el golpeteo de las gotas de agua en la mitad de una ventisca helada. Abro mi mochila y saco el abrigo que tenía, me lo pongo y comienzo el descenso. Poco mas abajo encuentro a Cristobal y la Barbara, que se resguardecían bajo una enorme roca. Ahí nos cobijamos e iniciamos la comida del picnic. Poco mas rato aparecen Raimundo junto a la Pili que ya vienen exhaustos.

Bajamos en una lenta, exhausta, larguísima caminata hasta el lugar del auto. Me recuerdo tirado en el verde de un humedal, de brazos abiertos mirando el cielo nuboso y los cerros enormes, intentando descansar y recuperar energías para seguir.

Al llegar al sitio del auto, una breve conversación con la Catherine y su sobrino Tomás y de vuelta a Santiago, cansados, algunos cansadísimos, pero extasiados con el paseo y el espectáculo.