miércoles, enero 25, 2017

Nori Cifuentes, lleva la mejor huerta de Neltume

Después de visitar la huerta de Nori en Neltume, comuna de Panguipulli, para comprar unas lechugas y otras cosas con mi mujer, quedo con ganas de indagar más sobre esta mujer que me ha llamado la atención.

Paso otro día y le propongo hacerle una entrevista para este blog, cosa que acepta sin mayores reparos. Quedamos eso sí, para otro día, en un horario más relajado. Y eso hacemos; vengo otro día, con cuaderno y lápiz en mano, a conversar con ella.

Nos sentamos adentro de su casa, en el comedor; frente a frente. Presentes en la sala, living comedor, estaban su marido, Rumildo Garcia, de 88 años, la hermana de este, Trinidad, de 82. La hija de Nori, Any y una nieta, Nicole, Licenciada en Ciencias Jurídicas.
La Nori se llama Hilda Nori Cifuentes Henriquez; tiene 74 años y está bastante bien de salud. considerando que es ella la que lleva y hace todos los trabajos, en la huerta.

Me cuenta que nació en Huiscapy, entre Loncoche y Villarrica, siendo la menor de cuatro hermanos.
Un hecho que la entristece mucho es que su padre muere, de un infarto, cuando ella tenía solo 12 años.

Cuando tenía 22 años, se casa con Rumildo. Tuvieron cuatro hijos, siendo la menor de ellos, la Any ahí presente, que operó finalmente como intérprete y aclaradora en nuestra conversación, pues. al menos al principio, la Nori estaba medio nerviosa con este importante evento para ella.

Vivieron en Loncoche, donde su marido trabajaba como Bombero en una Bomba de Bencina y ella cocinando en una Fuente de Soda.

Un día, cuando su marido se había quedado sin pega, una amiga la invita a pasar unos días a Puerto Fuy, adonde va con los tres hijos menores. Estando ahí se entera que buscaban una Ecónoma en el Retén de Carabineros. Sin más y en vista de la situación familiar, toma el trabajo y le avisa a su marido que se queda en Neltume. Rumildo se demora en reaccionar, al punto que piensa que ya no quiere más con ella.
Finalmente llega su marido, con su otra hija y se instalan definitivamente en Neltume.

Al principio vivían todos juntos en un colegio de monjas, en una sola pieza, en no muy buenas condicionen.
De ahí pasan a una casa que le facilitan a su hija Ruth (madre de Nicole) propiedad del Complejo Forestal Maderera Panguipulli Ltda., donde ella trabajaba.

Al final de cuentas, con un importante aporte de su Dios (ella es testigo de Jehová), quedan de propietarios de esta casa, siendo factor relevante de la persona de Bienes Nacionales que lidió en todo ello, la forma e intensidad con que ella, la Nori, trabajaba cada espacio de tierra de esta propiedad, con bellas hortalizas.

Me cuenta que tenía este gusto por cultivar cuanto pedazo de tierra dispusiera, desde muy chica; desde como los 12 años recuerda.
De pestes solo lidia con el chape, que es como un gusanito, al que le echa un remedio que compra en Anasac. Tuvo tijeretas en las acelgas, pero un cliente le pasó un secreto, consistente es rociar encima gotas de cerveza; dicho y hecho: desaparecieron.
Y lo otro, rodear la huerta con flores aromáticas, que parece operan como barrera anti pestes.
Con estas pocas recetas, opera una bella, limpia y ordenada chacra, que recibió, no hace mucho, el premio a la mejor huerta del territorio. Con premio en plata incluido, de la ex mujer del señor Petermann, que todos conocen en la zona.

Me sorprende cuando me dice que todas las mañanas, cuando va a la huerta, saluda a la plantas diciéndoles, "buenos días, cómo están mis chiquillas?". Así que las trata de mujeres, le digo. Si, me responde.

Este es un trabajo de temporada, en que empieza con los almácigos en septiembre. Trasplanta a fines de octubre, principio de noviembre y no para hasta el final de la temporada de verano.

Rumildo le ayuda preparando la tierra. Además pica leña.
Dispone de unas lombrices que se llaman "de luz", a las que les tira todo material orgánico que sale de la casa y ellas se lo transforman en una exquisita tierra de hojas, sobre las cuales, por ejemplo, planta todas las lechugas, con estupendo resultado.

Aparte hace mermeladas y las vende; de ruibarbo, arándano, grosella, berries, membrillo. Hubo una época en que se hizo famosa por la venta de pan amasado y kuchenes.

Sus cuatro hijos son profesionales todos, los que le han dado 10 nietos y 3 bisnietos.
Una mujer de armas tomar, positiva, alegre, trabajadora, con una hortaliza que da gusto ir a comprarle verduras. Aparte de una flores preciosas y enormes, que tiene dentro y fuera del invernadero que maneja.

Si andas por Neltume, no dejes de visitarla, a comprarle verduras, al pie de la melga, entregado por su propia dueña y trabajadora del huerto.
Debes entrar por la calle principal, donde está el comercio y en la esquina del neumático que dice Vulcanización, doblas a la izquierda y sigues hasta el fondo, donde doblas a la derecha (Calle Los Avellanos 203). Ahí veras su huerto, casi sin letrero alguno.

Y le mandas saludos de mi parte.

la Nori con mi amigo Ricardo Kirsten (foto enviada después de esta entrevista por Ricardo)

martes, enero 24, 2017

Mónica Huerañanco, las mejores empanadas de la Feria de Puerto Fuy

Voy a la Feria de Puerto Fuy a dar una vuelta y algo me llama la atención de este local de "la tía Julia". donde me instalo a conversar mientras espero dos empanadas de queso, fritas en aceite.
Es quizás la seguridad de esta joven de 34 años, de un bello color de piel, que me hace sospechar de su origen mapuche.

Después de haber entrevistado a la Nori, de la huerta de Neltume, me dirijo envalentonado a la Feria de Puerto Fuy y le propongo una entrevista, esta vez a Mónica Huerañanco Fuentealba, que lidera el local anterior. Acepta y acordamos hacerla esa misma tarde al cierre del día, tipo 7:30

Casada con Edison Tranamil, ganadero, mapuche. Tienen dos hijos hombres, Diego de 12 años y Julian de 4, que por ahí pasaron cuando conversaba con ella.

Mónica tiene octavo básico y está resuelta a completar sus estudios a la brevedad.
Se identifica más que nada con su rol de dueña de casa, pero reconoce su vocación hacia el negocio, el comercio.

Viven en la zona de Pitrufquen, en un campo de la familia Tranamil.

En estos días de verano, se viene donde sus padres, aquí en Puerto Fuy, desde donde dedica todos los días, a trabajar este local de empanadas de queso y de pino, fritas, de propiedad de su madre, Julia.
La verdad me dice, es que se trata de un negocio familiar, donde aparte de su madre, que hace el pino, trabaja un hermano, encargado de las compras y su papá que hace el pan amasado.

Tiene de ayudante, contratada, a Jessica Inostroza, oriunda de Puerto Fuy. Se muestra feliz de trabajar con su jefa, siendo ella casada, con cinco hijos.

De carácter fuerte esta mujer, Mónica, que me cuenta que cuando chica en el colegio la maltrataban los compañeros huincas, cosa que no entendía. Por eso decidió casarse con mapuche, cosa que hizo y al hacerlo valoró y comprendió el valor de su raza y cultura, de la que se siente orgullosa.
Se reconoce guerrera, luchadora y le gusta emprender. Quiere seguir estudiando.

Me cuenta que en una época, se fue a Santiago, donde trabajó como 13 años, ingresando como operaria en una empresa, donde terminó como Jefe de Área.
En ese periodo tomó varios cursos, como gestión de negocios, manipulación de alimentos, etc.
Anhela tener su propio negocio. Le hablé del sitio Escritorioempresa.cl donde puede crear su empresa en un día.

Orgullosa, me dice que sus empanadas son las mejores de Puerto Fuy, echas con queso de su propia producción (tiene 10 vacas). Cobra $ 500 cada una y a $ 5.000 la docena.
Quiere invertir en un refrigerador y así poder aumentar la variedad de su oferta de productos.

Me cuenta que opera ahí desde hace 9 años, cuando partieron tapadas con un toldo, como una especie de carpita. Esta súper construcción en la que ahora están la hicieron hace dos años.

Aparte, es creyente, de la vertiente Evangélica.

Está aprendiendo mapuche, idioma del que me dio algunas lecciones.

En varias instancias de nuestra conversación se rió de buena gana, momento en el cual, una de las fotos le saqué.

Me cuenta que come poco, pasa de largo en los almuerzos, atendiendo el frecuente público, que presencio mientras conversamos en el mismo mesón donde atiende.

El resto del tiempo lo dedicamos a conversar de la cultura mapuche, de sus ritos y de la fuerte vinculación con la tierra.

Cuando pases por esa Feria, visítala, disfruta de sus estupendas empanas das y pan amasado e intenta conversar un rato con ella, que sentirás la fuerza y el orgullo de la persona que es.

lunes, enero 23, 2017

Libro El aroma del tiempo de Byung-Chul Han

Otro libro de Chul Han que leo. Pone el foco de la mirada en el tiempo.

Los seres humanos somos básicamente tiempo. Por eso quizás, un gran pecado viene siendo, perder el tiempo.

Byung-Chul Han 
La idea, o más bien la experiencia del tiempo ha ido cambiando a lo largo de la historia. Antiguamente el tiempo era un continuum repetitivo, partiendo por la naturaleza y por Dios.
De repente el hombre empezó a construir un mundo propio y transformó completamente la experiencia del tiempo.

Enviar un mensaje de un lado a otro, tenía que lidiar con la geografía. Navegar mares, subir montañas, atravesar desiertos. El mensaje podía incluso no llegar. Hoy, con el correo electrónico, el envío y la llegada del mensaje, ocurren en el mismo instante. Desapareció la geografía.

Esto tiene consecuencias. Hemos creado una realidad desprendida de la tierra. Y eso ha afectado nuestra experiencia del tiempo. Ya no es un continuum; hoy experimentamos instantes, acontecimientos, unos desprendidos de los otros. Y con ello se ha perdido la narrativa, que le daba aroma al tiempo.

Estamos abocados a construir este mundo creado por los hombres, para lo cual hemos elevado el trabajo a actividad fundamental y permanente de nuestras vidas. Los tiempos de ocio, antes tan valorados por los griegos, son solo descansos, tiempos para reponerse para volver al trabajo, que constituye lo sustantivo de nuestras vidas.

camino de campo
El tiempo ya no es un continuo, sino que una secuencia de momentos, entre los cuales no hay nada. Esa nada entre esos momentos del acontecer, más se asocian a muerte o a brutal aburrimiento. De ahí el imperativo a comprimir los momentos de tiempo, acelerando el trabajo y el ir y venir. Hay que llenar los espacios vacios, compulsivamente, con actividades sorprendentes, ocupantes, distractivas.
Es un desesperado movimiento que elude ver lo que se ha perdido en el camino: el Ser.

Chul Han termina su ensayo, llamándonos la atención sobre la importancia de recuperar el tiempo para el Ser, a através de la acción contemplativa.
Caminar por un camino de campo, lentamente, retardando el paso, con el alma serena, conectando con el entorno, en actitud contemplativa. Ese es un primer ejercicio.

Y luego recuperar el pensamiento, no calculador, sino reflexivo, tras una narrativa para la vida y su tiempo.

lunes, enero 16, 2017

Libro El Cristo Preexistente de Gastón Soublette

Un libro que amerita más de una lectura. Por su profundidad y abundancia de sabiduría.

Compara a Jesucristo con la intuición de hombre justo o hombre perfecto, de Lao Tse y Confucio, que vivieron 600 años antes. Y las similitudes son monumentales.

Para mi este libro fue una clase magistral de espiritualidad y religiones comparadas.
Me entregó una interpretación de la cruz que no tenía: la barra horizontal es la Tierra y la barra vertical, el cielo, lo divino,que atraviesa la Tierra, de cuya intersección brota todo lo bueno, el amor, el hombre, Jesucristo.

La confrontación de los hermanos primordiales, Caín y Abel. Aprendí que Abel representa el mundo del pastoreo, de la estrecha conexión con la naturaleza. Y Caín representa al metalúrgico, al hombre que creó la primera ciudad, la civilización. Es el choque de esos dos mundos, en donde uno vence al otro. Y Dios parece estar del lado de Abel.

Aprendí que occidente se rige por una religión basada en la revelación directa de Dios a los hombres, para crear una religión para hombres. Y la naturaleza queda más allá, aparte, disponible para ser dominada y utilizada como recurso.
En cambio China tiene una cosmovisión basada en la virtud que brota del mundo natural y deja al hombre íntimamente ligado a la naturaleza.

El éxito de la potencia creadora del modo occidental, que a la vez es alienante, separado de lo trascendente, que busca la autonomía total desde el intelecto, nos está llevando al colapso total.
Esta cosmovisión, en extremo racional, ha olvidado dimensiones fundamentales de la potencia que nos constituye, situados en capas profundas del inconsciente.

El hombre virtuoso, opera espontáneamente, sin esfuerzo, como canal del sentido, llamado Tao por los chinos. De ahí que cuando no conectamos con nuestro propio sentido o alma, nos transformamos en unos desalmados, destructores y ávidos de riqueza, saber, poder, para de alguna manera compensar la pérdida de lo trascendente.

Lao Tse y Confucio, intuyeron a la perfección las características del Cristo, 600 años antes. Y lo hicieron mirando hombres con esas características que vivieron en China entre 4.000 y 3.500 años antes de Cristo. De ahí lo del Cristo pre-existente.

Este es un libro pesado, que aparte de entregarte kilos de sabiduría profunda, te deja, me dejó una sensación de estar total y completamente perdidos, desconectados de lo trascendente, del espíritu, del sentido. Perdidos. Y con preocupantes riesgos.