domingo, abril 25, 2021

Libro Invisibles de Daniel Fermández y Pablo Reyes

Estaba leyendo otros libros y cuando Jorge Milla me recomendó este y me fui a verlo en su versión online, fui dejando los otros. Al final me compré la versión en papel, que me llegó muy rápido y le hice una segunda pasada. 

Este libro trae el tema de los niveles de conciencia de la espiral dinámica en la forma de paradigmas, puestos en la forma de placas telúricas en una especie de lecho de río, por donde transita la evolución cultural por la que vamos.

El estallido social es el resultado de la tensión provocada por la enorme cantidad de invisibilizados del sistema, que no pertenecían. Estos excluidos se van caldeando más y más, con los abusos, las mentiras, las colusiones, los arreglines entre la elite económica y la política, hasta que un alza en el Metro, lo hace estallar todo. Y de la noche a la mañana, la ciudad aparece estando en llamas por una fuerza destructiva que es tan imprevista, que parece venir de otro lado.

Pero según los autores del libro, ello es sólo un síntoma final de una crisis mayor. La única manera de explicarme como un colegio prestigioso como el Instituto Nacional fue reventado, es qué la educación en formato industrial que nos rige, no da más. Lo cabros van a clases y no la soportan. Los profesores están devaluados, nada de lo que les pasan no lo pueden aprender solos online, incluso mejor. ¿Cuál es el sentido de todo esto ? Y colapsa. Como no tienen propuestas, sino sólo un gran malestar, la cosa revienta sin explicaciones.

La democracia no es tal. No nos representan. Más bien parece que representan a la elite económica, con la que traen desde hace rato, sino siempre, una relación espuria de platas que van y leyes que vienen, que los favorecen. La olla se destapó y nadie parecía haber cometido un delito mayor que el robo de una gallina, delito de pobre, bien penado. Esto es un arreglín entre los de arriba, ya no hay dudas.
Necesitamos una democracia de otro signo completamente. 

El paradigma del orden y el logro, a la base de este sistema, había derivado a sus formas más insanas. La meritocracia, resultó ser solo para algunos, bien conectados. Y la economía basada en un mercado competitivo, también resultó falsa, pues los grandes se comieron a los chicos o los hicieron desaparecer y después entre los tres grandes que quedaron, dueños del mercado, hasta se coludieron para transformar esto en un mercado de monopolios, verdaderas aspiradoras de riqueza de todos.

Un amigo se pregunta una y otra vez, como se elimina la codicia y la verdad, me quedo mirando esta escena y no lo se. El que tiene, quiere más, luego más y sigue a mucho más, sin parar. Es una especie de terror de que si no lo tienen todo, lo pueden perder todo, porque uno más grande, como él lo viene haciendo, se lo comerá. Es como que el mercado se transformó en una pecera en que unos se comen a otros, hasta que quede uno solo que se lo ha comido todo. Y los ciudadanos .. olvidados, invisibles. 

Vivimos en una mezcolanza de paradigmas, que chocan unos con otros, especialmente cuando andan cargados a sus versiones insanas, con los más recientes como el de la solidaridad, que tira hacia lo colectivo, sacando a los del logro y la fuerza/poder de su ya disfuncional individualismo.
Se descalifican unos a otros en una tensión creciente, y lo peor, en una complejidad a la que se ha ido el mundo, en que ninguno de los que fueron exitoso en el pasado, da el ancho para lo que hoy se requiere.

Y no queda otra que avanzar hacia el futuro, que sería del paradigma de la integración, que es capaz de ver el lado positivo de cada uno de los paradigmas anteriores, e integrarlos a todos, para hacernos cargo del mundo global y complejo en que nos encontramos.
Esto significa desarrollo interior, trabajo personal, pues la transformación principal que hace falta, es de la mirada de cada persona, que es algo que brota desde dentro.
El ser que somos, ese que hemos olvidado tanto centrados toda nuestra vida en el mundo exterior, no así tanto, en el caso de las mujeres, que pareciera entendieron esto hace tiempo, pues en todo circuito de desarrollo personal, siempre han abundado las mujeres y escaseado los hombres.

Y todo esto en el contexto de crear una nueva Constitución en que estamos. No podía haber llegado en mejor momento. Siempre que hayamos leído este libro y aprovechado la ocasión para ir hacia adelante y no retroceder en formatos del pasado que ya no funcionarán.

Invito entonces a leer luego este libro, a ponernos a conversar unos con otros de sus perspectivas, a ver si elegimos bien a los asambleístas y construimos la Constitución para dar el salto adelante que Chile hoy requiere.


Referencias:
Pablo Reyes conversando con Ignacio Fernández Reyes
Presentación del libro Invisibles

domingo, abril 11, 2021

Libro Siddhartha de Hermann Hesse

Vuelvo a leer, a mis 69 años, este libro que debo haber leído en la adolescencia. En esa época me causó impresión, pues siempre he recordado la novela y al autor del que leí además otros libros.

Es la vida tras un objetivo espiritual. Siddhartha es hijo de un brahman, de un cura diría uno en occidente. Se cría rodeado de curas, ritos, rezos y lecturas religiosas.

Siendo joven aún, ve pasar por su pueblo, un grupo de tres ascetas, que le llaman mucho la atención, a él y a su amigo Govinda. Deciden partir con ellos.
Pedirle permiso a su padre, fue un tema. El padre se opone al principio. La forma en que Siddhartha logra acepte su pedido y le dé la bendición, muestra mucho de este joven que ya es excepcional.

Hermann Hesse
Tres años viajará con estos ascetas o samanas. En ellos aprenderá tres cosas fundamentalmente: a pensar, a ayunar y a tener paciencia. Adquiere un total dominio de sí mismo. Soportará el hambre, el frío, la lluvia a la intemperie. Lo mismo, barrerá con todo deseo y apetito. Conexión total consigo mismo, en una especie de meditación en la nada. 

Escuchan hablar de un santo, un buda, Gotama y abandonan, despidiéndose antes, a los ascetas. No sin alguna dificultad nuevamente, mostrando Siddhartha sus capacidades mentales.
Es ahí donde los amigos separan aguas. Escuchan y conversan con Gotama el maestro. Govinda decide quedarse como su discípulo y Siddhartha decide seguir solo su búsqueda. No cree, para él, en las doctrinas y los maestros.

Camino a una ciudad debe cruzar un río donde conoce al barquero Vasudeva, que lo cruza y donde se queda una noche conversando y comiendo. La verdad no comían casi nada. Le causa impresión a Siddhartha, este hombre sabio.

Entrando al pueblo conoce a esta bella y rica mujer, Kamala, una cortesana, de la que queda prendido. Le pedirá que le enseñe del amor.
Ella se ríe y le dice que para recibir sus enseñanzas debe primero ser rico. Se ríe de las cosas que dice saber Siddhartha (pensar, ayunar, tener paciencia), pero rescata el hecho de que sepa leer y escribir.
Ella le ayuda, conectándolo con un rico comerciante, del que termina siendo su brazo derecho.
Y se hace muy rico y es el amante, amigo y aprendiz de Kamala.
En esa estancia de varios años en esa ciudad, desarrolla su persona como un comerciante rico y bien relacionado, metiéndose de lleno en la vida de la riqueza, vicios y placeres. Se va embotando, desgastando y empieza a envejecer. Va perdiendo conexión con su ser interno tan desarrollado antes y se transforma en una persona-niño, como él llamaba a todos los habitantes de la ciudad. Termina asqueado, sin felicidad, con vicios e incluso maltratador.
En su último encuentro con Kamala, ella queda embarazada. Esa noche, solo en su casa, cae en cuenta que basta de todo eso y decide volver a su vida de asceta itinerante. Lo abandona todo, sin despedirse de nadie.

Llega al río del barquero, donde está tan deprimido que incluso piensa tirarse al río y morir.
Tiene aquí un segundo evento de iluminación, sale del trance y se va donde el barquero, al que le pide que lo acepte como su ayudante y aprendiz. Y aquí junto al barquero Vasudeva, aprenderán juntos escuchando al río.
Un día, de camino a ver al falleciente Gotama, pasan por ahí Kamala y su hijo Siddhartha. Una serpiente le da a Kamala una mordida mortal. Vuelven a  encontrarse los amantes y le dice que el niño que va con ella, Siddhartha, es hijo suyo.
Ahí permanecerá este niño hasta que pasado un tiempo escapa, de vuelta a su casa en la ciudad.

Un libro inspirador de la búsqueda de la perfección, siendo la ruta, el camino hacia el interior. El río en la última parte del libro, no es más que un espejo, digo yo, del sabio que está dentro de todos nosotros, cosa que cómo que se nos ha olvidado.
Un camino que no he hecho, ninguno de nosotros, probablemente, pero a mis 69, no es tarde para recordarlo.

Referencias:
Conversando de Hermann Hesse
Biografía de Hermann Hesse

martes, abril 06, 2021

Libro Otra realidad de Yanis Varoufakis (#poreldiálogo)

Novela del economista y matemático griego Yanis Varoufakis, que de la academia pasó a la política, en el cargo de ministro de finanzas, por un breve periodo en Grecia el año 2015.

En esta novela de ciencia ficción, despliega sus ideas de cómo visualiza que sería el mundo post capitalista. ]
En la crisis mundial del año 2008, se produce un fenómeno notable. Dos realidades paralelas arrancan. Las personas se replican en ambas realidades y evolucionan, sin saber los unos de los otros. Dos realidades paralelas, ciegas la una a la otra, siguen la deriva de la historia. Dos derivas muy distintas.
Una de ellas realiza el post capitalismo que Yanis quiere describir, como el mundo posible qué podríamos llevar a la práctica en esta realidad. 

Un genio de la tecnología, desarrolla un experimento increíble, que en una voltereta de errores yuxtapuestos, abren un “agujero de gusano”, que permite .. conectar y comunicar ambos mundos, ambas realidades.
Costa, este genio tecnológico, conecta con Kosti, así lo llama el autor, para no confundir al lector, que es la misma persona al otro lado. Kosti, en la “otra realidad”, casualmente, también es un genio tecnológico.
Este agujero de gusano, al final del libro se transformará en un “túnel de gusano”, permitiendo a algunos personajes del libro pasar de un lado al otro, e incluso cambiar de lado.

Todo empieza cuando el año 2008 se desploma el sistema financiero mundial lo que comienza en EEUU. La Fed o Banco Central de EEUU, emite billones de dólares y se los pasa a los bancos para salvar la debacle inminente. Los bancos le prestan este enorme volumen de plata a las grandes corporaciones, que no encuentran nada mejor que invertir buena parte de esas sumas en la Bolsa, Wall Street, comprando sus propias acciones. Con ello suben el valor de las acciones, los bonos de los altos ejecutivos, mientras la población se jode.
Millones de personas cesantes, miles de pequeñas empresas quebradas, cantidades de casas rematadas, mientras en la minúscula cúpula corporativo-financiera, viven en jauja. Es cuando la burbuja financiera se escinde completamente de la economía real.

Agujero de gusano
Y aparecen los activistas con los hackers tekno-financieros, en la otra realidad, ojo, no en esta realidad. Y con precisión de acupunturistas, disparan medidas que apuntan a desbancar los tinglados de derivados y similares financieros haciéndolos reventar, usando la viralidad de las redes sociales y la tecnología. Basta, en algunos casos, que multitudes dejen de pagar sus cuentas de servicios por dos meses. Son los Occupy Wall Street e Indignados anteriores, en su siguiente eficaz versión.
Hay distintos grupos de activistas, con misiones distintas, como por ejemplo atacar a las empresas que abusan con sus empleados, con el mercado o con la naturaleza, haciendo que los fondos de inversión de pensiones, las eviten.
En definitiva, todo se viene abajo.

El Banco Central de cada país, crea cuentas personales para cada ciudadano, en el mismo Banco Central. La ayuda no pasará más por los degradados bancos comerciales. Cada cuenta tiene tres subcuentas o fondos. Uno de ellos, guarda los US$ 150.000 que el Estado abona a cada niño que nace, con uso futuro predeterminado bien regulado. Otro fondo, recibe una renta mensual universal; algo así como US$ 200 mensuales. El tercero es la cuenta corriente típica.

Las empresas se democratizan. Dejan de ser propiedad de accionistas que no trabajan en ellas. Un trabajador de la empresa, una acción, un voto, es el esquema que impera.
No hay jefes, total transparencia. Hay ritos diversos sobre plataformas tecnológicas para la toma de decisiones. Todos ganan un piso igual y se reparten bonos que se asignan democráticamente, con procedimientos claros y concisos.

No hay impuestos a la renta ni a las compra ventas (IVA). El principal impuesto es a las ventas de las empresas; el 5% por ejemplo. No es un impuesto a las utilidades.
Se establece que los datos de cada ciudadano son privados. Si empresas como Google quieren usarlos, deben pagar a los que los proveen un dividendo mensual.
Desaparecen los bancos y las bolsas.

Este es un punto delicado. La tierra deja de tener propietarios privados; toda pasa a las autoridades regionales. Los iniciales propietarios, seguirán con sus tierras en forma vitalicia, con arriendo de valor cero. Después entrarán en el nuevo esquema de arriendos transados en subastas públicas.
El terreno se divide en zonas habitacionales y zonas empresariales o agrícolas. Al principio de cada año, el poseedor pone en un sitio web el valor que le asigna a su terreno y el sistema le calcula el arriendo que tendrá que pagar. En ese periodo cualquier persona puede pujar por un valor superior e iniciar la subasta. Si el propietario actual pierde, debe salir.

El financiamiento proviene de los particulares. Los más indicados para prestar plata a una empresa, son sus propios empleados. Todos tienen sumas interesantes en sus fondos, que pueden aportar a interés. Este hecho los hace más comprometidos con el éxito de la empresa.
Existen servicios de salir a buscar fondos y mediar entre los necesitados y los particulares inversionistas.
No hay bancos comerciales ni de inversión. No hay Bolsas ni acciones que se transan.
Cada país mueve su propia moneda y transa internacionalmente en la moneda kosmos, que nunca ven, pues el nuevo FMI dueño de esta moneda, intercambia a moneda local con cada país. Este FMI recorta kosmos cuando hay desajustes en las balanzas comerciales entre países y la usa en beneficio de los más necesitados, sin estrujarlos ni constreñirlos. Tiene un rol más bien colaborativo, de ayuda.

Bueno, todo esto sería el post-capitalismo de Yanis Varoufakis.
Desaparece esa economía financiera especulativa desconectada de la economía real.
Elimina la pobreza, democratiza las empresas, las empresas monopólicas que usan valor del tipo la información de la navegación de los internautas, les pagan dividendos. Renta universal, seres humanos más iguales, empoderados, produce un impacto en la cultura destacable. El patriarcado persiste, pero se va diluyendo poco a poco, gracias a las activistas, de las que el libre está bien equipado.

Me ha parecido un libro muy provocador, con luces interesantes, que leo apurado y escribo este posteo, para estimular su lectura y seguimiento del autor, para provocar la conversación (#poreldiálogo).
Me metí al sitio reader.amazon.com y lo compré, creo que por $ 4.500,- y lo leí en la pantalla de mi computador.

jueves, abril 01, 2021

Discurriendo sobre la conciencia

La conciencia es esa capacidad que disponemos para percatarnos que estoy aquí, yo. Que esa cosa que identificamos como “yo”, habita este espacio que ocupa mi cuerpo y que el otro, que va conmigo caminando en esta conversación, lleva otro “yo” en su cuerpo.

Tendemos a asociar esta conciencia de mi yo, como algo que sale de algún lado de mi materialidad. Pero podría no ser así. Conciencia y yo, podrían ser la misma cosa.

Este percatarme de que yo estoy aquí en este momento, lo experimento de cierta forma. No se, no tengo como saber, como este otro que va aquí conmigo, con quien converso estas cosas, experimenta su percatamiento de sí mismo, cómo experimenta él su conciencia.
Sólo sospecho que no ha de ser igual.

Un aspecto de esta conciencia es su capacidad de atender a esto o aquello.
Es distinto atender a algo en el futuro, como por ejemplo, cómo va a ser mi vida cuando ya esté muy viejo, si seré pobre o podré financiar mi austera vida. O en el pasado, ese hecho en el comedor del Ulmo, que pienso afectó mi vida.
A atender a algo del presente. Cuando atiendo a lo que estoy sintiendo en este momento, pareciera que conecto con mi conciencia con más contundencia.

En el ejercicio de atender a mi interioridad en el presente, puedo percatarme de algún deseo, por ejemplo, de comerme una marraqueta tostada con mantequilla. Puedo observar la vacilación entre partir ya a obtener su satisfacción o postergar la acción, o simplemente no hacer nada.
Puedo observar cómo me influye esa idea de que “el máximo poder es dominio sobre uno mismo”. Intento suspender o dejar a un lado ese deseo y disfrutar de la sensación de poder que experimento.

Observar en el presente, mi interioridad y manejar aspectos de lo que ahí se mueve, con conciencia de ello, es un ejercicio de toma de conciencia.

Puedo atender a lo que leo y en un cierto párrafo o texto, detenerme y concentrar un poco más la luz de la atención en el, para ver si detecto destellos más allá, o destellos más acá, observo que el registro de memoria mejora, sobre ese material.
Puedo regular mi atención, poner más o menos atención. O simplemente puedo observar cuanto atiendo a esto y aquello. Preguntarme por qué, por ejemplo.
La atención es una dimensión de la conciencia, pienso.

Y la intención, que también me parece es una dimensión de la conciencia, orienta, dirige, la atención, pero con una carga .. de intención. Esta capacidad que tenemos de intencionar, sospecho es más potente de lo que pensamos. Sino porque hay personas y grupos de personas que rezan con intención, por personas cercanas enfermas en estos días de coronavirus. Pues pienso que esa energía que movilizan, energía invisible de la conciencia focalizada, es poderosa.

Después de interiorizarme del experimento de la física cuántica de Thomas Young, del rayo de luz sobre la placa metálica con dos ranuras, capto que la presencia de un agente consciente, por su sola presencia, es capaz de hacer aparecer partículas, fotones, donde solo había energía en la forma de ondas lumínicas.
Concluyo, que nuestra conciencia tiene la capacidad de hacer aparecer materia donde no la había. Y los ingenieros, que necesitan poder medir las cosas para realmente creer que existen, no logran integrar en sus miradas de mundo, el poder de la conciencia, bien dirigida.