jueves, marzo 26, 2020

El trabajo, en qué se transformará ?

Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, dictamina el Génesis.
Cuando digo que no he salido a vacaciones, porque vivo en vacaciones, pues uno de las cosas que más disfruto, que más me llena, es cuando hago lo que llamo mi trabajo; el coaching. Algo de culpa he de tener, sospecho.

El mundo está cambiando en forma acelerada. Las tecnologías, como la inteligencia artificial, la robótica, la Big Data, etc., podrían reemplazarnos en todo, o buena parte, de los trabajos que hoy realizamos y generar un mundo de abundancia, donde el trabajo, como hoy lo conocemos, podría no ser necesario.

El otro día le decía al grupo de personas de un departamento de una empresa, que ayudaran a automatizar todo lo que hacen, con la condición de que al lograrlo les sigan pagando el sueldo, sin necesariamente seguir trabajando.
Desde el punto de vista de la empresa, si un grupo automatiza todo lo que hacen, y amortizan la inversión para ello, podría ser indiferente para la empresa el seguirles pagando.
Yo sé que eso no cuadra con el paradigma en que estamos, en que si los socios, que tienen el poder, y solo buscan maximizar su rentabilidad, podrían ver en ello una oportunidad en ese sentido, despidiendo a todo ese grupo.
Pero y si cambiamos el paradigma y favorecemos el que los procesos de automatización los faciliten los que hoy operan en una función, y no los despedimos por unos buenos años, mientras ellos se reinventan; podría ser, no ?

Si levantamos la mirada y miramos el mundo más allá del horizonte, podemos imaginar un mundo donde el trabajo, como hoy lo entendemos, no existiera. Donde la abundancia, gracias a la tecnología, nos permitiría implementar el sueldo universal, trabaje la persona o no.
Tendríamos otros desafíos. Qué haríamos, en qué nos ocuparíamos. Pero serían ocupaciones, de esas como la mía, en que realmente disfrutaríamos haciéndola. Es otro mundo y quizás las preocupaciones serían cómo darle sentido a nuestras vidas, cómo hacer y descubrir qué hacer, de manera de estar solo en cosas que nos apasionen hacer, como no deprimirnos.

El trabajo como el génesis lo entiende habría sido superado.
Cómo tendría que ser la educación para ese mundo ? Muy distinta a la actual, sin duda. Mucho más centrada en buscar y encontrar en cada persona, lo suyo, donde es sobresaliente y disfruta intensamente haciéndolo. Y acompañarlo en el proceso de su desarrollo.

No está demás decir, que estas reflexiones surgen en mi, mientras leo el libro Articuladores de lo posible, de Juan Vera, donde habla de estas cosas.

3 comentarios:

  1. Hola Gabriel,
    EL gran profeta Harari ya lo dijo: el trabajo y el trabajador caerán en IRRELEVANCIA y por lo tanto no tendrán (tendremos) PODER alguno.
    Un mundo vigilado por algoritmos que entrañan hasta en el comportamiento de los cuerpos (Orwell 1984 más potente) y separada entre castas biológicas (Huxley Un mundo Feliz).
    Entonces, dar tiempo a los trabajadores que automatizan sus puestos de trabajo para que se adapten dura, con suerte, una década. Luego: Irrelevancia del trabajo, además televigilados hasta el nivel biológico y con un muro global de castas separadas.
    Distópico pero probable.
    Qué hacer para eso no ocurra?

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    Respuestas
    1. Educación, mucho y mejor educación, para que inventemos nuevos oficios con aspectos humanos que los algoritmos jamás tendrán. Si, creo que habrá una disputa entre ideologías pro entregarnos ciegamente a los robots y otras que no. Yo estoy por estos últimos.
      Saludos Guillermo

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  2. Muy buena reflexión Gabriel. Me parece necesario que traspasemos límites y autocensuras en el pensamiento. Ya sabemos hasta donde nos ha llevado pensar dentro del formato actual y lo que planteas va más allá.
    Un abrazo

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