martes, mayo 02, 2023

Libro La realidad no existe de Jaime Rodríguez de Santiago

Este libro de Jaime Rodríguez es una inmersión en la forma en que vemos la realidad y la forma en que la pensamos.
Biológicamente estamos hechos para sobrevivir en nuestra deriva evolucionaria y no para ver la realidad objetiva. La verdad, la realidad objetiva no está a nuestro alcance y hablamos como si lo estuviera.
Esto le pasa más que nada a los ingenieros de formación científica, que están formados en el método científico que sí pretende acceder a la realidad objetiva.

La mejor forma de caer en cuenta de nuestras cegueras perceptivas es ese video de los tipos pasándose una pelota al que a uno le piden contar las veces que se hacen pases y no nos darnos cuenta del gorila que pasa, golpeándose el pecho en el centro de la escena.
¡No lo vimos! No lo podemos creer.
Y hay muchos otros ejemplos de cómo atendemos de la realidad sólo a aquellas cosas que nos interesan y dejamos de ver tantas otras cosas.
Yo tengo un juego que practicaba con mi hija menor de compartir sentados en una feria qué veía yo y qué veía ella. Eran notables las diferencias.

De lo que vamos experimentando, captando de nuestra experiencia, construimos modelos que funcionan para nosotros y pasan a constituir lo que es la realidad.
Queremos ser parte de nuestra comunidad y por ello cuidamos lo que decimos y al final ello va decantando en lo que pensamos que suele ser un acomodo social.
Somos enfermantemente copiones, si el vecino cambia su auto, no será raro que nosotros en un plazo x también lo cambiemos.
Y la cultura a la que pertenecemos realmente marca, determina nuestra manera de ver la realidad.

El libro de Jaime Rodríguez dedica su segunda parte a entregarnos ideas de cómo pensar de maneras que nos lleven lo menos posible al despeñadero.
Por ejemplo, nos sugiere y explica qué es el pensamiento crítico. Ser muy cuidadoso al pensar y optar por el pensamiento lento e indagativo.

Newton nos enseñó a pensar de cierta forma. El mundo superó ese paradigma y hoy la complejidad señorea.
Vivimos en un mundo que para que todo siga igual debemos correr muy rápido.
La competencia desarrolla nuevos productos, nuevos servicios y si nos morimos en los laureles, como hizo Nokia, podemos morir. Es desquiciante.

Pensar la complejidad requiere una mente abierta, capacidad de escucha de las perspectivas de otros, espacios seguros donde nadie se guarde lo que piensa, pues podría estar viendo justo lo que hace falta.
Tenemos que saber discernir acerca de los datos y las estadísticas, que muchas veces sirven para engatusarnos.

Una célula con un ADN adentro no es muy distinta de un virus. Cuando esa célula se divide en dos células idénticas, podemos verlo como un ser vivo ?
Y cuando se divide en cuatro, ocho, diez y seis .. Cuándo podemos decir qué hay ahí un ser vivo y lo que hacemos al extraerlo es un aborto ?
¿Cuándo se forma un corazón y empieza a latir?
No es nada de simple acordar a través de leyes donde hacer el corte. En países como España es legal un aborto antes de las 14 semanas. Decisiones que tomamos los humanos, siempre tan cuestionables.

La realidad no existe, la creamos las personas. Cómo entender el mundo cuando entiendes que no entiendes nada, es el título de la segunda parte del libro.
Un libro provocador, desestabilizador, que te da tips, ideas de como manotear, como andar por esta realidad tan escurridiza.
Un libro que no es fácil porque te lo cuestiona todo. Con agudeza, buen humor y esperanza. 

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo Gabriel. Confucio dijo "No vemos las cosas como son. Las cosas las vemos como somos nosotros" y Nietzsche dijo "No hay hechos, hay interpretaciones"

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