miércoles, noviembre 07, 2007

Amigos y navegación por los canales del sur

Este fin de semana recién pasado (jueves 1 nov feriado) nos arrancamos 5 buenos amigos a navegar por los canales del sur. Cuatro días enteros arriba de un velero, durmiendo, comiendo, conversando, sintiendo, observando, disfrutando.

Recomiendo la experiencia a pie juntillas. Búscate un amigo que tenga un velero, de todas maneras le encanta navegar, e invéntale un paseo de este tipo, que de seguro querrá hacerlo si sus compromisos en la ciudad se lo permiten.

No es ni tan caro y se parece en cierto modo a arrancarse a acampar a algún parque nacional.

La navegación en si misma tiene algo que no se explicar. Debemos tener algo en nuestro genoma que se conecta con un pasado remoto que vivió en estas lides. Tiene de exploración, de aventura, de contacto intenso con la naturaleza, de fragilidad, de convivencia humana, riesgos y sensaciones.

En esta época del año, en la zona de los canales, aun el frío es intenso y no tener lluvias sería una situación excepcional. La ropa de verano y playa que llevé durmió todo el tiempo en mi mochila. Pasando Huinai hacia las termas de Porcelana, los picachos que nos acompañaban rebosaban de nieve y pudimos ver verdaderos ríos de nieve cayendo por los recovecos de los acantilados, en lo deben haber sido verdaderos avalanchas.

Nuestros objetivos fueron dos termas, una la de Porcelana y otra a la vuelta, la de Llancahue. Meterse en una terma y pasar literalmente horas en ella conversando y relajándose, es lo mejor.

¿Y de que conversan 5 tipos durante cinco días prácticamente completos? De filosofía profunda, de mujeres, de nuestras vidas, de nuestras dificultades, de nuestros sueños y una buena dosis de chacota. Y quizás lo mas, “pásame” la mermelada, que rico te quedó el salmón, este vino está un poco astringente, los taninos no se que (los que saben), bueno ya, yo lavo, te podrías correr un poquito, donde están mis anteojos, olla al agua ! velero a babor, tuninas, tuninas, que maravilla! Donde está mi cámara fotográfica, préstame los anteojos de larga vista, cuanto nos falta, como se llama esa isla, que maravilla, mira allá el arco iris, …

Debo decir que estoy amaneciendo del tercer día en Santiago y ayer aun sentía en ciertos momentos el mareo de tierra después de todo ese tiempo arriba del velero. Y quizás lo más difícil, conectarse de frentón con que la vida sigue y el trabajo aprieta.

En homenaje a nuestro amigo Andrés, que hizo posible este fantástico paseo.

5 comentarios:

  1. muy bueno estuvo el viaje, me desconecte total, llegue tieso de la espalde pero contento y renovado
    Andres

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  2. Anónimo3:08 p.m.

    Me carcome la envidia!!!

    Que Wena...

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  3. ¿te carcome la envidia? ... a mí me supura ..

    realmente bonita experiencia, me gustó la escuelita ..

    saludos.

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  4. Que experiencia!! Que cosa más maravillosa.
    Y que mejor que hacer esa travesía con los amigos. Veo que son fanáticos por la navegación.
    También los envidio.

    Un fuerte abrazo.

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  5. Anónimo2:01 a.m.

    La verdad es que llegue aqui casualmente ,tratando de recordar esas termas que conoci hace muchos años,por lo menos 12. Precioso lugar, disculpen mi intromisión , pero lindo su viaje.Los felicito por hacer actividades así que alimentan el espíritu y la amistad.Rosa

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