lunes, diciembre 06, 2010

Encuentro de ex-Unisys en El Parrón

la mesa de Francisco Bernales
La cita es en el restaurante El Parrón a pasos del metro Manuel Montt por la calle Providencia.

Me tropezaré toda la noche con una discapacidad propia que tiene que ver con no recordar nombres; no soy el único es mi consuelo.

Al entrar me encuentro con una cara conocida con el que finalmente hacemos ingreso al comedor donde ya hay un buen número de ex-Unisys.

El cara a cara con cada colega, el inmediato y afectuoso abrazo es el paso siguiente. Nombres que a veces saltan automáticos y otras son preguntados con cierto pudor.

conversando con Juan Luis Letelier
Cómo tanta emoción, tanto afecto, si con algunos casi solo nos cruzábamos pienso en ese edificio en Los Leones donde residía nuestra mater empresa a cuyas filas en alguna época pertenecimos y laburamos.

Ciento veinte ex-Unisys en agitada animación conversan y se pasean, saludando a viejos colegas con los cuales se compartió la batalla quizás de ese trajín que es un trabajo. Y cuantos lazos se formaron, están ahí a la vista, como un patrimonio relacional que algunos explotan o simplemente disfrutan, en quien sabe que grado.

Bernd Clauss, el de la izquierda
Unisys, una empresa de la que hoy nada se y que incluso si me dicen que ya está extinta, no me sorprendería. Pero los lazos que ahí se formaron son aparentemente indelebles. Mi amigo Jaime Guarda me comparte emocionado su maravilla con tanta concurrencia y con el disfrute con el que el lugar vibra.

Me pregunto si en todas las empresas estos encuentros de ex bullen de esta manera, con este afecto, recuperando recuerdos de lo vivido, de haber sido parte, de no se que.

Nuestro líder de esa época que a mi me tocó, Francisco Bernales, que hoy es un par más, toma la palabra y aparte de expresar su emoción del momento, recuerda a los idos, a los fallecidos, que son solo dos: Sergio Castillo y la tan querida Soledad Amenabar.

Osvaldo Shaerer escucha, Alfonso Galleguillos de pie
Bernd Clauss, también hace uso de la palabra y emocionado, alegre, saluda y bromea; un tipo tan querido, con su persistente acento medio extranjero.

Tantas caras de cuyos nombres por supuesto no retuve, pero que si laten en mi recuerdo del reciente encuentro: Jaime Guarda, con el que si nos venimos viendo; Juan Luis Letelier, al que no veía desde esas fechas y que está igual de apasionado e intenso, Osvaldo Schaerer, que comparte sus emprendimientos lecheros del sur, con un cuento que atrapa mi atención por la brillantés del hilo argumental; la Catalina Garcia, sencilla, hoy poderosa, con la que converso y disfruto de su ineligencia y franqueza; José Fernández, que descubro, compartimos presencia en los
Carlos Brignole con las bellezas de la noche
grupos de Desafío; Alfonso Galleguilos, con el que solo estuve un instante y me fui habiendo deseado dedicarle más tiempo, por su calidez y afecto; la Karin Traub, que se sentó en mi mesa, donde nunca estuvo, saltando de una mesa a otra; la Virginia, que ocupaba el estratégico cargo de secretaria del gerente general, que conserva su simpatía y cercanía en el trato; Juan Villouta, viejo querido, al que tantas veces recurrí en su Edapi con mis computadores de Open Tek; Rodrigo Williams, al que siento tan cercano, de haber estado en varias instancias post Unisys y de las que poco recuerdo; etc., etc.

de mi mesa Rodrigo Williams, José Fernández, Catalina García
Y a los que echo de menos: Terence Cook, con el que no trabajé en Unisys, pero hoy trabajo en su blog; mis ex socios en Open Tek, José Luis Pérez y Oreste Guerinoni, que salimos de Unisys para crear esa empresa; Pepe Alvizú, que también participó en su gestación; Jaime Careaga, apreciado amigo que hace algún rato que no veo.

Escribo esto porque quiero dejar un rastro aquí del hecho notable de descubrir que haber pertenecido a esa empresa, me hace parte de unos afectos notables instalados en esa comunidad de personas. Me pregunto cómo, porqué? me pregunto el espíritu de quienes promovió esto? Echo de menos también en esta cita a Federico Puga, el gerente de RRHH que me contrató y a mi jefe de esos tiempos, el otro Letelier.

Un memorable encuentro sin duda. Bravo por los organizadores.

mi mesa


Nota: link relacionado: Jaime Guarda

6 comentarios:

  1. Anónimo4:41 p.m.

    Que gusto saber que la concurrencia fue extensa y grande la intensidad. Siento no haber podido asistir por compromiso de último minuto.


    Rodrigo Silva O.

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  2. Bien Gabriel, buen resumen para los que no pudimos asistir, transmites muy bien las emociones y en las imágenes, excelentes, se ve a todo el mundo contento.

    Un abrazo, Jaime Careaga.

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  3. Anónimo10:34 a.m.

    Hola Gabriel,

    Lamentablemente estaba fuera de Santisgo y no pude ir. Me mantengo en contacto con Jaime Careaga, Rodrigo Castro y ultimamente con la Tere Jaures. A JLP no lo veo desde hace tiempo.

    Saludos

    Oreste

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  4. Hola Gabriel,

    Super bueno tu artículo.
    Fue muy agradable volver a compartir con varios ex-colegas que no veía hace muchos años.
    Y me permito, a traves de tu blog, felicitar a los organizadores R.Codorniu y J.Guarda.

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  5. Anónimo7:34 p.m.

    Hola Gabriel

    Que bueno tu blog al igual que el de Jaime, se ve que se paso muy bien,las fotos estan buenisimas, que ganas de haber podido ir pero lamentablemente estaba fuera del pais. Que lindas las palabras para la Soledad y Sergio.
    Bueno saludos a todos
    Konrad Burchardt

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  6. Un poco tarde mi comentario, recién encontré este contenido, hubiera asistido feliz si se hubieran acordado de mi y me hubieran invitado... Saludos!

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