martes, agosto 09, 2022

Libro Apuntes de un constituyente de Agustín Squella

Ameno relato de la experiencia de Agustín Squella en la Asamblea Constituyente, a sus 77 años.
Profesor de provincia, se declara él, Abogado y profesor de Filosofía del Derecho en Valparaíso. Vive en Viña del Mar y trabaja en Valparaíso.
Para este trabajo como constituyente, tuvo que trasladarse, todo un año, a Santiago.

Observador agudo, mirada atenta, de documentada reflexión en los temas que en la Asamblea se trataban, mantuvo siempre dos cuadernos en su puesto de trabajo, uno para ir escribiendo notas para el que sería este libro y otro del trabajo constituyente mismo. Dice en alguna parte, que se podría pensar que se metió en este lío, solo para escribir este libro.

No le será fácil la convivencia dentro de la Convención. Un viejo entre tanto jóven. Hay que tener en cuenta que la edad promedio fue de 45 años.
Será visto como un amarillo por la abundante izquierda y como un rojo o al menos rosado, por la derecha.
Incluso, al ser un académico, que fue rector y decano de universidad, es visto como perteneciente a la élite, otro estereotipo degradado al interior de la Convención. La élite es la culpable de todos los males, incluido el estallido social.

Se siente fracasado por no haber podido influir en la asamblea como hubiera querido, o como muchos de los que votaron por él deseaban.
Inscrito como independiente, cosa que siempre ha sido, al alero del partido Liberal de Vlado Mirosevic.
Aclara la gran diversidad de liberalismos que existen y del lado que él si sitúa, más cargado a la izquierda o liberalsocialismo.

Entre sus más cercanos, están los convencionales Patricio Fernández, Jorge Abarca, Patricia Politzer, Bernardo de La Maza, que fue el único que votó por él en una las votación para cargos directivos de la Convención; aparte de Carolina Videla y Ericka Portilla

La dinámica al interior de la Convención no fue académica, sino política. Para peor, expuesta a los medios, lo que dificulta definitivamente el diálogo conciliador, los acuerdos, pues siempre están hablando para el gran público. Y no olvidar qué la política es la forma que tenemos de guerrear los humanos en tiempos de paz; lo mismo que el fútbol, dice

Como buen lector recomienda en sus páginas muchos autores y libros. Como Decrecimiento de Carlos Taibo, Norberto Bobbio, Paul Ricceur, Amantya Sen, Byung Chuk Han por Martin Hopenhayn, libro del desasosiego de Fernando Pessoa, Los rostros de la salsa de Leonardo Padura, El infinito en un junco de Irene Vallejo, Iris Murdoch, Martha Nussbaum, Un verdor terrible de Benjamín Labatut.

Con Agustin Squella avancé en entender el tema de la plurinacionalidad, que para él, su presencia en el texto es la constatación de un hecho, más bien.
La distingue de cultura, multiculturalidad e interculturalidad.
Hace nación parecida a pueblo, aunque algo más que un pueblo.
Y deja bien claro que nunca un pueblo o nación ha aspirado a constituirse en un Estado distinto al Estado chileno.
Me deja mirando a los afroamericanos del norte, que claramente no son pueblo originario, pero algo tienen de ello.
Para todo esto recomienda leer a Salvador Millaleo.

Otro tema donde Agustin Squella aporta distinciones es en el tema del feminismo, tan presente en la Convención.
En rigor el movimiento feminista busca la igualdad de hombres y mujeres. Eliminar toda forma de dominación o discriminación.
Logra entender esto de la “disidencia sexual”, que cuestionan el régimen heteronormativo y la matriz heterosexual. Los disidentes sexuales no se apartan de esta norma, sino que rompen con ella.

Acompañar a Agustin Squella en este relato fue un gusto, aparte que él es un gozador de las pequeñas cosas de la vida, como conversar, degustar ricos platos, en pubs, cafés, restaurantes y el Sporting Club de Viña, donde corren los caballos, aparte de leer y cantar donde sea.
Se sintió considerado, respetado, pero sin que lo pescaran demasiado. Le dieron más bola hacia fuera que hacia dentro de la Convención.

2 comentarios:

  1. Soy un admirador y seguidor de Squella! Creo que influyó más de lo que él cree en la convención!

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  2. Anónimo5:10 p.m.

    Mi opinión es que es un libro de interés muy adecuado a los que siguen al profesor en sus crónicas periodísticas, o lo han apreciado en su fecunda vida académica, para acceder a su visión consonante con lo anterior.
    En todo caso, como porteño, me alegré de su participación en la Asamblea, que también como académico de Valparaíso,
    pretendíamos unos resultados más amplios que los que estimo logrados.

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