domingo, febrero 23, 2025

Libro Esperanza del papa Francisco, su biografía

Una amena biografía del papa Francisco, cuyo nombre es Jorge Mario Bergoglio. Papa desde el 13 de marzo de 2013.
Sus abuelos salvaron de naufragar en el barco Principessa Mafalda, que salía de Génova, Italia, con destino a Buenos Aires, porque no lograron, para la fecha de partida, vender todas las cosas que necesitaban vender.
Viajaron en el siguiente barco, junto a su hijo único, Mario, padre del papa.

La familia del papa migró a América entre las dos guerras, junto a miles de migrantes, de distintos países, que arrancaban de las pésimas condiciones en la postguerra y amenazas de nuevas guerras.
Se instalaron en el barrio Flores de Buenos Aires, junto a miles de migrantes italianos y de muchas otras nacionalidades, que convivían armoniosamente. Un barrio de clase media baja. Nunca tuvieron un auto, por ejemplo.

Es el mayor de cinco hermanos. No hace muchos años, sólo quedaba de su familia, él y su hermana chica, María Elena, con la que hablaba por teléfono todos los domingos desde Roma, estando ella en Argentina.
Estudia en colegio fiscal y es activo participante de los juegos de niños en el barrio. Futbolero firme, que además va al estadio con su padre y hermanos con frecuencia. Hincha del San Lorenzo de Almagro.

Seguirá estudios de química y en algún momento, de alguna manera medio mágica, es empujado dentro de una iglesia, donde se encuentra con un cura con el que se confiesa y será su confesor por mucho tiempo. Es el único que sabrá al principio, de sus planes de meterse a cura, al Seminario.
Antes estuvo interno por tres años en un colegio, en parte por dificultades económicas de la familia.
Se mete al Seminario, que es un encierro y alejamiento fuerte de su familia. Se sumerge con todo y en forma aplicada.
Opta en un momento por seguir por la ruta jesuita, aunque dudo entre los domínicos.

Va ascendiendo en cargos, al mismo tiempo que estudia teología. Pasa un año en Chile, en Padre Hurtado, donde le toca ver pobreza como no había visto nunca. Fue en esa época donde se vira de un enfoque más científico que traía por sus estudios de química, a una vertiente más humanista.
Será profesor, rector de colegio, obispo y finalmente cardenal.
Le toca la dictadura de Videla y lidiar con hechos de secuestros y desapariciones, de mucha gente cercana a él, hombres, mujeres, incluso religiosas; muchas de las cuales nunca más se supo.
Llegaba a los más altos niveles, desde la autoridad del cargo que tenía, pero era poco lo que lograba. Parece que la cosa en Argentina fue mucho peor que la dictadura de Pinochet en Chile y del mismo tenor.

Va al cónclave sin tener ninguna sospecha siquiera de que tendría posibilidades de salir elegido papa. Tenía comprado el pasaje de vuelta, de hecho.
Y es elegido papa; no podía creerlo.
Cuando sale al balcón en el Vaticano, sin discurso previo, le pide a la multitud presente que lo bendiga a él. Improvisa brevemente.
Desecha la habitación que le tenían reservada y elige una cerca de otros sacerdotes. También desecha la limusina y se desplaza por Roma en un auto sencillo.
Un día no puede eludir ir en limusina y le pide al chofer manejar él. Se entusiasma y en carretera se excede en velocidad y lo paran los pacos. Es muy divertido como cuenta lo que pasó cuando el carabinero se para al costado y ve que quien maneja es el papa.

Es muy interesante leer cómo vive su papado. Su enfoque, sus criterios. Le toca enfrentar cuando empieza la invasión de Rusia a Ucrania y esa misma mañana va donde el embajador ruso en el Vaticano y le suplica buscar otra vía que no sea la guerra. Mal le va.
Como habla Francisco de las guerras es conmovedor. Y no solo eso, juzga muy duramente a todos los que alientan y favorecen el irse a las armas.
Le impacta más que nada como las guerras no ven, les da lo mismo, la muerte de niños, mujeres, ancianos, gente inocente totalmente.
Y el papa es muy sensible con estas cosas. Su familia era muy sensible. Cuenta en una parte cómo reaccionaron sus padres cuando supieron de las dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Lloraban a mares.

Hay pasajes en el libro de sus viajes al Congo, donde se pelean guerras brutales, con miles de muertos y heridos, impulsadas por la avidez de las materias primas que ahí existen. Los casos de víctimas, tomadas prisioneras por grupos guerrilleros, donde abusan de ellas en forma brutal.
Después de la pandemia, lo primero que hace es ir a Irak, la tierra del tata Abraham. Busca la unidad ahí, y en muchas otras instancias, de acercar y unir a las distintas religiones, que coinciden en la preocupación por los pobres y alentar la paz.

Un tema muy importante del libro, especialmente en la última parte, es la esperanza. Se explaya sobre ella, lo que es y su importancia.
Un libro que no solo cuenta la historia de este sencillo, sensible y muy humano hombre, que desde las barriadas de Buenos Aires, llega a ser papa. También me sensibiliza respecto del mensaje de la iglesia católica bien entendida y bien explicada, por este papa Francisco.
Lo recomiendo, por supuesto.

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