lunes, septiembre 01, 2025

Las cosas que he ido aprendiendo como Coach en IA

Llevo varios meses dedicado a un oficio nuevo: Coaching en Inteligencia Artificial (IA).
En este tiempo ya he trabajado con cerca de 40 personas. Lo curioso es que partí confesando algo: yo no sabía demasiado de IA, pero quería aprender haciéndolo. Y vaya que he aprendido.
Hoy me siento con ganas de detenerme un momento y preguntarme: ¿qué he descubierto en este camino?


Cada cliente, una ola a surfear

Una de las primeras cosas que noté es que las personas llegan con sus propios territorios, inquietudes y preguntas. No todos buscan lo mismo, y en cada conversación me toca surfear olas distintas.

He debido escuchar con empatía y respeto, dejándome llevar por los mundos de los demás, y desde ahí descubrir juntos cómo la IA puede serles útil.
No se trata de dictar un manual técnico, sino de acompañar la travesía de cada persona. Así, cada cliente se transforma en un maestro y cada sesión en una pequeña aventura compartida.


Tres grandes frentes que emergen

En este recorrido he identificado tres ámbitos donde la IA aparece con fuerza:

  1. El uso personal: cómo integrar la IA en la vida cotidiana para apoyar rutinas y decisiones.

  2. Los procesos empresariales: la IA que se incrusta en flujos de trabajo, procesos, con agentes y orquestadores que amplían lo que hacen los modelos de lenguaje.

  3. La transformación social: los cambios profundos que ya asoman en educación, democracia, salud y muchos otros dominios.

Moverme entre estos tres frentes ha sido como recorrer un mapa en expansión: la intimidad de la vida diaria, la productividad de las empresas y las preguntas mayores sobre el mundo que viene.


La IA gatillante de nuevos emprendimientos

Otro descubrimiento apasionante es que la IA está abriendo espacio a la invención de nuevos oficios y emprendimientos.

Yo mismo lo viví cuando, tras escuchar al CEO de Perplexity, Aravind Srinivas, hablar de IA, transformé esas notas en una propuesta comercial con ayuda de ChatGPT… y en pocos días tenía seis clientes.

O cuando probé un generador de cuentos de Gemini (el Gem Storybook) y vi lo sencillo que sería montar un negocio de libros personalizados para niños.

La IA no solo es una herramienta: es un catalizador de creatividad y oportunidades.


IA como creadora de comunidades

Y hay algo más que se asoma con fuerza: la IA no solo potencia individuos, también puede tejer comunidades.

Me imagino dentro de las empresas formando grupos pequeños de ejecutivos o profesionales, simplemente para conversar sobre IA. Que se conozcan, se entusiasmen juntos, intercambien ideas y aprendizajes.
Un espacio donde yo aporte desde mi experiencia como coach, pero sobre todo donde nazca esa chispa colectiva de curiosidad y colaboración.

Así, la IA deja de ser un tema técnico y se transforma en un punto de encuentro humano, un lugar donde se comparten descubrimientos y se construyen vínculos.

Y para terminar

Miro hacia atrás y siento que la IA me ha enseñado más de lo que yo enseño. He aprendido a surfear olas humanas con esta nueva tabla tecnológica.
He visto cómo abre posibilidades personales, empresariales y sociales. Cómo inspira nuevos oficios. Cómo puede encender comunidades.

Y presiento que este camino recién comienza. Que las olas que vienen serán aún más altas y sorprendentes.

domingo, agosto 31, 2025

Libro Los reemplazantes de Renato Garín

Me entretuve con este libro de principio a fin. Un relato histórico, biográfico, de su evolución desde el colegio Marambio de Melipilla, hasta la diputación en el Congreso.
Una historia entretejida con la historia de todas esta generación joven que desde las revueltas estudiantiles del 2011 llegaron al poder en el gobierno. Es bastante fascinante.

Todo parte en Melipilla, entre su casa familiar y el colegio Marambio, administrado por su dueña y creadora, una mujer especial, autoritaria, enfocada sospecho en el educar lo que es debido.
Ahí Renato Garín desarrolla capacidades de liderazgo, asumiendo la presidencia del curso y más tarde un cargo en la directiva del centro de alumnos.
Buen alumno, conectado con la comunidad y sus amigos.

Logra acceder a la universidad, cosa que pocos lograban en su colegio. Y nada menos que a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, al otro lado del río de la plaza Baquedano, histórica.
Renato Garín será un buen alumno, conectado con cierta intensidad con la realidad que los circunda. Estudiante de la misma universidad, estará Gabriel Boric, a quien le seguirá los pasos por el resto de su vida política.
Viaja todos los días desde su casa en Melipilla, lo que le toma su buen tiempo. Muchas veces duerme en el bus, estudia, reflexiona. De ida y de vuelta, se le hace cansador. Finalmente arrienda un pequeño departamento en el barrio de la estación Alcántara, reduciendo sus tiempos de traslado.

Renato Garín está inserto en el mundo. Sigue las principales noticias mundiales y nacionales; sigue el fútbol con pasión y escucha las canciones de los cantantes de moda. Aparte de toda la trifulca de las marchas estudiantiles y la reacción del gobierno y personajes de los partidos políticos.
Por ello, leer a Renato Garín es sumamente informativo de todo lo que pasó en este periodo. Y quizás por eso también, por ese interés y pasión, él después de Leyes estudia un Diplomado de Periodismo, que incluye una práctica en El Mercurio, dándole acceso a ese relevante mundo donde se generan las noticias que mucho se leen en Chile.

Al salir de la universidad, su primer trabajo resultó ser como escritor de los discursos del político y empresario Sebastián Piñera, reclutado por un tal Rivadeneira, al que había conocido en la escuela de Derecho. Claro, Rivadeneira era el ghostwriter de Piñera, que tenía a este medio pollo, medio fondeado, que en definitiva era quien los escribía.
Piñera gana la presidencia y Renato Garín termina trabajando en una pequeña oficina de La Moneda; por poco tiempo.
Renuncia cuando se le empieza a hacer difícil la convivencia con esta tribu a la que él no pertenecía.

Siempre había estado cercano a los circuitos del poder y se le pone que quiere ser Diputado. Para ello concluye que debe meterse a algún partido político y elige hacerlo en Revolución Democrática (RD), creado entre otros por Giorgio Jackson, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la UC. Elige ser diputado en representación de un conjunto de comunas, donde está su origen Melipilla.
Todo el tejemaneje para lograr ser elegido está bien contado en el libro; no deja de ser entretenido y didáctico.

Renato Garín no esconde materia. Habla de su bruxismo y de la pérdida de pelo; de su nerviosismo, de su estrés, de sus problemas más personales.
También cuenta un bello idilio que le duró unos tres años, donde disfrutó enormemente la compra creo que de un Peugeot, en el que transita acompañado por los barrios de Santiago.
La cosa se complejiza aún más en el Congreso. Primero el ser nuevo en estas lides. Busca sus maestros que le enseñen los tejes y manejes. Pasa a formar parte de la bancada del Frente Amplio, donde los líos entre ellos irán en crescendo.
Se nombran muchos personajes de la realidad pública y se describen sus mañosidades. 

Renato Garín es un gallito de pelea; dice lo que piensa. Y la caga. Se va enemistando con unos y otros y termina completamente aislado e ignorado por los de su misma tribu. Sufre. Solo siente acogida en el personaje de Florcita Motuda, miembro del mismo lote, que vive en otra galaxia.
Encuentra una vía de escape, luego del estallido social y el país que se va a la cresta y se cocina una salida a través de la Asamblea Constituyente. Se le abre la posibilidad de renunciar a la Cámara de Diputados y postularse a ser un convencional. 

Lo logra, es elegido para la Convención Constitucional, al mismo tiempo que se viene la pandemia y el encierro, el trabajo online, el aislamiento.
Un libro entretenido e histórico, donde se siguen a todos estos personajes jóvenes que llegan al Congreso, sus características, particularidades y trajines.
Lo recomiendo.

jueves, agosto 28, 2025

Encuentro 3xi en torno al tema de los inmigrantes

Nos citaron a los facilitadores de grupo a las 8:15, al costado de la carpa instalada en el estadio Juan Antonio Ríos, en Independencia. Salí de casa poco más de una hora antes: micro a Escuela Militar, metro hasta Los Héroes, luego a Cal y Canto, después a Hospitales, y finalmente otra micro hasta Salomón Sack 455.

Al bajarme, un hombre alto, venezolano, me aborda:
—¿Va al evento 3xi?
Caminamos juntos conversando. En Venezuela había tenido un diario. Cuando le tiraron una granada al medio de su trabajo, recogió sus cosas y partió a Chile. Aquí fundó otro medio, esta vez digital.


Encuentros que dejan huella

Apenas llego, me cruzo con Juan Vera. Breve pero intensa conversación: aguda, emotiva.
Me encuentro también a Mauricio Malbrán, hoy alumno mío en el Coaching en IA, que será mi compañero de escaño en todos los plenarios. Más allá está Jaime Riesco, viejo conocido en estos encuentros. Le cuento a Mauricio que con Jaime hemos terminado en memorables parrilladas, recordando aquella en Santa Cruz después de un 3xi pasado.

Camilo Herrera abre el evento: relajado, lúcido, conectado con la audiencia. Presenta el propósito de la jornada y le da el pase a Paloma Ávila, periodista de CNN, quien conduce con maestría las conversaciones con los distintos invitados.


Habla Gerardo Espíndola, exalcalde de Arica, recordando cómo en plena pandemia miles de migrantes quedaron varados en su ciudad por meses.

Luego, Valentina Correa. Su padre fue asesinado en la puerta de su casa, tras tocar el timbre, por un sicario colombiano que podría haber venido de cualquier parte. Valentina lo amaba, y su relato nos conmueve hasta las lágrimas. El sicario está preso, pero ella insiste en la gran pregunta: ¿cómo alguien llega a convertirse en sicario? ¿Qué circunstancias lo hacen posible? Todos lloramos con Valentina.

El ánimo cambia con Kimberly Bourdieu, estudiante de Psicología en la UC. Joven, alegre, chispeante. Habla de la soledad del migrante, de sus manotazos para comunicarse, y del grito que se convierte en clamor: “¡Necesito amigos!”. Y los consigue, con creces.

El plato fuerte: los grupos

Llegamos a las mesas redondas. Es la esencia del 3xi: mirarnos a los ojos, sin títulos ni profesiones, y simplemente conversar. Un ritual de encuentro.
Personas desconocidas que quizá nunca volveremos a ver, compartiendo en turnos, escuchándonos con atención intensa. Cada persona es un mundo, un clima, un sabor.

Me sorprendo diciéndolo en voz alta:
—A mí me gusta la gente.
Y lo siento en el cuerpo: la experiencia es de una presencia total. Tal vez por eso es tan significativa.

Una mujer colombiana me buscará más tarde solo para despedirse con un abrazo que todavía guardo en el alma.


El sentido profundo

El migrante es alguien que un día perdió la esperanza de que su vida, en su país, pudiera ser buena. Junta lo que puede, toma a los suyos, y salta al vacío. Llega aquí, y la acogida dependerá de miradas ajenas: ¿bueno o malo, carga o aporte?

El alcalde de Independencia nos recuerda que el 44% de su comuna son migrantes: venezolanos, colombianos, haitianos. ¿Muchos? Quizás. Algunos entraron por pasos regulares, otros “saltando la pandereta”. Muchos llevan años, se han instalado, algunos ya nacionalizados.

Al fin y al cabo, así llegamos todos. El primer Bunster desembarcó en 1804, laceado como ladrón de ganado desde un barco inglés. Aquí se quedó, con su hermano, y de ellos desciendo yo.

Cierre: la pecera

El encuentro termina con la “pecera”: un rito casi religioso, acompañado por música sublime, una de ellas cantaba con voz celestial.

Las personas pasan al centro y proclaman sus compromisos. Las manos se agitan en el aire, como aplausos de sordos. Y el corazón ya no da más.

domingo, agosto 24, 2025

Andrés Martínez Aguayo, un hombre en situación de calle

Es un hombre en situación de calle. Tiene 57 años. Duerme al costado de la iglesia San Pedro, aquí en Isabel la Católica, a una cuadra de Vespucio.
Se le ve acompañado de su triciclo, bien lleno de cosas, acompañado de cuatro perros, que son su familia; los trata de sus hijos.

Le contaron que a los 2 años fue abandonado en un Conventillo de monjas. Recuerda que lo mandaban al colegio con cotona; y si perdía algún botón de la cotona, le sacaban la cresta; lo golpeaban con la correa de la plancha, varillas o reglas. En una de esas golpizas le tuvieron que hacer 16 puntos en la frente, marca que aún conserva.
El Conventillo quedaba al costado del cerro de las culebras, hoy llamado el Cerro de Chena.

No fue mal alumno en el colegio. Pero a los 9 años se arrancó del Conventillo, junto a nueve en similar situación, entre hombres y mujeres.
De esa fecha que está en la calle.
Viajó por la línea del tren hasta la estación Central y de ahí se fue al cerro San Cristóbal, donde conoció a Don Guillermo, que vivía cerca de la virgen, en una gruta hecha de ramas. Don Guillermo le acomodó una “pieza” y le enseñó a leer y a escribir. Me decía hijo y terminó siendo a quien siempre llamó su padre.

La vida en la calle es dura; en invierno hace demasiado frío. Pero antes llovía más.
Nunca lo han asaltado; pero una vez trataron.
No le hace al alcohol ni a las drogas. Don Guillermo murió de cirrosis a los 95 años; lo conoció cuando él tenía 82 años. El único vicio que tiene es el cigarro.
Para cualquier dolencia tomaban agüitas de alguna yerba local. Le recomendó nunca tomar remedios de farmacias, pues estaban hechas para enfermarse y darle pega a los médicos.
Nunca lo ha visto un doctor.

Busca objetos en los basureros y los vende en la feria de Marín con Portugal.
Don Guillermo le hizo un carretón con rodamientos, e iba a la Vega y trabajaba llevándole las bolsas a las señoras que iban a comprar.
Ha tenido mujeres, pero las ha despachado rápido. Todas las mujeres de la calle son drogadictas.
No come carnes rojas por respeto a los animales.

Sus perros eran cinco; uno de ellos murió. Son la Ñoña, la Chilindrina (le dicen la Chubaca), el Tigre y el Roqui.
Le suelen dar comida de perros y la vende. Le da buena alimentación; sabe que son carnívoros. Dice que los médicos le recomiendan esa comida seca, así se enferman y tienen que ir al veterinario.
Dice que a los perros les hace bien el ajo y las cebollas, cosa que los veterinarios no recomiendan.

No tiene hijos; salvo los perros.
Nunca ha votado.
Nunca ha estado preso.
Nunca lo han operado de nada, salvo esos puntos en la frente, a los 7 años.

Tiene mala opinión de Boric, porque le dio la espalda al pueblo. No entiende cómo la gente votó por un cabro chico, con poleras matapacos.
Es agradecido de Pinochet, que a él no le robó ni le hizo ningún daño.

Le gusta ver Animal Planet. Me mostró la aplicación que tiene en su celular (9 3524-1858) donde ve películas y documentales.
Paga todo los meses su plan de Internet en Movistar, que le cuesta $ 7.000
Le instalé en su celular chatGPT, lo registré con su teléfono y le enseñé a usar su modo voz.

Lo vi como una persona tratable, pacífica, amante de sus perros, una buena persona.

sábado, agosto 23, 2025

Libro Los inocentes al poder de Daniel Mansuy

Leo en paralelo a Daniel Mansuy y a Renato Garín y su libro Los reemplazantes, dos autores que de distinta manera hablan del mismo fenómeno social.
Se trata de estos jóvenes que primero emergen con las protestas estudiantiles de los estudiantes secundarios, los llamados pingüinos, del año 2006.
Con más fuerza emergen el año 2011, esta vez de los estudiantes universitarios.

La Concertación a esta altura llevaba 20 años gobernando al país, una generación que a esa altura ya estaba desgastada, con una característica intolerable para esta nueva generación desafiante, que era el no haber podido salir de la política económica de la dictadura de Pinochet, el neoliberalismo.
Este sistema económico fue implantado o más bien impuesto por los Chicago boys,  en el gobierno autoritario.

Y ha funcionado, ha persistido, se ha arraigado persistentemente. Y los desafiantes, aparte de criticar sus fallos, que los tiene, no han tenido una opción alternativa, que realmente sea capaz de superarlo. Y por eso perdura, incluso en el actual gobierno de Gabriel Boric.
Este sistema de verdad ha permitido que el país crezca, suba su producción per cápita, promueva la iniciativa privada, la creatividad y el emprendimiento.
El problema es que los ricos se han hecho más ricos y la cantidad de pobres ha aumentado. Pero con un poco mayor nivel de bienestar.

La Concertación había perdido el poder por primera vez el año 2010 con Sebastian Piñera, de la derecha, de Renovación Nacional.
El malestar explotó al año siguiente con estas marchas estudiantiles, esta vez universitarias. La crítica al sistema educacional era profunda. Aparte que se consideraba el origen de toda la desigualdad fuertemente extendida.
Se pedía educación gratuita y de calidad, y no al lucro en la educación. Igualdad de acceso y más control del Estado.
Las marchas fueron potentes y multitudinarias. Las fuerzas políticas, de derecha e izquierda, no podían no atenderlas.

Esto coincide con la emergencia de una nueva fuerza política, la de los jóvenes. Lideran al principio, la Fech, Camila Vallejo y la Feuc, Giorgio Jackson. Gabriel Boric derrotaría a Camila Vallejo en la Fech en diciembre del año siguiente.
Estas marchas desafían al gobierno de Sebastian Piñera, representante de la élite económica del país.
Pero donde dispararon todos sus dardos ideológicos sería contra la Concertación, esa generación que había gobernado los últimos 20 años.
Y la verdad, la destrozan. Queda tan debilitada, que el país pierde el centro y se polariza hacia los extremos.

Tanto el gobierno de Piñera como el siguiente de Bachelet, incorporan en sus políticas muchas de las demandas de los movimientos estudiantiles. Lo curioso es que los anhelos de mejora no prosperan, todo lo contrario, empeoran.
Este fenómeno no está explicado en el libro.
Lo que pasa más adelante, es el estallido social. Este fue un terremoto social mayor, de alta destructividad. Reflejaba un malestar real, bastante profundo y violento.

Se va conformando un conglomerado político de jóvenes, puros e inocentes, que dicen representar al mundo social, del cual los políticos presentes, especialmente los de la Concertación, han perdido contacto y por lo tanto, no representan.
El estallido social, casi voltea al gobierno de Piñera dos. Logra zafar entregando la Constitución y sometiendola a una Convención Constitucional, democrática, con cupos reservados para los pueblos originarios y espacio amplio para que se presenten personas independientes, por fuera de los partidos políticos.

La elección de los convencionales fue en mayo de 2021. En diciembre de ese mismo año gana las elecciones presidenciales Gabriel Boric.
Los primeros meses del gobierno de Boric fueron un desastre. Patético es el caso de la ministra del Interior, Izkia Siches, cuando va a “dialogar” con los mapuches del Wallmapu y la reciben a balazos.

El proceso de esa Convención Constitucional fue un hito histórico de la izquierda. Finalmente podían a través de una nueva Constitución, refundar este país propiedad y gobernado por una pequeña élite. Fue un derroche de creatividad, desorden y hechos que causaron una muy mala impresión en la población.
El gobierno de Gabriel Boric que partió mal, apostó todas sus cartas al resultado del plebiscito de salida de la Convención. Perdieron por paliza; sacaron menos del 40% de aprobación.

De ahí para adelante, el plan de gobierno se mandó a guardar y se han dedicado a administrar lo que había. Pobre desempeño.
El Frente Amplio, desmembrado, inconexo, sin capacidad de hacer nada, ni tampoco de haber pensado en profundidad su crisis, está terminando muy desvalorizado.
Emerge una candidata del partido comunista en los grupos de izquierda, con una muy probable victoriosa derecha, por el lado de Kast para el gobierno que elegimos a final de este año.

Hemos terminado en un país achanchado, prácticamente paralizado económica y políticamente polarizado. Parece que es lo mismo que pasa en Bolivia.

jueves, agosto 14, 2025

Libro El poder del metabolismo de Frank Suárez

Hay libros que no se leen una sola vez, sino que se guardan cerca para consultarlos de vez en cuando, como un amigo sabio que siempre tiene algo nuevo que decirte.
El poder del metabolismo, de Frank Suárez, es uno de esos libros. Su valor radica en que entrega información estratégica para alimentarnos mejor, cuidarnos y mantenernos sanos… y, de paso, delgados.

Frank Suárez
El hombre detrás del libro

Frank Suárez es de esas personas que se te quedan en la retina. No tenía la formación académica que uno esperaría en un “experto” en salud. Su punto de partida fue muy distinto: fue obeso desde niño, y fue en la lucha contra su propia condición que encontró un camino. Lo compartió primero con cercanos, luego con un público creciente, y finalmente creó NaturalSlim, empresa que dirigió hasta su fallecimiento en 2021, a los 71 años, en un trágico hecho en San Juan de Puerto Rico.

Lo que el libro revela

A medida que avanzas en sus páginas, se hace evidente que el negocio de la alimentación no está diseñado para tu salud, sino para la rentabilidad de las empresas que los producen. Esto incluye tanto a quienes fabrican alimentos como a las farmacéuticas, que te venden medicamentos para “sanarte” de los males que esos mismos alimentos provocan.
Un enemigo declarado en el libro: la glucosa y los hidratos de carbono (pan, arroz, papas, tallarines, etc.). Son adictivos, generan antojos intensos y, en exceso, son nocivos.

Yo mismo recordé premios de infancia que hoy veo como “fatales”:

  • El ganador del juego del tesoro recibía un tarro de leche condensada convertida en manjar.
  • Los que se portaban bien llenaban una libreta y recibían dulces que comprábamos en la calle El Bosque.

Aprender para cuidarnos

Por eso, dice Suárez, se vuelve imperativo aprender sobre los alimentos, sus características y su impacto real en nuestro organismo.
Nuestro cuerpo es un sistema vivo y adaptable: si lo sometes a hambre, baja el metabolismo para sobrevivir… lo que hace aún más difícil bajar de peso.
Y no todos somos iguales: hay metabolismos pasivos y metabolismos excitados, con necesidades y respuestas diferentes.

Lo que cambió en mí

Este libro no solo me enseñó: me cambió hábitos.

  • Ahora tomo mucha más agua pura y casi eliminé las bebidas endulzadas y carbonatadas.
  • Practico la dieta 2x1 o 3x1: por cada porción de alimento “engordante”, consumo dos o tres porciones de alimentos “adelgazantes”.
    Por ejemplo: en el Cassis del Mall Los Domínicos, cuando pido un sándwich de queso caliente y jamón en pan blanco de molde, retiro la tapa superior del pan y no me la como.
  • Dejé de poner azúcar o endulzante en el café o té; solo les agrego un poco de leche o leche en polvo.

El resultado: tres personas ya me han dicho que me ven más delgado y me han preguntado qué he hecho. Les contesto que no he hecho dieta, ni pasado hambre, ni sufrido: solo leí este libro dos veces y apliqué lo aprendido.

Más que un libro de salud

El poder del metabolismo es una invitación a tomar las riendas de tu alimentación y tu energía.
Y aunque circula el rumor de que su muerte tuvo que ver con intereses oscuros de la industria farmacéutica, lo cierto es que su legado sigue vivo en quienes hemos decidido cuidarnos con consciencia.

Más vale leer este tipo de libros. A veces, el conocimiento pesa menos… y ayuda a que nosotros también pesemos menos.

miércoles, julio 30, 2025

Emad Mostaque y la Internet Inteligente

Dicen que el futuro ya no es lo que solía ser. ¡Menos mal! Porque si seguimos la brújula de Emad Mostaque, no solo evitamos el apocalipsis cibernético, sino que entramos en una nueva era de propósito, abundancia... y monedas que nacen del bien.

¿Quién es este Mostaque? Un loco lindo con mirada de profeta y cabeza de ingeniero. Fue CEO de Stability.ai y hoy lidera una revolución silenciosa pero de proporciones sísmicas. Su idea madre: la Internet Inteligente, un nuevo entramado digital que no solo nos conecta, sino que nos empodera como nunca antes.

Una IA con propósito (¡y con corazón!)

Mostaque no se anda con rodeos: la inteligencia artificial va a redefinir la sociedad. Así de claro. Dice que lo de trabajar para vivir pronto será cosa del pasado. ¿Competir contra millones de agentes de IA que no duermen, no se equivocan y aprenden sin parar? ¡Ni con todo el café del mundo!

Pero en vez de asustarse, propone algo luminoso: un nuevo sistema económico que premia lo que haces bien para la sociedad. ¿Cómo? Con una moneda llamada Foundation Coin, acuñada por la IA cada vez que haces algo que beneficia al mundo. Ojo: no necesitas tener un doctorado. Basta con ser humano y contribuir positivamente. Algo así como "dinero por ser buena persona".

Adiós al trabajo, hola al sentido

En este nuevo paradigma, el dinero ya no nace del trabajo ni del capital. Se crea desde el beneficio social. Y eso nos lanza de cabeza a una pregunta honda como el océano: si ya no trabajamos para vivir… entonces, ¿para qué vivimos?

Mostaque responde con poesía tecnológica: vivimos para crear, cuidar, aprender, sanar, inspirar. Y todo eso tendrá valor económico medido por IA éticas, transparentes y abiertas.

IA soberana para todos (incluso en una Raspberry Pi)

Esta Internet Inteligente estará construida sobre centros de datos distribuidos, de código abierto, capaces de correr hasta en una humilde Raspberry Pi. ¡Nada de élites cerradas con supercomputadores opacos!

Cada país tendrá IA nacionales para salud, educación, finanzas. IA entrenadas con valores y datos abiertos, auditables por todos. Y si te enfermas, una IA empática (sí, empática) te acompañará, asesorará y cuidará. ¿Costo? Un dólar al mes. ¿Impacto? Incalculable.

Redefiniendo el PIB con humanidad

El viejo PIB (ese que solo mide cuánto producimos) va quedando atrás. Mostaque propone una economía basada en inteligencia colectiva, efectos de red positivos y diversidad creativa. Un sistema donde ser humano es más valioso que tener dinero.

El verdadero recurso escaso será… el propósito.

Próximos pasos: todos invitados

Los primeros 18 meses del proyecto son solo el principio. Ya se están acuñando las primeras Foundation Coins, construyendo data centers, y desarrollando aplicaciones médicas IA gratuitas. Luego, será la comunidad la que decida el rumbo. Sí, nosotros. Tú. Yo. Tus nietos. El vecino que cría abejas. Todos.

Porque si algo tiene claro Emad Mostaque es esto: el futuro no se impone, se diseña. Y mejor si lo diseñamos juntos.

Conclusión: del miedo a la maravilla

En un mundo que a veces parece escrito por guionistas de Black Mirror, la visión de Mostaque es un regalo. Un canto de esperanza inteligente. Un recordatorio de que la tecnología, cuando se alinea con el bien común, puede ser poesía hecha código.

Así que, la próxima vez que escuches que la IA viene por nuestros trabajos, respira hondo, sonríe, y piensa: quizá viene a liberarnos de ellos… para que por fin empecemos a vivir.


Nota: me tropecé con este video donde Emad Mostaque conversa con Peter Diamandis y su equipo; me llamó mucho la atención; lo vi un par de veces y lo sometí a la juguera de NotebookLM de Google, que le sacó todo el jugo a través de su resumen y podcast. Tomé el resumen, las notas que tomé de él y se lo pasé a chatGPT, pidiéndole que me hiciera un posteo de blog con ese material. Me encantó el resultado y después de un par de mínimos retoques, es lo que está publicado aquí.