Hoy fuimos a la exposición Bodies al Parque Arauco, con mi mujer y la Emilia mi hija.$ 8.000 la entrada por persona, no es muy barato. Pero la experiencia es inolvidable.
Cuerpos humanos verdaderos, sometidos a ciertos tratamientos, que permiten visualizarlos como si fueran objetos de cera o plástico.
Incluso se preocuparon de darles los colores lo mas real posible.Vi un cuerpo completamente fileteado, por algún experto del bisturí, cuchillo y tecnologías mas sofisticadas de corte. El espectáculo me deja en una emoción que podría llamar de consternación.
La gente, que no era poca, mira esto con sorpresa e intenta darle un toque de naturalidad y aprendizaje. Igual es chocante.
Hay otro cuerpo que ha sido aserrado en lonjas como quien corta lonjas de jamón en el supermercado o cortes de carne para la parrilla.
Siento que estamos a un paso de pensar en parrilladas y actos de canibalismo.La verdad es que le hemos metido mano a nuestra naturaleza corporal, al punto que ya no hay nada mas que hacer. Llegamos a fondo y el resto es ruta de especialistas para objetos de la salud y la investigación, de como cresta funciona lo que somos. Y como sanarnos y aliviarnos la vida de dolores y enfermedades.
Siento que ya no hay nada que esconder, no hay nada que falte mostrar, hemos sido escarbados, manoseados, investigados, abiertos, al tope. Ya no hay secretos aparentes para nuestro espíritu indagador.¿Qué somos al final de cuentas? ¿Ese montón de vísceras, arterias, carnes y huesos?
Yo sospecho que nuestra actividad racional del hemisferio izquierdo ya llegó al límite. Ahora toca investigar o mas bien experimentar con nuestra naturaleza del lado derecho del cerebro, que es un territorio olvidado en la historia, y que nos debiera traer sorpresas insospechadas.
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