Conversaba el otro día con Isaquino Benadof en uno de nuestro habituales encuentros a conversar en torno a un café con galletitas, en que me decía esta interpretación de lo que es la confianza y el respeto, que me pareció ameritaba un posteo.
La confianza, ese recurso tan escaso en nuestra querida patria chilena, se construye de una manera muy simple: haciendo promesas y cumpliendolas.
Cómo hacemos promesas, cuántas promesas hacemos, con qué claridad para el que escucha la promesa la hacemos, son aspectos que tendremos que mirar para avanzar en la confianza, que sí, queremos mejorar en Chile, en nuestra vida, en nuestras empresas.
Me encuentro con un viejo amigo en la calle. Nos detenemos un rato, intercambiamos gestos amables, palabras. Y terminamos despidiéndonos, diciendo “nos vemos”, chao. O “veamonos”; ya, chao.
Hubo promesa ahí ? Claramente no. Hubo una declaración de intención; de prometer ? Ni siquiera.
O hubo un eludir prometer ? Más pareciera.
Si en el momento de escuchar el “veámonos”, saco una libreta o mi celular y contesto, “ya, cuando ?”, listo para anotar; la cosa cambia.
Si después de haber agendado la fecha y lugar de nuestra siguiente cita, mi contraparte me manda un whatsapp diciéndome que se le complicó la cosa para ese día, así que hablemos la próxima semana. La sospecha de, la verdad, no querer esa siguiente cita, se instala. Y sus correspondientes emociones y juicios.
Existen estas prácticas sociales de no decir que no deseamos volver a vernos, salvo otro encuentro fortuito, que por supuesto no eludirémos, usando estos mecanismos, de declarar intenciones que no son tanto y así quedar bien, sin hacer daño.
Ser claros en nuestras intenciones e intereses. Hacer promesas sinceras, haciéndonos cargo de cómo son escuchadas por nuestra contraparte, para que no hayan dudas y después cumpliéndolas con prolijidad, es signo de desarrollo en todos los aspectos; cultural, económico, e incluso moral.
Cuántas veces los que hemos sido y somos vendedores, perdemos tanto tiempo, con personas que nos hacen creer que hay interés en comprarnos o contratarnos, y no clausuran las expectativas, sino que las dejan abiertas, sosteniendo la ilusión del posible negocio. Y volvemos a llamar, y volvemos a ir, para que nuevamente, tener que atender un “mándame una cotización” u otra reunión, para que nunca pase nada.
Qué juicios de confianza y desconfianza, vamos construyendo de estas formas. Y qué estados de ánimo, emociones y juicios vamos instalando.
Estoy convencido, a estas alturas de mi vida, que mientras más sinceros y claros seamos en las promesas que hagamos, mejor juicio construiremos en los demás de nosotros y más poder tendremos para hacer cosas en la vida con otros.
Y respecto del respeto, conversábamos con Isaquino, tenemos costumbres de nuestra cultura, que consisten en ir vestidos de ciertas formas a ciertos eventos, que lo que persiguen es igualarnos. Todos de terno en los matrimonios, por ejemplo. “Nadie es más importante que nadie”.
El tipo que llega en mangas de camisa y ropa sport, se sale de la regla, de la costumbre y al hacerlo, falta el respeto a esa regla y con ello a todos los presentes.
El problema hoy en día, es que todas las autoridades, del tipo que sean, eclesiásticas, políticas, empresariales, deportivas incluso, han mostrado sus .. faltas de respeto, sus corrupciones, sus abusos hacia nosotros, los que los seguíamos y respetábamos, que estamos revisando y poniendo en duda todas las reglas y costumbres, como una forma de expresar nuestra profunda y enojada disconformidad. Lo hemos puesto todo en cuestión.
Buena cosa, pienso yo.
Y tú qué dices ?
Aquí comparto mis impresiones y reflexiones sobre temas relacionados con el coaching profesional, que es mi actividad principal, libros que leo y otras menudencias, como una forma de compartir y propagar la conversación que estos temas generan
sábado, julio 21, 2018
Confianza y respeto
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Pucha se perdió lo que había escrito, resumen. Decía en relación a este tema que yo tengo reuniones diarias con postulantes a programas de alta dirección en la universidad en que trabajo. Luego de una hora o más de conversación y venta del programa, donde manifiestan estar felices y dispuestos a postular, cuando uno los llama nunca más te contestaron e incluso te cortan la llamada, ¿no es mucho más simple decir no gracias? El otro día hablaba con un español recién radicado en Chile, me decía, hablaba para generar negocios con un chileno y me decían "fantástico, nos vemos, te llamo, hablamos..." y yo le comentaba a mis conocidos en españa que todo iba increíble y me quedaba esperando sentada la llamada que nunca recibí. Aprendí que el chileno no sabe decir no y usa muletillas para contestar amablemente por que no logra decir simplemente no me interesa....
ResponderBorrarEl respeto es una señal de algo. en el caso de la vestimenta citado, creo que mejor es denominarlo como falta de consideración, que supone el no aprecio por la expresión de lo que está, y por ello falta de sujeción a una norma social cultural. Pienso que según la actitud del que lo hace, podría ser calificado como falta de respeto al medio o bien, a la norma que permite convivencia respetuosa. En un funeral, es signo para la cultura nuestra, de respeto por el sufrimiento y por el recuerdo del fallecido.
ResponderBorrarSin embargo, se debe tener en cuenta que el respeto es cambiante, no absoluto y se refiere a cómo lo entendemos, y linda con temas tales como sumisión, obediencia, atención religiosa o consideración que las personas de una conarca ejercitan, o sea, se adhiere al sentido humano que tengamos de las cosas y la moral que inspira.