miércoles, octubre 20, 2021

Mis notas para la charla "De la física cuántica a la ciencia de la conciencia"

Esta charla fue la provocación para una conversación online, el día martes 19 de octubre, a la que me invitó Javier Martínez Aldanondo de Abra Laboratorio de Aprendizaje.

  • Los electrones que saltan de un orbital al otro en un átomo, no viajan de uno al otro sino que desaparecen y aparecen.
    El átomo de Bohr debe dibujarse como espacio vacío, pues las partículas aparecen con la presencia de un agente consciente u observador.
  • Un rayo de luz dirigido a una placa metálica con dos ranuras, deja una sombra al otro lado como si fuera una onda, pero si aparece un observador (un agente consciente) cambia su comportamiento a fotones materiales, con dos barras de luz en el fondo. El observador determina la aparición de materia en la sustancia de la luz.
  • Dos meditadores que meditan 20 minutos intencionando conectarse, al ser separados después los dos y aislados en jaulas de Faraday, equipados con electrodos conectados a un EEG. A uno de ellos se le estimula con un foco que se prende y se apaga al frente de su vista, genera activaciones cerebrales específicas, que se replican en el segundo observador idénticamente, en una comunicación sin señal.
  • Un meditador intenciona que una máquina generadora de números aleatorios, que dispara ceros y unos, genere más unos. Logra desviar el resultado en un 2,5%
    Incluso si lo hace una hora después que la máquina operó y sin mirar se imprimió el resultado y se guardó en sobre sellado, afecta de la misma forma el resultado.


La interpretación de Amit Goswami

La conciencia es la base de la realidad y la materia es una manifestación de la conciencia.
Adiós al paradigma materialista en que todo se construye a partir de partículas elementales, hasta llegar al cerebro y nuestras interioridades son simples emanaciones dela materia. 

El átomo de Bohr es espacio vacío o más bien, pura potencialidad, que es atributo principal de la conciencia, ser pura potencialidad.

Nuestra experiencia con videntes o canalistas, o por las historias que escuchamos de ellos, nos hacen sospechar que efectivamente existe un plano de realidad, como dice Amit Goswami, en que pasado, presente y futuro, están ocurriendo al mismo tiempo y que estos videntes y canalistas, por algún medio, acceden a ello a mirar.
Existirían de acuerdo a ello, dos planos de realidad, uno con espacio tiempo y materialidad y otro plano de realidad sin espacio tiempo, sin materialidad, donde lo único que hay es conciencia llena de potencialidad.

La magnitud del cambio de paradigma que podría significar que “la conciencia es la sustancia del universo y la base de todo ser o cosa”

Si la conciencia es lo que gobierna todo, es lo que está a la base de todo, nosotros hemos de ser pura conciencia manifestada.
Si dejamos atrás la materia como la base de todo, tendremos que desplazar nuestro epicentro desde el mundo material exterior hacia nuestro interior para empezar. Y tendremos que observar todas las manifestaciones de nuestra interioridad, como formas que toma la conciencia.
La interioridad en el centro.

¿Qué soy yo entonces ? ¿Qué somos nosotros desde la perspectiva de este nuevo paradigma ?

Seríamos cuatro capas de conciencia o cuerpos sutiles y un cuerpo físico.
La conciencia es inmaterial y pertenecería a un espacio fuera del espacio tiempo, que los cuánticos llaman no-local.
Lo que nos mantiene vivos es algo que pertenece al campo de la conciencia inmaterial. Metáfora del micrófono y de la electricidad que le da vida.
Los atributos que podemos identificar de la conciencia en nuestra experiencia son, el elegir, el intencionar, la capacidad de conectar en forma entrelazada y la creatividad espontánea por apertura de canal con el potencial más elevado de la conciencia. La conciencia es pura potencialidad.

Sheldrake y los campos morfogenéticos. El cuerpo vital, los chakras y las emociones

Rupert Sheldrake establece la presencia de lo que llaman campos morfogenéticos, que contienen los planos y programas de los órganos y partes del cuerpo.
Sobre el cuerpo físico están estos campos que se comunican con ellos, en el caso de los órganos más grandes, a través de los chakras. Le indican al ADN de las células que proteínas sintetizar por su localidad. De esa forma se producen células del hígado en el hígado, células de músculos en los músculos y neuronas en el cerebro.
En estas vías de comunicación que son los chakras se producen cosquilleos, que se perciben como sentimientos, que cuando pasan por el cerebro son interpretados y se convierten en nuestras emociones.
Estamos frente a un cuerpo no material, que existe en un espacio sin espacio tiempo, llamado el cuerpo vital, que sería el primer cuerpo sutil, no material, que rodea a nuestro cuerpo físico.

El pensar, su objetivo y su localización. El cuerpo mental, los pensamientos, su representación en el cerebro, entrelazamiento e identificación

Otro cuerpo sutil con el que disponemos es el cuerpo mental, cuyos objetos son los pensamientos.
Los pensamientos generan una representación en el cerebro que es la razón por la que nos identificamos con este y de ahí con el cuerpo.
Los pensamientos producen memoria en el cerebro y en la conciencia inmaterial. La memoria que se graba en el cuerpo se asocia con los condicionamientos y la que se graba en la conciencia con las habilidades desarrolladas.
Estas habilidades desarrolladas son las que permanecen en la siguiente reencarnación y hacen que las personas nazcan muy diestras en ciertas habilidades, que claramente traen de vidas pasadas.
La función del cuerpo mental es procesar significados y no información, que es a lo que lo tenemos dedicado hoy en día.


La intuición, la creatividad fundamental, los arquetipos, el cuerpo supramental

El tercer cuerpo sutil, el supramental, es la fuente de la creatividad, a través de mensajes que percibimos como intuiciones.
En ese cuerpo se encuentran localizados los arquetipos, que son la matriz generadora de capacidades específicas como la belleza, el amor, la justicia, la abundancia, la bondad, la verdad, la plenitud.
Nosotros estamos predeterminados hacia ciertos arquetipos, por ejemplo los empresarios o emprendedores, que conectan con el arquetipo de la abundancia. Ellos podrían conectar con un segundo arquetipo como la bondad y ser empresarios destacados.


El espíritu, la felicidad, somos uno

En el cuarto cuerpo, espiritual, es cuando experimentamos la iluminación o la experiencia de ser parte de todo, experimentar que somos uno con todos y con todo.
Y eso se vive como dicha plena.


El anhelo de las religiones; volver a ser uno. La iluminación

Las religiones han captado por la intuición el anhelo de religarnos, de ser unidad, que es nuestra realidad a nivel de la pura conciencia.
Namaste dicen en el oriente, que significa “te saludo desde ese punto donde tu y yo somos uno”.


¿Cómo esto en la medicina?

Según esta concepción, la medicina y los médicos conectados con el arquetipo de la plenitud, deben mirar a la persona como la suma de todos los cuerpos, pues su mal funcionamiento puede estar en cualquier cuerpo o en varios de ellos.
Entender además que quien produce la enfermedad es la conciencia y es con cierta intención u objetivo.
La medicina homeopática ha logrado procesar los principios activos de las sustancias medicinales, propagando en el medio que la sostiene, la dimensión sutil de su cuerpo vital, sin destruirla como hacemos al procesar nuestros alimentos.
Lo que Amit Goswami propone es una medicina integral, que incorpore todas las medicinas alternativas más la medicina alopática, de nuestro paradigma materialista científico, exclusivamente para la intervenciones de urgencia. Las enfermedades crónicas, con pura medicina alternativa, que además es mucho más barata.


¿Cómo esto en la economía?

Si nos vemos como la suma de todos estos cuerpos, los alimentos deben ser procesados de manera de conservar en ellos su parte vital sutil. Lo mismo los cosméticos y los medicamentos, como los concentrados vitamínicos.
Las empresas deben valorar la irradiación en el entorno de personas desarrolladas y tomar conciencia de su valor tanto en el clima y creatividad interna, como de la forma en que la empresa conecta con la sociedad, con las personas clientes.
Y alinear el propósito de la empresa con el propósito de las personas que trabajan en ella, conscientes de la potencia de la intención de la conciencia.

2 comentarios:

  1. ¿y los animales?... que ya está claro que también tienen conciencia???

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Así como voy entendiendo este enfoque, todo, incluidos los animales, son manifestaciones de la conciencia. Saludos Rodrigo

      Borrar

Los comentarios de este blog son moderados; eso significa que antes de ser publicados, serán vistos y aprobados por el autor de los posteos (anda mucho bandido por las redes).
Disculpa las molestias