Estupendo libro de Francisca Solar, que es una novela histórica contada por una mujer esta vez, del incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús, de los jesuitas, en Santiago de Chile, el 8 de diciembre de 1863, último día del mes de María, día de la Inmaculada Concepción.
Este tremendo suceso ocurre en la mitad de la guerra civil de EEUU entre los unionistas del norte y los esclavistas del sur. Una guerra que ponía en cuestión la propiedad privada sobre seres humanos de color negro.Y en Chile había una legación norteamericana, en representación del presidente norteamericano Abraham Lincoln, que desempeña una importante y heroica labor de salvataje en el incendio.
Esta novela histórica de Francisca Solar es una notable inmersión en la sociedad chilena de ese año de la República de Chile, siendo su gobernante José Joaquín Pérez Mascayano, de la alianza liberal y conservadora, llamado el inicio de la República Liberal.
Es interesante mirar esa época desde los ojos del año 2024 y ver, el contraste de costumbres entre esa época y la nuestra. Los cambios son significativos.
Para empezar las mujeres de la alta aristocracia usaban unos vestidos con crinolina, que eran enormes estructuras con anillos metálicos, donde iban enaguas y luego el vestido de gran deslumbre, que hacía que las mujeres en su desplazamiento requirieran amplio espacio.
Imagínate una iglesia llena de mujeres con este tipo de vestuario, que aparte era intensamente inflamable. Todo hecho para el desastre.
Las Hijas de María eran una especie de club de mujeres, dirigidas por un cura jesuita, tremendo. Se reunían periódicamente y el cura tenía el poder plenipotenciario de establecer qué era falta y qué no, y dar las penitencias adecuadas a viva voz. No a la pecadora con nombre y apellido, sino a la que había escrito ese texto anónimo y lo había depositado en el buzón de las impuras.
Las mujeres, instruidas para ser dóciles, se dejaban manipular y someter, acatando las directrices de este cura nefasto, que será determinante en el incendio y su mega catástrofe.
Disfruté el manejo de las dinámicas familiares y sociales, que partían de una familia central, con madre norteamericana y padre chileno, dos hijas mujeres y un hombre en silla de ruedas.
La dinámica alcanza al máximo poder del Intendente, la casa de las prostitutas, llamada la casa de las Otras y muchas familias de la aristocracia.
Este manejo de personalidades, sus intrigas, copuchas, afectos, está muy bien llevado en el libro y capturó mi atención, al punto que me costaba parar de leer.
En ese tiempo las relaciones de pareja eran establecidas por los padres, de acuerdo a conveniencias sociales y económicas.
Una iglesia con pocas ventanas y aperturas de luz. Necesitaba iluminación artificial para el evento social y religioso más importante del año, dedicado a la virgen María.
Surge un lienzo, por alguna buena causa o milagro, al que le pusieron una sección de mayor iluminación con unas lámparas a gas, de tecnología relativamente nueva.
Quien prendió esta particular sección, no encontró nada mejor que tomar una de estas cosas a gas y manipular una llavecita, que disparó un chorro de llamas que sería lo que desencadenaría todo.Lo peor era esta costumbre de mandar a cerrar las puertas por fuera con llave. Orden que da el cura nefasto.
Puertas, que para más perjuicio, se abrían hacia adentro solamente. Esto será fatal en el momento de la crisis, pues la presión humana por salir más cerraba las puertas, impidiendo que se abrieran desde afuera.
Las paredes cubiertas de papeles y telas inflamables. Las vestimentas de las mujeres inflamables.
Las luces en esa época eran velas, lámparas de gas; nada de electricidad.
Estaba pintado para la catástrofe. Y eso fue, una catástrofe mayor.
El incendio mismo es relatado desde dentro de la iglesia, relatando los pensamientos, sentimientos y muertes atroces. Es una sesión del libro terrible, que se vive como si uno estuviera quemándose con ellas.
Serán sobre 2.000 los muertos, la mayoría mujeres. Habrá nanas y niños en cantidades.
Lo peor será después el dolor de los deudos. Algunos enloquecieron, pues perdieron demasiados miembros de la familia.
Hay hechos heroicos, hechos notables. Me emocioné hasta las lágrimas en muchas escenas.
Fue tremendo. Una historia chilena, de la que más vale saber. Y que buena forma, a través de esta novela excelentemente escrita por Francisca Solar.
El cierre del libro es emocionante. Dolor en abundancia, pero a la vez, una relación de intenso amor.
Un libro que tienes que leer.
Comparto, un libro muy entretenido y bien documentado! Me alegro mucho leer tu mirada masculina (2024) porque pensé que todas las emociones que me generó el relato eran por soy mujer… desde la rabia, la pena, la impotencia, hasta la admiración total por esas mujeres a pesar de toda la injusticia y la brutal discriminación.
ResponderBorrarSúper recomendable!!!
En todas las familias de Santiago de esa época hubo alguna mujer que murió en el incendio, lo peor debe haber sido no poder reconocer los cuerpos de tan calcinados que quedaron y se enterraron en una fosa común en el terreno que aún se extiende la entrada del cementerio general, sin que exista una placa recordatoria. Me pregunto cómo habrá sido curar a todos los que sobrevivieron con extensas quemaduras, que material se habrá usado, no debe haber dado abasto ninguna botica.
ResponderBorrarSoledad Tagle