sábado, septiembre 11, 2010

Helen Fisher de visita en Santiago

Asistí en el Teatro Nescafé de la Artes, ex Marconi, en Manuel Montt, a una conferencia que vino a dictar a Chile, nada menos que Helen Fisher, la antropóloga biológica norteamericana, que conocí primero a través de su presentación en TED.com donde aparecía desmenuzando el amor entre los humanos, solo como una antropóloga podría hacerlo.

Y me encuentro con la sorpresa que quien la presenta es mi amigo Alvaro Fischer, en representación de la Fundación Ciencia y Evolución. Me parece notable lo que está haciendo Alvaro.

Bueno, debido a esta conexión con las materias evolucionistas, pude darme cuenta de la mirada evolucionista del análisis que hacía Helen Fisher. Todas estas conductas nuestras, relativas a la formación de parejas y nuestra sexualidad, tienen además un trasfondo evolucionario. No podía ser de otra manera.

Lo que pasa es que en mi formación con una madre tremendamente católica, siempre tuve la influencia en el sentido que estas cosas del amor estaban más relacionadas con la religión, las cosas que la iglesia custodiaba; y fue nada menos que Jesucristo el que instala una religión basada en el amor y centralmente en el amor de Dios. El amor de pareja como que quedaba bajo la misma jurisdicción.

Como no estar tensionado. Si pareciera que uno se preocupara del amor con mayúscula, el amor del alma y el otro del amor del cuerpo, del animal que también seriamos.

Esto me recuerda las disputas en la época en que Galileo, por allá por el 1600, cuando instala como práctica común el método científico, esto de medir, con esto del movimiento de los astros, cuando la Biblia decía otra cosa; y termina juzgado y apresado de por vida en cómodos palacios, por la inquisición y el patrocinio de quien fuera su amigo, el papa Urbano VIII.

La institución del matrimonio está tan dañada, que ya los jóvenes no se quieren casar. Igual valoran el ideal y los conceptos que la familia conlleva, pero tantos cambios ambientales, culturales, incluso de la sexualidad que hoy se vive, han puesto a la pareja y a la familia, como un tema a revisar. Quizás tiene que ver con el dolor y el sufrimiento que las cada día más frecuentes rupturas producen.

Y Helen Fisher trae material muy valioso para este trabajo de rediseño, que es el que en definitiva aporta la ciencia a la investigación de que materia somos los humanos en estas lides, de que estamos hechos, como funcionamos.
Son tantas las sustancias que Helen nombra, que me da por pensar que bastará someterse a un examen de laboratorio, para determinar cuanto amas a tu pareja, con que tipo de amor, e incluso si estás enredado en otras relaciones, por la cantidad de ... (no me acuerdo los nombres de las sustancias) presente en la sangre.

Nos dice Helen que el deseo es un tipo de vector que hace parejas, centrado en el sexo fundamentalmente. Un tipo de amor que no mata a nadie y moviliza o puede movilizar mucha energía.
Respecto del amor romántico, hay que irse con cuidado. Este si que mata; hombres y mujeres matan y se suicidan por este amor. Activa en el cerebro zonas idénticas a las que activa el consumo de cocaina y produce efectos tan potentes como los que sufren sus adictos.
En la conferencia que antes había escuchado en TED.com, Helen hablaba de que este tipo de amor duraba entre 6 meses y dos años; pero ahora, dados los avances en la investigación, señala que puede durar toda la vida, pero sin el componente ansioso que está presente en el primer periodo.

Y el otro vector que nos mantiene unidos en pareja por muchos años, es lo que llama el apego, que también secreta ciertas sustancias, que entiendo serían medibles.

¿Que pasa si en el examen de sustancias del amor, la marca es de cero? Bueno, que estamos en una transaca más bien de negocio o de un tipo de emprendimiento que falta catalogar y fichar.

Bueno, creo que tenemos pega los que estamos porque la relación de pareja cumple un influjo sustantivo en nuestra felicidad y crecimiento personal, de manera de diseñar algo que sea acorde con la materia vital que somos. Y leer o escuchar a Helen Fisher es material básico.

Estoy a la espera de la publicación de la charla que dio Helen en Santiago, para volver a escucharla y linkearla aquí. Alvaro me dijo que aparecerá en el sitio de la Fundación.

6 comentarios:

  1. Anónimo9:25 a.m.

    Gabriel, leyendo tu comentario me encantaria leer o escuchar su conferencia ya que no estuve en ella, pero....lo que veo por tus notas es solo una asociacion entre emociones y niveles hormonales que seguro son la dopamina, serotonina y otras. Hecho de menos todo el entorno sicosocial y cultural que influye en el amor y no se si lo evalua , me faltan otras variables a considerar en estos tipos de amor que, entre otras cosas probablemente dan elevaciones de algunas hormonas. Pienso que es una mirada muy biologica del amor, y el ser humano y sus interrelaciones con otros es mucho mas que biolgia segun yo creo. Bueno en realidad es mejor que lea la conferencia y gracias por estas notas que escribiste ya que ellas me motivan a leerla.

    Vero

    ResponderBorrar
  2. Estoy de acuerdo con lo que señalas Vero, faltan variables esenciales que no se pueden dejar de lado, pero sabemos que la biología está presente... Yo fui a la conferencia y me detuve en un punto a reflexionar, qué pasa con la gran cantidad de personas que toman antidepresivos, los que actúan directamente a nivel de los neurotransmisores como son la serotonina, dopamina, noradrenalina, entre otros, y la consecuencia que puede tener esto en el amor, me refiero a aspectos que estarían más bien unhibidos en cuanto a la apertura, sensibilidad, goce, etc. para experiemntar el deseo y el amor. Creo que esto no es menor.

    Saludos

    ResponderBorrar
  3. Mi comentario vá por otro lado, mi duda e inquietud con este tema tan importante para nuestra raza humana que es el amor tiene relación con la espontaneidad, con el impulso, con la magia de la vida. Aveces tener tanta información en el mate nos pone rígidos y pareciera que perdiéramos la frescura y naturalidad de lo vital.

    ResponderBorrar
  4. Anónimo4:52 p.m.

    mmm...mmm... sigo pensando que el amor con todas sus emociones responden a mucho mas que una elevacion hormonal, creo que los niveles de hormonas medidos son solo una variable mas, es la variable tangible, medible,..y....reducir el amor a esto es para mi explicar solo una parte del amor. Como medir el tipo de energia que se traspasa una pareja que se ama? como evaluar que cosas influyen en esa energia?...estas y otras tantas son las interrogantes que creo hay que descifrar con respecto al amor.

    Vero

    ResponderBorrar
  5. Me hubiese gustado ir a esa conferencia para sacar conclusiones ingeniosas y tecnológicas con el fin de crear un medidor de "esas sustancias" que señalen cuénto amor transportan nuestras venas. Me alertó lo que señalas sobre "el amor romántico" que es el más peligroso de todos. Me pongo a pensar en Romeo y Julieta, en varios otros que terminaron muertos de tanta poesía. Me fascina la explicación biológica en torno a lo que juramos es artesanía humana.
    Felicidades por tu blog, siempre lo estoy leyendo desde otro usuario.

    ResponderBorrar
  6. Saludos! Yo también asistí a la conferencia de Helen, y cómo manejo un blog que justamente trata sobre temas relacionados a la divulgación de las ciencias y humanidas en general, sobre todo en aquellas ramas interdiciplinarias, hice una seríe de 6 entradas en mi blog cubriendo el evento. Te dejo el link de la primera entrada http://sinapsis-social.blogspot.com/2010/10/deseo-romance-y-apego-el-impulso-para.html
    Espero sean útiles en algún modo. Las documente lo mejor posible, con los estudios de Helen y sus libros. Saludos!

    ResponderBorrar

Los comentarios de este blog son moderados; eso significa que antes de ser publicados, serán vistos y aprobados por el autor de los posteos (anda mucho bandido por las redes).
Disculpa las molestias