miércoles, junio 08, 2016

Nietzsche, un remezón

Que magnitud de transformación es la que trae la propuesta de Nietzsche. Si todo mi cableado cerebral parece resistirse.
Me dispongo a relatar lo que vaya surgiendo de lo que capté de su radical concepción de la realidad y de lo que se trata la vida del ser humano.

Nietzsche le da con todo a Sócrates y sus seguidores, Platón y Aristóteles. Ellos son sus principales antagonistas, los inventores del movimiento filosófico de la Metafísica. Esa forma de pensamiento que pone el foco en el Ser, un ser cuya esencia y sustancia no es de este mundo, sino que de uno trascendente. Un Ser además inmutable. Un ser al que se accede principalmente por la razón.

Esta línea de pensamiento se profundiza en el cristianismo posterior. Pablo transforma la doctrina de Jesús, poniendo el foco en su muerte y resurrección, y por lo tanto en lo trascendente, en lo que está mas allá de esta vida; en la vida después de la muerte.
Saca, en definitiva el foco de esta vida y la pone en la vida después de la vida.

Cuando miramos un rayo y su resplandor, y separamos el rayo como sujeto y el resplandor, como su hacer, erramos separando lo inseparable, creando esa cosa del ser del sujeto, que en el devenir del rayo-resplandor, no existe.
Nietzsche sostiene que el Ser no existe, es un tropiezo del lenguaje nuestro, y no algo que exista en-si. Y de ahí parte el mareo que surge desde Sócrates, en la historia del pensamiento occidental. Pensamiento que está a la base de todo nuestro sentido común.

Nietzsche sería un nuevo Sócrates, que viene a crear un nuevo punto de partida. Donde el foco ya no es el Ser, sino que el hacer, el devenir.

Por que tanto atado con este tema podría alguien preguntarse. La razón podría ser que en vista que la vida después de la muerte, lo trascendente, medio se vino abajo con la modernidad, la ciencia y la tecnología. Nos quedamos mirándonos el ombligo clavados en la tierra, y nos quedamos sin algo que le diera sentido a la vida. Nos fuimos a eso que se llama nihilismo, que es ese lugar donde parece que lo único que adquirió sentido era ganar plata, para hacer todas las cosas placenteras, o que nos dieran seguridad y estabilidad. Y nos pusimos adictos totales al dinero y nos volvimos locos.
Y ahí estamos, locos por la plata, haciendo leseras por toneladas y en la pasada echándonos el planeta.

Dionisos
Nietzsche nos trae una nueva propuesta. Patea el Ser, ese invento producto de las mañosidades del lenguaje. Y adhiere al hacer, al devenir. Mira en menos a la razón como exclusivo músculo del conocimiento, e invita al cuerpo, las emociones, la pasión y la intuición, a entrar a la palestra. Busca hacer convivir a Apolo con Dionisos, que la sombra de Jung sea abrazada. Y al final a que pongamos toda tu energía en transformar el mundo, para bien, por supuesto. Y en la pasada transformarnos a nosotros mismos.

Tu serás el producto de tu hacer; tu Ser será fruto de tu hacer. Desde ese punto de vista la vida es una obra de arte, de libre creatividad y diseño. Donde el emprendimiento lo es todo.

Eso no es todo. Nietzsche ve al cristianismo como un derivado de la concepción metafísica del Ser. Que peca de negar la vida por una lado, beneficiando la vida después de la vida. Y negando las zonas oscuras, dionisiacas de nuestra naturaleza. El cristianismo incentiva al hombre bueno, que Nietzsche detesta. Promueve un hombre que lidie permanentemente entre los dioses Apolo y Dionisos. Un hombre que no niegue su sombra, sino que la gobierne.

Nietzsche destaca el arte, recupera el cuerpo, la pasión y la intuición. Lo único que se, es que después de leer dos veces el libro de la referencia, cambie, en este mi blog, la pestaña "Quien soy" por "Quien vengo siendo".

Y empiezo a pensar en cambiar las preguntas por quien la persona es, por preguntarle simplemente que ha hecho.

Referencia:
Libro Mi Nietzsche de Rafael Echeverría

5 comentarios:

  1. Anónimo9:50 a.m.

    Que interesante, complejo, pero interesante y te felicito por tu profundidad en el análisis.

    Rebe

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  2. Anónimo1:05 p.m.

    ¿Cuál es el libro que impulsan tus reflexiones? Bernardo RdeA
    A propósito de locura ahí va GK.Chesterton con EL LOCO, capítulo 2 en Ortodoxia
    "La poesía es cuerda por que flota con facilidad en un mar infinito; la razón pretende cruzar el mar infinito para hacerlo finito. El resultado es un agotamiento mental, similar al agotamiento físico. Aceptarlo todo es un ejercicio, comprenderlo todo es una fuente de tensión. El poeta únicamente aspira a la exaltación y la expansión, tan solo desea un mundo donde desahogarse. El poeta solo pretende rozar el cielo con la frente.
    En cambio, el lógico quiere meterse el cielo en la cabeza. Y por eso acaba estallándole."..

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  3. Anónimo8:39 p.m.

    Tu comentario de Nietzhe me deja una sensación de locura , que el mundo esta patas para arriba, que todo lo aprendido o vivido en esta cultura ha sido un engaño. Vale tu desconcierto frente a la pregunta ¿Quién soy yo? que tanto tiempo le he dedicado buscando en mi interior, la respuesta a esa pregunta. En todo caso, continuaré haciéndome la misma pregunta que también me ha servido para conocer otras realidades que me han hecho crecer como persona.

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    Respuestas
    1. Para mi tb ha sido tremendamente desconcertante. Es como poner un pedacito de un pie en esa nueva vereda y empezar a sentir como es la cosa y que posibilidades abre.

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