jueves, diciembre 01, 2022

Libro Ser consciente de SER CONSCIENTE de Rupert Spira

Rupert Spira es un iluminado. Ha experimentado de lo que habla. Ha alcanzado la plenitud y la paz que se alcanza cuando accedes a la pepa del alma, cuando accedes al epicentro de la consciencia que eres.

La conciencia nunca nace ni nunca muere, es siempre la misma desde que te acuerdas de chico, pasando por la edad de 70 años que tengo y más. La consciencia es como impertérrita, no se ve afectada por la experiencia. Por eso cuando sufrimos, no es la consciencia la que sufre.
La consciencia es el testigo, esa cosa que ve, escucha, conoce, siente todo lo que experimentas. Todas estas cosas son objetos de la experiencia, objetos que el testigo atestigua, pero que no son el testigo, la conciencia.

En esta relación con la experiencia, la conciencia crea a la mente finita, al yo aparente, para relacionarse con los objetos de la experiencia. Para hacer esto, tiñe la conciencia, cubriendo con un velo a la conciencia misma.
Es tan fuerte la relación con los objetos del mundo, con los pensamientos y los sentimientos de la experiencia, que la conciencia, el testigo, queda enmascarado.

Ocurre que en esta separación de la mente finita de la conciencia, la luz de esta última resplandece, ocasionando una sensación permanente de anhelar esa conexión perdida. Por eso la búsqueda de la felicidad perdida, por que la sensación de que se tuvo persiste, explica la búsqueda permanente de la felicidad, ahí donde la experiencia ocurre, en la relación con el mundo, en los objetos, las sensaciones, las relaciones.

Pero la felicidad, la paz y la plenitud, no están ahí donde insistimos en buscar. La plenitud está en el fondo de quien eres, en el fondo de tu conciencia. Y la única forma de acceder ahí, es sumirte en el fondo de quien de verdad eres.
Silenciar la mente, reducir al máximo las sensaciones, y conectar para adentro. Esto suele hacerse a través de la meditación o la oración.

Lo que está claro, es que con la cosmovisión dominante en este lado del planeta, en que la realidad está constituida por las materialidades que enfrentamos, por la materialidad que somos, y no mucho más. Ver la luz que ilumina lo que vemos, pensamos y sentimos, simplemente se nos torna inaccesible, invisible. Esa luz es la conciencia y ser consciente de ser conscientes, es la vía directa a la paz y plenitud que es en el fondo lo que somos.

Cuál es nuestra naturaleza, es la pregunta fundamental. Conócete a ti mismo decía la inscripción del oráculo de Delfos y así conocerás a los dioses.
Lo que andas buscando en la vida, no está afuera, en el mundo. Está en el centro de lo que eres y eres pura conciencia.
Cuando el sujeto se pone en la mira a sí mismo, colapsa, pues no puede transformar al sujeto en objeto; es imposible. Lo único que puede pasar es que con esta particular atención objeto y sujeto colapsan en la pura y completa conciencia, en la conciencia de la conciencia. A eso lo llamamos yo.

Interésate por la experiencia misma de ser consciente.
Estamos demasiado fascinados con el contenido de la experiencia.
Y creemos que somos la colección de nuestros pensamientos, imágenes mentales, recuerdos, sentimientos, sensaciones y percepciones, creando con ello a nuestro ego o yo separado.
Nos olvidamos de quienes somos realmente. Y ello es la fuente de todos nuestros sufrimientos.
Para conocer la experiencia objetiva del mundo, la conciencia infinita asume la forma de la mente finita. Y esa mente finita es incapaz de conocer de vuelta a quien la creó.

La meditación es descansar en uno mismo, morar en uno mismo.
De todas estas cosas habla Rupert Spira en este libro que dejaré cerca de mi cabecera.

2 comentarios:

  1. Anónimo9:29 a.m.

    Te felicito Gabriel, muy buen comentario, completisimo.
    Al leer que la meditación y la oración, son la llegada a la “pepa del alma” a conocerte a ti mismo, a continuación pienso lo imposible que esto puede significar para la cultura de occidente. Supongamos que madrugo, con toda la inspiración medito y logro la conexión. Luego te vas a la oficina y te envuelve la locura de problemas, el eficientismo, el almuerzo, etc etc. Y ocurre lo que dices, uno queda fascinado con la experiencia y la conexión con la pepa se desvanece.
    Occidente o nuestro estilo de vida con full comodidades pienso que no son compatibles, buenas casas, comida, piscinas, fiestas, y mejor me detengo porque las otras experiencias placenteras podrían herir algúna susceptibilidad. En occidente desgraciadamente hemos dejado a un lado la austeridad, la sencillez, basta ver las fiestas de matrimonios. Pobre de nosotros, nuestro estilo de vida cada vez es más incompatible con la “pepa de la consciencia o del alma”
    Al menos, con tu posteo, ya sabemos qué hay un escape al vértigo de las experiencias, ahora está en nosotros realizar las prácticas, y abandonar las luces y ruidos que confunden.
    Gracias Gabriel

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    Respuestas
    1. Gracias Martín Wielandt. Te das cuenta si este tipo de conocimiento se propaga, el daño que le podría hacer al sistema económico que nos rige ?
      La felicidad no está afuera, sino dentro. Mas vale mantener estas ideas en un público limitado. Abrazo

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